Palabras que sanan el alma:«Es necesario ayudar a otros, no en nuestras oraciones, sino en nuestras vidas diarias»: Dalai Lama
Muy rica en agua y en potasio, la calabaza con sus diferentes colores, texturas, formas y sabores, ha protagonizado un sinfín de leyendas hasta convertirse en el emblema del terror de la noche del 31 de octubre. Ejerce una función diurética al igual que su pariente el calabacín.
El origen de esta hortaliza según los escritos se remonta a la época anterior a Cristo no obstante, a pesar de que en ellos se localiza en una zona o en otra, el lugar se desconoce. Se han encontrado restos de ella en las tumbas incas precolombinas.
La calabaza es una fuente de agua y de potasio. El potasio además de evitar que las células sufran deshidratación, es necesario para que se lleve a cabo el metabolismo de los hidratos de carbono y de las proteínas. Un consumo excesivo o escaso de potasio es perjudicial para el corazón. Este mineral se encuentra también en diferentes alimentos como en la lechuga, en los pepinos, en los pimientos, en las ciruelas, en fresas, en cítricos, en plátanos…
Contiene diferentes sales minerales – como fósforo, calcio, hierro- y vitaminas A, B, C y E. La vitamina A es necesaria para el buen funcionamiento de la vista para el mantenimiento de los tejidos. Además, favorece el crecimiento y desarrollo de los huesos y ayuda en la absorción de hierro y en la cicatrización de heridas. La vitamina C es un potente antioxidante que protege al ser humano contra diferentes tipos de cánceres y refuerza el sistema inmunológico. Su carencia puede originar el desarrollo del escorbuto, una enfermedad prácticamente desaparecida en la actualidad, según cd.
Tiene un efecto diurético y su nivel calórico es muy bajo, tan solo aporta al organismo 12 calorías por cada 100 gramos consumidos. A su vez contiene proteínas, hidratos de carbono y fibra. Debido al elevado contenido de vitaminas, sales minerales y fibra propio del grupo alimentario formado por verduras y hortalizas, la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) recomienda consumir diariamente entre dos y tres raciones de estos alimentos, una de ellas de forma cruda.
Muy Importante: Consulte siempre a su médico para conocer los detalles concretos de su perfil y si es aconsejable o no para usted.
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