En un estudio publicado en Nature Medicine, por investigadores de la Universidad de Stanford han concluido la edad en la que realmente nuestros cuerpos comienzan a envejecer.
Los científicos se centraron en el análisis de 373 proteínas que encontramos en el torrente sanguíneo realizando distintas funciones, en una muestra a estudio de 4.263 sujetos con edades comprendidas entre 18 y 95 años.
Los datos de la análisis arrojaron 3 puntos o cortes de edad muy concretos: por un lado, el primero se da a los 34, el segundo a los 60 y el último a los 78.
Los expertos han señalado que las tres coordenadas temporales se pueden agrupar en lo que denominamos edad adulta, edad media tardía y vejez.
Todos los órganos experimentan el paso del tiempo y la acción del envejecimiento. Quizás la piel, al ser lo más visible de nuestros cuerpos, es siempre en lo que más reparamos, las arrugas y la piel flácida son muy comunes con el paso de los años. Pero también el pelo envejece, y no sólo su color cano son señales de envejecimiento, también su textura y flexibilidad.
Aunque resulta ridículo luchar contra la biología del tiempo, si es cierto que podemos ayudar a nuestros organismo a que no sufra con más contundencia de la necesaria este proceso natural. Para ello, una buena dieta y ejercicio son siempre la clave.