CANNES 2023 PERIODISTA DIGITAL

76 Festival de Cannes: El gran Michael Douglas, Palma de Oro de Honor, se confiesa

El actor norteamericano de 78 años, Michael Kirk Douglas ((Nuevo Brunswick, Nueva Jersey, 25 de septiembre de 1944) recibió ayer, 16 de mayo de 2023, en la ceremonia de Inauguración del Festival de Cine de Cannes,  la Palma de Oro de Honorífica. En un documental  producido por ARTE, de Cannes Classics, MICHAEL DOUGLAS: THE CHILD PRODIGY, dirigido por Amine Mestari,  habla de interesantísimas facetas de su vida.

Michael Douglas
Michael Douglas PD

Michael Douglas lleva 55 años en el mundo del cine. En realidad, lleva toda su vida, ya que es hijo del legendario Kirk Douglas y de la actriz de teatro Diana Douglas. Ayer, durante la ceremonia de apertura del Festival de Cine de Cannes, recibió la Palma de Oro de Honor en reconocimiento a toda su carrera, y, entre otras cosas, afirmó lo mucho que significa para él este premio. “Hoy cientos de festivales en el mundo, pero solo hay un Cannes”. Recordó lo mucho que aprendió de Karl Malden rodando la serie Las calles de San Francisco, de su padre, y de los equipos con los que ha trabajado a lo largo de su carrera. También  desveló algo muy significativo: “Uno trabaja igual de duro en los éxitos que en los fracasos”. 

En un interesantísimo documental de 52 minutos que forma parte de la sección Cannes Classics, Michael Douglas ofrece una larga entrevista, intercalada con imágenes de archivo de rodajes y con  declaraciones pasadas, tanto suyas como de su padre, Kirk Douglas.

MICHAEL DOUGLAS, THE CHILD PRODIGY, dirigido por Amine Mestari, se centra en cómo ser Michael cuando te apellidas Douglas. Cómo aceptar el parecido con tu padre, una de las mayores estrellas de cine de la historia, para reafirmar las diferencias. En él, el actor relata los primeros recuerdos de su vida. Tenía cuatro años, vivía en Laurel Canyon (Los Ángeles), y sus padres no dejaban de discutir. Su madre se mudó con él y su hermano pequeño de vuelta a Nueva York, y la primera vez que Kirk Douglas fue a visitar a los niños y dio un beso en la mejilla a Diana Douglas, Michael comenzó a llorar por el alivio que le suponía la ausencia de peleas.

Kirk Douglas (nacido como Issur Danielovitch, de origen ruso, en Amsterdam, Nueva York, 9 de diciembre de 1916 y fallecido a los 103 años en Beverly Hills, California, el  5 de febrero de 2020) era una estrella gracias a películas como El ídolo de barro- por la que fue nominado al Oscar-, Carta a tres esposas,  El gran carnaval, Cautivos del mal, Senderos de Gloria… En 1960 protagonizó y produjo Espartaco, de Stanley Kubrick. Y Michael, con 16 años, se convirtió en el hijo de Espartaco.

Según cuenta en el documental el homenajeado con la Palma de Oro Honorífica, dada la atención que captaba su padre en contraposición con la poca atención que le dedicaba a sus hijos, él no quería ser actor. Acudió a la Universidad de California en Santa Bárbara y en 1963, sin saber que esa sería su primera actuación, impulsado por el movimiento hippie y la guerra de Vietnam, montó una escena en la que, disparado por detrás por un alumno con una pistola de juguete, su pecho explotaba derramando tinta roja. Y ante el pánico de profesores y estudiantes, gritaba: “Esto es lo que pasa cada día en Vietnam”. Por ese incidente fue detenido por la policía del campus. 

En su tercer año de universidad, tenía que decidir en qué graduarse, y escogió teatro porque, siendo hijo de actores, creyó que le resultaría fácil. A los dos años su padre fue a verle en una obra de la universidad, Mucho Ruido y Pocas Nueces, de Shakespeare, y cuando acabó, su padre le dijo: “¡Michael! Eres pésimo. No se te entendía al hablar, tus brazos caídos… Deja la actuación. Serás un buen abogado”. Al mes volvió a verlo en otra obra y le dijo: “Has estado fenomenal”. 

Michael Douglas hizo varios papelitos en cine, y aceptó la oferta de la serie Las calles de San Francisco (1972), en la que hacía de un joven detective sin experiencia junto a Karl Malden (amigo de su padre y quien se convertiría en su mentor) y Robert Wagner. “Firmamos para hacer 26 capítulos de una hora y una tv movie de dos horas en un año, en el que trabajábamos seis días a la semana. Eso es muchísimo tiempo frente a la cámara, y me ayudó a superar el miedo a ser filmado. Al final fueron cuatro años mágicos en los que aprendí interpretación y producción, y dejé la serie para producir Alguien voló sobre el nido del cuco”.

Michael Douglas

Michael Douglas

ALGUIEN VOLÓ SOBRE EL NIDO DEL CUCO

En 1962 Kirk Douglas había comprado los derechos del libro para hacer una obra de teatro. También la protagonizó, y fue un éxito en Broadway.  En el documental aparece un vídeo de Kirk Douglas en el que afirma: “Durante 15 años tuve los derechos, lo hice en Broadway y durante 10 años no conseguí producir la película. Y Michael me dijo: “Papá, déjame intentarlo a mí… Él consiguió lo que yo no pude”. 

Michael sostiene que nunca pensó en sí mismo como productor, pero aprendió tanto en Las Calles de San Francisco que cuando hizo Alguien voló sobre el nido del cuco (Milos Forman, 1975) se sorprendió a sí mismo de lo mucho que sabía de producción. Decide no contratar a su padre como protagonista, con el consiguiente enfado de Kirk Douglas. “Me arrepiento de que mi padre no hiciera de McMurphy, y durante mucho tiempo ha estado enfadado conmigo por eso. Y lo entiendo, porque, como actor, no hay tantos papeles buenos. Pero cuando empezó el rodaje mi padre ya era mayor, y me alegro de que Jack (Nicholson) lo hiciera tan bien. Así que mi padre no puede quejarse”.

El film ganó, entre otros, el Oscar a mejor película (Michael Douglas) y mejor actor (Jack Nicholson). Kirk Douglas nunca ganó un Oscar hasta que le dieron uno honorífico en 1996.

Siguiendo con el relato del documental, con 30 años,  Michael Douglas era multimillonario. Después hizo El síndrome de china, sobre un accidente nuclear, junto a Jack Lemmon y Jane Fonda, y recién casado con Diandra y con un hijo (Cameron), no quería hacer nada deprimente. Así que se pasó a la aventura con Tras el corazón verde (Robert Zemeckis, 1984), junto a Kathleen Turner, y su secuela, La joya del Nilo (1985).

A pesar de todo este éxito, Michael Douglas sentía no tener credibilidad como actor. “Yo seguía siendo productor, y, muchas veces, no me cogían como actor en mis propias películas”. 

Y entonces hace una revelación en cuanto a la interpretación. “Al principio de mi carrera, alguien me dijo: “La cámara siempre sabe si estás mintiendo. ES como un detector de mentiras”. Y yo examinaba la cámara como si fuera la máquina de rayos X de un dentista. Yo era un poco actor de método, y todo era doloroso y difícil. Todo se basaba en quitarte la máscara, no hacer el personaje y sacar fuera toda la verdad, bla, bla. Y después, cuando preparaba el papel de Atracción Fatal (Adrien Lyne, 1987), me dije: “El personaje es un abogado de Nueva York. Yo puedo ser un abogado de Nueva York. Es adúltero. Hmm. Cabe la posibilidad de que pueda serlo (ríe). Por tanto, pensé que podría ser esta persona, no el personaje, sino que era como yo. Y me di cuenta de que la cámara sabría si mentía. Pero yo miento cada día. A veces son mentirijillas, y otras son mentiras más grandes, y fue cuando me di cuenta de que actuar es mentir. Todo gira en torno a mentir. Y una vez que comprendí que tenía esa libertad, mi actitud hacia la actuación cambió radicalmente, y empecé a disfrutar mucho más de todo el proceso. Porque hasta entonces, y a pesar de mi éxito, me preguntaba: “¿Cómo me deshago de la sombra de mi padre? Porque en esto no es bueno parecerse a él. Al principio de mi carrera me decían: “Oh, cómo te pareces a tu padre… ¡Esa expresión!” Y yo decía: “Gracias, gracias”. Pero eso no te lleva muy lejos”.

WALL STREET

Oliver Stone convierte a Michael Douglas en un magnate de las inversiones sin escrúpulos en Wall Street (1987), y es sorprendente lo que hace para conseguir lo mejor del actor. “En la segunda o tercera semana de rodaje- explica Douglas en el documental- Oliver Stone vino un día a mi tráiler y me dijo: “Qué tal estás”. Contesté: “Bien”. “¿Estás tomando drogas?”, me preguntó. “No, no, qué va”. Y me soltó. “Porque parece que no has actuado en tu vida”. Y Gordon Gekko (el nombre del personaje) se derritió (ríe). Así que me fui a ver algunas escenas rodadas, pensé que estaban bastante bien, y volví al director y le dije: “Oliver, yo creo que están bien”.  Y me dijo: “Sí, ¿eh?” Lo que Oliver quería era un poco más de grosería, de crudeza, un poco más de rabia en Gordon Gekko. Y estaba dispuesto a quedarse tras la cámara y tenerme jodido y cabreadísimo con él para conseguir llevarme al límite. Reconozco que tras esa conversación, trabajé y me esforcé el doble. Hasta ese momento era la película más importante de mi carrera y no sabía la trascendencia que tendría la frase: “Greed is good” (La avaricia es buena).Fue un fenómeno. Algunos me decían que habían entrado en el mundo de las finanzas por mí. Me encanta ese tipo de papeles. El mal, como la droga, es muy atractivo”.

Con Wall Street, Michael Douglas consiguió su segunda estatuilla, esta vez, a mejor actor. “El Oscar significó que había salido de la sombra de mi padre. Fue importantísimo para mí. Además, los actores consideraron que me merecía una nominación, y me ayudó muchísimo a establecer mi propia identidad. Era yo mismo, no el hijo de Kirk”. 

MICHAEL DOUGLAS: THE CHILD PRODIGY (Michael Douglas, el niño prodigio), podrá verse próximamente online en el canal ARTE TV. Si pueden, no se lo pierdan.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído