Anhelo, una conmoción de belleza trascendente

Anhelo, una conmoción de belleza trascendente

Este espectáculo remueve las mentes y agita las conciencias. La propuesta del coreógrafo jienense Mario Bermúdez y la compañía Marcat Danza es un terremoto espectacular con pocos parangones. Una de esas gloriosas ocasiones en que la danza se hace sagrada y comunica con el infinito.

¿Pero de dónde sale tal sorpresa? Pues resulta que Mario Bermúdez Gil estuvo cuatro años en la Batsheva Dance Company y a la vuelta fundó junto a la bailarina norteamericana Catherine Coury en 2016 esta pequeña compañía innovadora, con la que han actuado ya e impartido talleres por tres continentes, cosechando algunos galardones. Estrenaron ‘Anhelo’ en el Festival Internacional de Danza de Itálica en 2019 y han llegado a Madrid en Danza con una única actuación ayer, una presencia que sin duda pasará a los modestos anales de este insistente y magnífico certamen.

Nos recuerdan que un anhelo es un deseo intenso y vehemente de conseguir algo, o la ilusión vana e inútil de materializar imposibles. Un anhelo nos da razones para seguir adelante. Y con frecuencia necesitamos a los otros para avanzar, tanto como los otros nos necesitan a nosotros. Y se crea una ósmosis de necesidades. Los anhelos a veces no son factibles ni realistas y es gesto solidario que los demás te lo hagan saber. Todo esto es lo que quieren contarnos los seis protagonistas de la pieza, en constante desequilibrio y perenne caída, confiando siempre en que el otro impedirá su desgracia. Seis cuerpos dúctiles, sensibles e inteligentes intercambian energías, depositan su confianza en el otro. Una imagen recurrente de un bailarín sujetado con fuerza por el resto del equipo. Puede que traten de no dejarle caer pero cabe también la posibilidad de que impidan que salga volando.

Sobre esta sólida base conceptual, también ‘Anhelo’ es una avanzada propuesta formal de composiciones espaciales y cuerpos en armonía. Transcurre con serenidad y precisión al ritmo de una banda sonora impresionante, en la que José Pablo Polo une al instrumento más sensible, la guitarra, los sones de nuestra época y el crepitar abrumador de la música electrónica, apoyada la iluminación de Olga García diseñando atmosferas cambiantes en cada etapa musical.

Dicen ellos y tienen razón que su propuesta está lejos de la frialdad de cierta danza contemporánea racional, al ubicarse más cerca del crepitar de las emociones gracias a una ejecución orgánica que exige una implicación no solamente física de los que la bailan. Pocas veces hemos notado en los danzantes tan completa implicación, tan sabia y al mismo tiempo espiritual compenetración con lo que expresan sus cuerpos. La paleta expresiva es de una riqueza abrumadora que adquiere belleza descomunal en los tramos armónicos y se deconstruye violentamente en los excesos epilépticos, esas convulsiones incontroladas y repetitivas tan frecuentes en la danza actual para describir la impotencia humana.

Los sesenta y cinco minutos de la pieza son un desafío sobrecogedor, una atónita experiencia que se inicia desconfiada, ronda en ocasiones el éxtasis y acumula angustia progresivamente. Hay un momento de clímax a partir del cual los últimos minutos ya poco más aportan antes de un extemporáneo final para el que había habido varios momentos anteriores más oportunos.

Marilisa Gallicchio, Andrea Pérez y Martina Cabrero son una excelente conjunción de técnica y sentimiento. David Eusse y Javier de la Asunción son dos guerreros que realizan esfuerzos sobrehumanos, y Mario Bermúdez nos pareció el punto de encuentro de ambas dimensiones.

Esta pieza es fabulosa y el público de la recatada sala negra de los teatros del Canal mostró a su terminación un enorme entusiasmo. El sábado estará en Elche y luego se marcha a Richmond (Virginia, EEUU). Volverá a Marbella y Palma, pasará por Vilches, la patria chica de Bermúdez, y luego irá a Parma, Italia. No la olviden. Se merece mucho pero mucho la experiencia de contemplarla. Aquí les dejamos una pequeña muestra.

VALORACIÓN DEL ESPECTÁCULO (del 1 al 10)
Interés: 10
Coreografía: 9
Música: 9
Interpretación: 9
Puesta en escena: 9
Producción: 9

Teatros del Canal

MADRID EN DANZA
Anhelo
Marcat Dance
21 de abril de 2021

Coreografía: Mario Bermúdez Gil
Ayudante de coreografía: Catherine Coury
Bailarines: Mario Bermúdez, Marilisa Gallicchio, David Eusse, Andrea Pérez, Javier de la Asunción y Martina Cabrero.
Música: José Pablo Polo
Diseño de iluminación: Olga García
Directora técnica: Mamen B. Gil
Vestuario: COS
Distribución: Claudia Morgana (Danzas del Mundo)
Anhelo es una coproducción de Marcat Dance con el Festival Internacional de Danza de Itálica.

Sala Negra. Duración: 1h 05min
Encuentro con el público tras la función.

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Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

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