Las contracciones en el embarazo pueden causar temor y ansiedad en la futura mamá y en la pareja y familia. Lo importante es saber diferenciar entre las contracciones de parto y las de Braxton Hicks.
El útero debemos entrenarlo para llegar al momento del parto, siendo las contracciones de Braxton Hicks un perfecto entrenamiento. Empiezan de forma espontánea, son irregulares y no suelen ser dolorosas, desapareciendo cambiando de posición y con reposo. En definitiva, la barriga de la embarazada se pondrá dura durante unos segundos y se relajará.
Las contracciones de parto ya son más intensas, dolorosas y regulares. Además, irán aumentando progresivamente, entre dos o tres contracciones de unos sesenta segundos cada diez minutos. Estas contracciones perdurarán hasta el nacimiento del bebé.
Siempre tendremos que tener en cuenta la situación de la embarazada, es decir, sus antecedentes obstétricos, de la edad y de cómo haya llevado el embarazo.