Los lunes, revista de prensa y red

“Baratijas morales”, de Itxu Díaz, “¿Qué más puede salir mal con Marruecos?”, de Enrique Navarro, y “Una ley contra la asfixia de lo políticamente correcto en la universidad”, de Diego López Marina

(Viñeta de Ramón en El Norte de Castilla el pasado día 20)

BARATIJAS MORALES

Artículo de Itxu Díaz publicado en La Gaceta el pasado día 20

El adolescente defiende con vehemencia de adulto las ideas que aun piensa como niño. Cuando sopla el viento de la vida real, su firmeza queda en nada. Entonces, crece. Todo lo que la nueva izquierda identitaria ha venido a aportar a la historia es la inmadurez permamente. Tarde o temprano aparece la realidad y su pensamiento se desinfla como un globo. Puffff.

Los retrató H. L. Mencken: “un idealista es aquel que, al percibir que una rosa huele mejor que un repollo, concluye que también hará mejor sopa”. La política sentimental no cuenta con la maldad de la vida humana. La política sentimental desoye toda lógica económica. Empiezo por el final: no puedes mantener un Estado con buenos servicios públicos y prestaciones sociales, y al tiempo acoger a infinitas personas sin papeles ni cotizaciones. Si empieza la fiesta, alguien debe pagar la cuenta. Y casi siempre eres tú.

Tan solo si estás dispuesto a renunciar a tus pensiones, a no recibir un duro por desempleo, y, por supuesto, a pagarte tu propia sanidad cada vez que lo necesites, podrías considerar la apertura del país a todo el mundo, con o sin papeles. Supongo que esto resulta duro, injusto, racista, y todófobo. Pero es lo que hay, mientras los dioses progres no inventen la infinitud de la pasta. Si cualquier persona puede cruzar sin control la frontera al margen de la ley, solo porque su situación es miserable –y ciertamente, lo es-, no solo no podríamos salvarlos, sino que nos hundiríamos con ellos. En pocos años tendríamos que irnos, los españoles y los africanos, en busca de otra nación próspera y soberana donde mendigar ayudas.

Sé que esto puede hacer estallar la cabeza de cualquier millenial, pero no podemos dar de comer a toda África

La izquierda insiste estos días en que se ha generado una gravísima “crisis humanitaria”, que es algo así como imaginar que las personas que están cruzando la frontera en Ceuta acaban de encontrarse con la desdicha en este preciso instante de la historia, justo por cruzarse con la policía aduanera española. Es como si el pasado lunes hubiesen caído de pronto del cielo al mar, y España tuviera ahora la obligación moral de solucionar todos sus problemas con urgencia.

En el supuesto caso de que estos miles de jóvenes constituyeran una emergencia humanitaria, sería la misma emergencia humanitaria hoy, que ayer, que hace un mes, y que hace seis años. Lo inquietante es saber por qué a la izquierda solo le preocupan cuando están ya en la frontera y tienen una alcachofa de La Sexta en la boca. ¿Acaso no tenían hambre en sus países de origen? ¿Acaso no era una emergencia anteayer? Obviamente, no espero respuesta.

Lo cierto es que los emigrantes enriquecen a las naciones. La historia nos regala mil ejemplos al respecto. Pero las enriquecen solo en la medida en que las respetan, en que llegan con voluntad de integrarse en su sistema legal, de trabajar y cotizar, y en que aceptan la cultura que les acoge. No es exactamente lo que caracteriza a los tipos que el martes apedrearon a nuestra indefensa policía, amedrentaron a los ciudadanos españoles, y trataron de asaltar casas y comercios.

Esta estupidez generalizada comenzó con Jesús Caldera y Zapatero, y su inútil y suicida regularización masiva de 2005

En cuanto a los menores, a izquierda y derecha, hace fortuna el argumento irrebatible de la fotografía sentimental. A menos que seas un trozo de piedra, te habrá emocionado ver a nuestra policía rescatando un bebé o a un desvalido grupo de niños. Pero superado el instante, lo mínimo es preguntarse qué responsabilidad tenemos, si es nuestro sistema el que está incentivando a las familias africanas a enviar a sus menores al precio que pidan las mafias, y en condiciones lamentables, con la garantía de que aquí tendrán acogida… y pobreza. Nuevamente, y sé que esto puede hacer estallar la cabeza de cualquier millenial, pero: no podemos dar de comer a toda África.

Esta estupidez generalizada comenzó con Jesús Caldera y Zapatero, y su inútil y suicida regularización masiva de 2005, que desató un efecto llamada permanente. Por prometer lo que no podemos dar, también muere gente en las costas. El buenismo irracional cuesta más vidas que lo que la izquierda califica como “discursos de la ultraderecha”.

Hay una cierta justicia poética en el hecho de que el mismo Gobierno que ha masacrado a quienes pedimos que se respete la ley, también en materia de inmigración, se haya entregado con pasión desmedida a las deportaciones en caliente, después de golpearse con la realidad. Por lo demás, que Marruecos es mejor aliado que vecino, lo sabíamos todos menos Laya mucho antes de acoger al delincuente del Polisario, y hacerle curitas clandestinas en un hospital de Logroño, escoltado por los Pepe Gotera y Otilio de nuestros servicios secretos.

Si no fuera porque nos están arruinando, y porque lo están estropeando todo, tanto que ya hasta nos invaden, la mejor oposición al Gobierno de Sánchez sería sentarse a esperar, y contemplar cómo se cae por su propio peso, por enésima vez, el castillo de naipes del socialismo.

Artículo en: https://gaceta.es/opinion/baratijas-morales-20210520-1409/

¿QUÉ MÁS PUEDE SALIR MAL CON MARRUECOS?

Artículo de Enrique Navarro publicado en Libertad Digital el pasado día 18

La seguridad de España depende de Marruecos, ésta es la decisión estratégica más importante que España tomó en 1992 al reducir su gasto en defensa. La semana pasada el gobierno marroquí tomó la decisión de comenzar la segunda parte de la operación olla a presión, consecuencia de la pérdida de rumbo en nuestras relaciones con Marruecos; una vez más, entre la derecha nacionalista española y la izquierda nos pueden abocar a una crisis sin precedentes en nuestra historia reciente.

Los musulmanes suelen dar mucha importancia a los gestos, porque dicen mucho de la amistad, y de la fraternidad; no entienden que sus amigos les maltraten y muchas de estas reacciones si bien son extemporáneas, son comprensibles.

La toma de Perejil y las abortadas acciones de amenazas sobre los peñones de soberanía española, tuvieron como causa una supuesta molestia al rey descansando en su yate, supuestamente por aviones españoles. Seguramente la historia tiene escaso fundamento pero el cabreo de su majestad resonaba con fuerza en las dependencias militares marroquíes.

En la actualidad, otro gesto de inopia diplomática, acoger por razones humanitarias de forma subrepticia -cómo se hacen las cosas cuando se saben que están mal hechas-, al líder del Polisario, según Marruecos el enemigo público número uno, cuando debería haberse hecho en coordinación con las autoridades marroquíes nos ha conducido a la activación del plan marroquí de tantear, una vez más, hasta dónde estamos dispuestos a llegar los españoles por defender nuestra soberanía e intereses.

Curioso esto de los movimientos de liberación que cuando se enferman no van a Argel o Moscú sino a España o Francia. No nos equivoquemos lo que pasa y va a ocurrir en los próximos días en nuestras ciudades autónomas es una acción coordinada y dirigida por Rabat para meter presión a las autoridades españolas y de paso ver si un gobierno que anima a los nacionalistas en España a seguir la vía de la autodeterminación, también estaría dispuesto a abandonar nuestras ciudades para evitar un conflicto o simplemente para seguir gobernando.

La seguridad de España depende de Marruecos, ésta es la decisión estratégica más importante que España tomó en 1992 cuando decidió reducir su gasto en defensa hasta llevarlo al mínimo de la Alianza Atlántica. Cuando un país externaliza su seguridad se convierte en un estado vasallo y debe encomendarse y plegarse a los deseos de su señor, que se llama Mohamed, o Biden o Macron.

Siendo ésta nuestra decisión, los dos pasos siguientes deberían ser calificar a sus enemigos como los nuestros; pero no, encima les tocamos los ‘dídimos’ con instituciones de todas partes solidarizándose con los saharauis, y acogiendo a su líder, terrorista número uno en la terminología marroquí en nuestra sanidad pública y registrándole con nombre falso; ¡Hay que pillines que somos! La segunda decisión debería ser colaborar en aquellos asuntos que son de interés mutuo, que son muchos, pero no, seguimos poniendo al mismo nivel al Frente Polisario y a Marruecos.

Estados Unidos entendió perfectamente que la seguridad en el Sahel depende de la estabilidad y fuerza de Marruecos, hasta tal punto que se ha convertido en su mayor cliente militar, superando a la ostentosa Arabia Saudita, y ello ha venido acompañando del reconocimiento del Sahara como parte de Marruecos, y a continuación se inició un acercamiento entre Marruecos e Israel que concluirá con un reconocimiento diplomático. Francia, sin llegar tan lejos, se ha mostrado como un aliado más fiel del régimen de Rabat que España; y nosotros que queremos estar en Pinto y Valdemoro a la vez.

A corto y medio plazo, que es lo que preocupa a los gobernantes, la vuelta al status quo pasa por reconocer lo evidente, las relaciones con Marruecos son el puntal de nuestra seguridad y todos los demás asuntos por legítimos que puedan ser deben pasar a segundo plano. En estos años, en los que las fuerzas de seguridad marroquíes, han detenido a los inmigrantes subsaharianos con unos medios que no pasarían el menor filtro humanitario, nadie se ha preguntado cómo se estaba garantizando nuestra seguridad, y como a nadie le interesaba sacar el tema, pues no pasaba nada; ahora el gobierno marroquí no sólo permite que subsaharianos salten la valla sino que ha reclutado jóvenes, varones la gran mayoría, no se dejan las cosas de la guerra a las mujeres en Marruecos, simplemente para sembrar el caos y meter presión. En definitiva, en términos estratégicos esto es más grave que el lanzamiento de cohetes sobre Israel.

España tiene dos opciones, o mantenemos nuestros principios y nuestra independencia política y eso pasa por una política activa de seguridad contra Marruecos, exhibiendo el músculo, lo que iría contra los intereses de España y de Occidente y para lo cual hace ya siglos que perdimos la experiencia, o nos replanteamos qué hacemos con nuestra posición en el Sahara.

La izquierda y la derecha nacionalista se sienten como aquellos franceses sentían a los argelinos como una provincia a la que no se puede abandonar. El hecho real es que ya una vez les dejamos solos y nos fuimos, plegándonos a la actitud de abandono estratégico de nuestro frente sur y aquella decisión en términos geoestratégicos para España fue buena, la alternativa seguramente nos hubiera llevado a una guerra que hubiera retrasado años la transición democrática.

Pero es que España tiene otro problema añadido, que nuestro gran segundo aliado estratégico en el sur es Argelia, y que ésta con el apoyo de Rusia y China soporta al Frente Polisario en su guerra contra Marruecos. Y no olvidemos que desde comienzos de siglo la carrera de armamento más intensa no se ha dado en Asia o Europa, sino entre Marruecos y Argelia, y estas cosas casi nunca acaban bien.

Como señala un dicho árabe los occidentales tienen reloj y los árabes el tiempo, de manera que nosotros pensamos cómo resolver el problema de hoy mientras que los marroquíes pueden pensar en términos estratégicos a veinte años vista. Pero no olvidemos los hechos; en 2019 Rabat extendió de forma unilateral e ilegítima la zona económica exclusiva en la zona de Canarias, y eso no es sólo para quedarse con las reservas del subsuelo marítimo del monte Tropic ricas en telurio, con el que construir paneles solares para abastecer a España energéticamente, sino que implica un acto de no reconocimiento de soberanía española sobre Canarias; pero bueno eso son cosillas sin importancia. Luego se cerró la aduana comercial para asfixiar Melilla hace año y medio y en los últimos meses se prohibió el contrabando del que viven los barrios más pobres de Ceuta, para generar una tensión al interior de la ciudad que ha traído más delincuencia y problemas de integración. Ahora, dando un salto cualitativo, recluta personas para entrar ilegalmente en las ciudades autónomas. Esto se llama ambición estratégica.

La buena noticia es que todavía Marruecos no está preparado para ir más allá; sus enormes programas de adquisiciones están en curso y tardarán unos tres años y disponer de todo el arsenal que están adquiriendo, aviones de combate, buques, helicópteros de combate, sistemas antimisiles y de defensa antiaérea, carros de combate etc. La superioridad regional conseguida por España con la toma de Melilla por Juan de Estopiñán en 1497, está a punto de liquidarse, pero quizás para el 2050, ya todo esto se habrá arreglado. Veremos.

Artículo en: https://www.libertaddigital.com/opinion/enrique-navarro/que-mas-puede-salir-mal-con-marruecos-6756791/

UNA LEY CONTRA LA ASFIXIA DE LO POLÍTICAMENTE CORRECTO EN LA UNIVERSIDAD

Artículo traducido y adaptado por Diego López Marina en ACI Prensa, publicado originalmente en CNA, y en Actuall el pasado día 17.

Un proyecto de ley en Reino Unido busca proteger la libertad académica y de expresión frente a lo políticamente correcto en la Universidad. El proyecto de ley está en proceso de una segunda lectura en la Cámara de los Comunes antes de pasar a la etapa de comité.

Un proyecto de ley presentado en el Reino Unido con el objetivo de reforzar la protección de la libertad de expresión podría imponer multas a las universidades si no garantizan el respeto de este derecho de los estudiantes, personal y oradores visitantes.

Entre las disposiciones del proyecto de ley hay una que permitiría a los oradores visitantes, académicos y estudiantes buscar una compensación si resultan perjudicados debido a que sus derechos de libertad de expresión no están protegidos, informó la BBC.

El Proyecto de Ley de Educación Superior (Libertad de Expresión), propuesto el 11 de mayo, también busca proteger la “libertad académica” del personal universitario, para que no corran el riesgo de ser despedidos por presentar ideas controvertidas.

El proyecto también se aplicaría a los sindicatos de estudiantes además de a las universidades.

La Oficina de Estudiantes, el organismo de control del gobierno del Reino Unido sobre las universidades, tendría el poder de imponer multas a las universidades y sindicatos de estudiantes que violen las nuevas normas de libertad de expresión.

El proyecto de ley también exigiría el nombramiento de un “defensor de la libertad de expresión” en la Oficina para Estudiantes.

El Secretario de Educación, Gavin Williamson, quien presentó el proyecto de ley, dijo a la BBC que “poder expresarnos libremente y participar en un debate riguroso” es un derecho humano básico.

“Nuestro sistema legal nos permite articular puntos de vista con los que otros pueden estar en desacuerdo siempre que no alcancen el umbral del discurso de odio o incitación a la violencia; esto debe ser defendido, en ninguna parte más que en nuestras universidades de renombre mundial”, dijo.

El proyecto de ley está en proceso de una segunda lectura en la Cámara de los Comunes antes de pasar a la etapa de comité.

Universities UK criticó la medida propuesta, diciendo que podría generar “burocracia innecesaria”.

En marzo de 2018, un comité conjunto de derechos humanos del parlamento del Reino Unido señaló que había obstáculos preocupantes a la libertad de expresión en las universidades del país.

“Si bien la intención original detrás de las políticas de espacio seguro puede haber sido garantizar que las minorías o los grupos vulnerables puedan sentirse seguros, poner en práctica el concepto de espacios seguros ha resultado problemático, a menudo marginando las opiniones de los grupos minoritarios”, escribió.

“Los grupos minoritarios –continuó– o las personas que tienen opiniones impopulares que están dentro de la ley no deben ser clausurados ni estar sujetos a un escrutinio adicional indebido por parte de los sindicatos de estudiantes o las universidades”.

Agregó que “a menos que se entienda claramente que aquellos que ejercen su derecho a la libertad de expresión dentro de la ley no serán clausurados, no habrá ningún incentivo para que sus oponentes los involucren en el debate y el desafío necesario para lograr un entendimiento mutuo y tal vez incluso para cambiar actitudes”.

Veto a grupos provida

Más tarde, en 2018, las asociaciones de estudiantes de la Universidad de Aberdeen y la Universidad de Glasgow, ambas en Escocia, bloquearon la afiliación de grupos de estudiantes provida, limitando su acceso a fondos y espacios.

La Asociación de Estudiantes de Aberdeen finalmente otorgó la afiliación a la Sociedad de Ética de Vida de Aberdeen en mayo de 2019, después de que esta última presentara una demanda “alegando discriminación ilegal contra la sociedad y la violación de los derechos protegidos por la ley del Reino Unido”, en virtud de la Ley de Igualdad de 2010 y la Ley de Derechos Humanos de 1998.

En enero de 2020, a una estudiante de 24 años de la Universidad de Nottingham se le impidió ingresar a la fase de colocación hospitalaria de su programa, después de que la universidad se enteró de sus principios provida y su liderazgo en un grupo de estudiantes provida.

A mediados de 2020, se presentaron quejas de que un evento provida organizado por la Aberdeen Life Ethics Society violó una “política de espacio seguro”, pero una investigación determinó que no se debían tomar medidas contra el grupo provida.

Artículo  en: https://www.actuall.com/educacion/una-ley-contra-la-asfixia-de-lo-politicamente-correcto-en-la-universidad/

 

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Tres foramontanos en Valladolid

Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

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