En 2010 fallecieron por causas evitables 7,6 millones de niños, 12.000 menos al día que en 1990

El número de niños menores de cinco años que fallecieron por causas evitables en 2010 ascendió a un total de 7,6 millones, lo que supone una notable reducción con respecto a los datos de 1990, cuando perdieron la vida doce millones de niños, 12.000 más al día, según ha informado el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización Mundial de la Salud.

El informe anual sobre mortalidad infantil pone de relieve que en Africa subsahariana, la región con mayo número de muertes de niños menores de cinco años en todo el mundo, la tasa de mortalidad ha duplicado el ritmo de decrecimiento, pasando de un descenso anual del 1 por ciento en la década 1990-2000 a una reducción anual del 2,4 por ciento en la siguiente década.

«La noticia de que la tasa de mortalidad infantil en Africa subsahariana está disminuyendo el doble de rápido que hace una década demuestra que podemos avanzar incluso en los lugares más pobres, pero no podemos olvidar ni por un momento el escalofriante dato de que unos 21.000 niños mueren cada día por causas evitables», ha advertido el director ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake.

Lake ha hecho especial hincapié en la necesidad de centrar «las inversiones en las comunidades más desfavorecidas» para poder «salvar las vidas de más niños de manera más rápida y efectiva». Entre 1990 y 2010, la tasa de mortalidad de niños menores de cinco años disminuyó en más de un tercio, de 88 muertes por cada 1.000 nacidos vivos a 57.

Este ritmo de reducción de la mortalidad en niños menores de cinco años es insuficiente para alcanzar el Objetivo de Desarrollo del Milenio 4 (ODM 4), que aboga por una reducción en dos tercios de la tasa de mortalidad de niños menores de cinco años para el año 2015.

«La reducción de la mortalidad infantil está relacionada con muchos factores, sobre todo el aumento del acceso a servicios sanitarios de los recién nacidos. También la prevención y el tratamiento de enfermedades infantiles y mejoras de la nutrición, la cobertura de vacunación, el agua y el saneamiento», ha explicado la directora general de la OMS, Margaret Chan.

Chan ha subrayado que «invertir en la salud de los niños es usar bien el dinero» y ha abogado por aumentar las inversiones para reducir la mortalidad infantil «en los próximos años». UNICEF y la OMS han explicado que algunas de las mejores más significativas se han registrado precisamente en los países en los que los niños son más vulnerables.

En este sentido, han recordado el caso de Níger, que en 1990 tenía una tasa de mortalidad en niños menores de cinco años de 311 por cada 1.000 niños nacidos y que, el pasado año, se situó como una de las cinco naciones que más ha reducido la mortalidad en este sector, junto con Malaui, Liberia, Timor Oriental y Sierra Leona.

En concreto, las autoridades nigerinas centraron sus esfuerzos en reducir las grandes distancias que existen entre los núcleos de población y los centros de salud y, para lograrlo, desplegaron facultativos médicos «comunitarios» equipados para realizar intervenciones de gran impactos en miles de nuevos puestos de salud.

Tanto Chan como Lake han subrayado que el compromiso de los gobierno con la lucha contra la mortalidad infantil y la puesta en marcha de estrategias para aumentar el acceso a los servicios sanitarios son factores de éxito esenciales.

El informe elaborado por UNICEF y por la OMS muestra que los recién nacidos y los bebés son los que tienen mayor riesgo de morir y que este sector ha registrado menos avances en los últimos años que el de los niños menores de cinco años. En concreto, más del 40 por ciento de las muertes de niños menores de cinco años se producen durante el primer mes de vida y más del 70 por ciento durante el primer año.

Las dos organizaciones no gubernamentales han afirmado que las «mejoras» y «avances» registrados en la reducción de la mortalidad infantil son «alentadores» pero han advertido de que «continúan produciéndose importantes disparidades».

En este sentido, han recordado que el Africa subsahariana sigue teniendo las mayores tasas de mortalidad infantil, toda vez que uno de cada ocho niños mueren antes de los cinco años en esta región, lo que supone «más de 17 veces la media de las regiones desarrolladas». El sur de Asia continúa siendo la segunda región con las tasas más altas, con uno de cada quince niños fallecidos antes de cumplir cinco años.

Las muertes de menores de cinco años se concentran en esta dos regiones. En 1990, el 69 por ciento de los fallecimientos de niños de menos de cinco años se registró en el sur de Asia y en Africa subsahariana, mientras que en 2010, casi la mitad de todas las muertes de niños se produjeron en India, Nigeria, República Democrática del Congo, Pakistán y China.

Los datos sobre la evolución de la mortalidad infantil han sido publicados por UNICEF y la OMS en su informe conjunto ‘Niveles y tendencias de la mortalidad infantil 2011’, publicado por el Grupo de Naciones Unidas para la Estimación de la Mortalidad Infantil (IGME, por sus siglas en inglés).

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