Los programas que aconsejan sobre la abstinencia son relativamente nuevos y obtuvieron el apoyo del Gobierno anterior de George W. Bush (2001-2009), pero han perdido más de 150 millones de dólares en fondos con la actual Administración de Barack Obama
Las clases de educación sexual que se concentran en promover la abstinencia consiguen convencer a los jóvenes de retrasar sus primeras relaciones sexuales. Así lo demuestra un estudio realizado en EEUU con 622 jóvenes.
La Universidad de Pensilvania ha estudiado los hábitos sexuales de 622 estudiantes de entre sexto y séptimo grado. Un tercio de los alumnos de doce y trece años que asistieron a sesiones que inculcaban la abstinencia empezaron a practicar sexo en los dos años siguientes.
En cambio, casi la mitad de los estudiantes que atendieron a otro tipo de clases sobre educación sexual, incluidas aquellas en las que se informaba de métodos anticonceptivos, iniciaron su actividad sexual en ese período.
EMBARAZOS ADOLESCENTES
El diario The Washington Post recoge las conclusiones del estudio en un artículo titulado ‘Abstinence-only programs might work, study says‘.
Este es el primer informe que evalúa estos métodos y ha sido publicado en la revista científica ‘Archives of Pediatric & Adolescent Medicine’.
El informe ha servido para reavivar el debate en EEUU sobre cómo reducir los embarazos de adolescentes y las enfermedades de transmisión sexual.
Los programas que aconsejan sobre la abstinencia son relativamente nuevos y obtuvieron el apoyo del Gobierno anterior de George W. Bush (2001-2009), pero han perdido más de 150 millones de dólares en fondos con la actual Administración de Barack Obama.
DINERO FEDERAL
Tras conocer los resultados, representantes del Departamento de Salud y Servicios Sociales afirmaron que programas como el evaluado en el estudio podrían obtener las subvenciones del Gobierno federal.
Los críticos a este tipo de programas de promoción de la abstinencia han puesto en duda la interpretación del estudio porque, según indican, las sesiones animaban a los niños, sin un tono moralista, a retrasar su actividad sexual hasta que estuvieran preparados y no hasta el matrimonio.
