Se confirman varias cosas y todas duras: España aumenta su ventaja como país con más muertos por millón de habitantes, el Gobierno Sánchez -como han hecho los comunistas chinos- oculta cadáveres y miente sobre el número de fallecidos y el confinamiento empieza a amargar la vida a millones de españoles y no sólo a los autonómos y pequeños empresarios que se están arruinando.
El foco de la pandemia de coronavirus de la ciudad de Wuhan revisó este 17 de abril de 2020 el número de muertes provocadas por la enfermedad en la urbe y añadió 1.290 más a las 2.579 anunciadas hasta el momento, hasta alcanzar las 3.869 informó la agencia estatal de noticias china Xihnua.
Wuhan dijo que «las revisiones se han hecho de acuerdo a las leyes y regulaciones, así como al principio de ser responsable ante la historia, el pueblo y los fallecidos». En total China acumula 4.632 fallecimientos, un 35% más de los anunciados en días anteriores.
La batalla de las cifras también se libra en España, donde el Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas llevan ya contabilidades diferentes. El departamento de Illa se escuda en las normas de la OMS para no aceptar contabilizar de golpe 8.500 fallecimientos en Cataluña y Madrid.
En toda España, según los datos estatales, el coronavirus ha causado en 24 horas la muerte a 551 personas, lo que supone un incremento respecto al día previo (523) y eleva la cifra del total de fallecidos a las 19.130. Los casos confirmados volvieron a aumentar (5.183 más) hasta llegar a los 182.816.
EL CONFINAMIENTO NO ES UN GUATEQUE
La cuarentena resulta cada vez dura para los españoles y, a medida que pasan las semanas, un porcentaje creciente, aunque aún minoritario, admite que le está resultando poco o nada llevadera, según una encuesta elaborada por Metroscopia.
Los rigores del confinamiento no están repartiéndose de forma homogénea entre la población. La renta, la ocupación laboral e incluso el sexo son factores que están influyendo de forma notable en cómo perciben los españoles la reclusión domiciliaria.
En este último barómetro, elaborado entre el 13 y el 14 de abril, un mes después del inicio del estado de emergencia, un 64% del total de encuestados asegura que el confinamiento le está resultando llevadero frente al 74% que lo afirmaba entre el 30 de marzo y el 1 de abril.
Este porcentaje se reduce hasta un 51% entre los que cuentan con unos ingresos de menos de 1.000 euros mensuales y asciende hasta un 72% entre los que tienen ingresos superiores a esa cantidad, evidenciando el gran impacto de las condiciones socio-económicas en la forma en la que los españoles están percibiendo la cuarentena.
Por actividad, los pensionistas están sabiendo llevar mejor este periodo de reclusión y hasta un 76% dicen que está siendo llevadero, mientras que para los trabajadores en activo y los estudiantes, cifra cae hasta un 63% y un 64%, respectivamente.
A medida que van empeorando las condiciones laborales, también lo hace la percepción de la cuarentena. Un 42% de los parados afirma que el confinamiento les está resultando poco o nada llevadero y las trabajadoras domésticas son las que admiten estar llevándolo peor, con solo un 45% asegurando que les está resultando muy o bastante llevadero.
En estrecha relación con esto último, las mujeres, en general, manifiestan estar padeciendo más la reclusión, con un 42% asegurando llevar mal la cuarentena frente a un 29% de hombres.
RECORD FUNERARIO MUNDIAL
La criminal irresponsabilidad y la falta de previsión del Gobierno Sánchez, que mientras la pandemia de coronavirus ya se había cobrado su primera víctima en Valencia negaba que la ‘peste china’ pudiera registrar más que algún caso puntual, nos otorga el sonrojante record de ser el país del mundo con más muertos por millón de habitantes.
El Govern de Quim Torra ha cambiado finalmente su método de recuento de fallecimientos por coronavirus, sumando también a las cifras las personas que han muerto en residencias o en casa, algo que hasta ahora ni se contaba ni se reflejaba en las estadísticas oficiales. Es el segundo cambio que realiza desde el inicio de la pandemia, el primero para rebajar las cifras.
No sólo eso. La España de Sánchez e Iglesias es ya el país europeo con más víctimas mortales por culpa del coronavirus, por delante de Italia.
Las 3.341 personas fallecidas que ha dado a conocer la independentista Generalitat catalana este 16 de abril de 2020, y que no se habían contabilizado hasta ahora, disparan el número de muertos en nuestro país hasta las 21.920.
Italia, en su último recuento, declaraba 21.645 fallecidos.
Haciendo la comparativa de muertos por masa poblacional, España lidera las cifras mundiales de letalidad.
El país que gobiernan malamente Sánchez e Iglesias cuenta con 466 fallecidos por cada millón de habitantes. Bélgica, con 383 es el segundo país a nivel mundial e Italia, con 358, completa este trágico podio.
Estados Unidos, con 328,2 estadounidenses, tiene una tasa de mortalidad por capita de 86 fallecidos cada millón de habitantes.
Aunque tanto los técnicos del Ministerio de Sanidad, como el ministro Salvador Illa y el propio Sánchez repiten a diario que España ya ha superado el pico y ha estabilizado la pandemia, la realidad es que cada día se registran más de 3.000 casos nuevos y más de medio centenar de personas fallecidas.
Varios medios internacionales habían acusado al Gobierno de no contabilizar correctamente el número de decesos provocados por el coronavirus a lo que Illa se había defendido afirmando que cumplían con las recomendaciones de la OMS.
A nadie se le oculta que las estadísticas oficiales se quedan muy cortas: hay muchísimos más contagiados y, dado que no constan todos los fallecidos por coronavirus, sino sólo aquellos que dieron positivo en las pruebas, cuántos más test se realicen más se incrementará el número de muertos e infectados.
El 17 de marzo pasado centenares de laboratorios españoles se pusieron a disposición del Ejecutivo socialista para facilitar la realización de test PCR, pero el Ejecutivo hizo oídos sordos y prefirió mirar para otro lado.
Si se hubieran hecho entonces pruebas masivas de detección del virus, el número de contagiados y fallecidos en ese momento habría crecido, pero sin duda se habría avanzado en poner cerco a una pandemia que está teniendo efectos devastadores.
Todo apunta a que el Ejecutivo pudo optar por no incrementar el número de pruebas de detección para que las estadísticas oficiales no registraran una notable subida de contagios.
