Cuando tan solo tres personas -bailaor, cantaor y guitarrista- pueden llenar un escenario como si fueran toda una orquesta sinfónica, todo un cuerpo de baile, todo un enorme coro, es cuando se comprende la fuerza y la magia del flamenco, lo que lo hace una expresión única y excelsa entre todas las artes. Él, iconoclasta rompedor por antonomasia, mira atrás para coger impulso, vuelve a repasar las esencias y lo hace agitándolas con ayuda de dos colegas a su altura.
Este espectáculo tiene ya quince años y ha subido a muchos escenarios de todo el mundo. Nació como un homenaje heterodoxo a las esencias del género, pero tiene vida propia y en esta última versión es una sucesión de recreaciones, variaciones, distorsiones y elaboraciones de riqueza deslumbrante. El flamenco más clásico se retuerce en la tumba, resucita desde el mausoleo y se enriquece en matices y variaciones para hacerse universal y vestirse de estreno.
Israel Galván, David Lagos y Juan Requena montan este exquisito recital como si lo estuvieran improvisando, y la sencillez y la naturalidad irradian lo que a los montajes y coreografías más sofisticados les cuesta alcanzar. Galván sigue siendo un mago del compás, un fabricante de percusiones infinitas, un creador de imperfecciones atinadas, un iluminado de paseos oblicuos, de perfiles estéticos, un brujo cuyos recursos expresivos parecen no tener fin. Su originalidad contagia las inspiradas recreaciones de Lagos y Requena, y los tres se convierten en una sorpresa de principio a fin del espectáculo, tan austero y deslumbrante al mismo tiempo, tan sencillo como excepcional.
Los ochenta minutos anunciados se prolongaron en un final de fiesta divertido y el aforo repleto de la gran sala roja quedó maravillado.
Dice su director artístico, Pedro G. Romero: ‘… Siempre se escapa un brazo de su ángulo, se desdibuja el suelo debajo del zapato, el equilibrio está a punto de perderse y casi se ve el cuerpo ya caído, extendido a lo largo del suelo… Hablamos del baile de Israel Galván no como de un tiempo nuevo, sino de la exposición de nuevos aspectos del baile que provienen desde el fondo de los tiempos. La cara oculta o mejor, el rostro completo de un baile que quiere ser clásico y que solamente ahora, con Israel Galván, se muestra en todo su esplendor, verdadero y barroco… Lo que brilla en el escenario es una referencia al tiempo, sí, a los tiempos complejos del maridaje del toque, el cante y el baile flamencos. Simplemente eso. Un juego de tiempos en una sesión de factura clara, luminosa, resplandeciente. Una guitarra, la garganta de David Lagos y los pies de Israel Galván. Solo les digo que no pierdan de vista las sombras, la edad de oro fue siempre una época de espejismos y trampantojos’.
Israel Galván, hijo de bailaores sevillanos, desde los cinco años ha vivido los ambientes de tablaos, fiestas y academias de baile. En 1994 entró a formar parte de la recién creada Compañía Andaluza de Danza dirigida por Mario Maya, En 1998 presentó ¡Mira! / Los zapatos rojos, primer espectáculo de su propia compañía. Desde entonces se suceden La metamorfosis (2000), Galvánicas (2002), Arena (2004), La edad de oro (2005), Tábula rasa (2006), Solo (2007), El final de este estado de cosas, Redux (2008), La curva (2010) (ver nuestra reseña) y Lo real / Le réel / The real (2012) (ver nuestra reseña). Pero el dossier de Suma Flamenca se queda algo corto teniendo en cuenta que hizo FLA.CO.MEN en 2015 (ver nuestra reseña) y presentó La fiesta en Avignon en 2017 con fuertes abucheos (ver nuestra reseña de su paso por Madrid); que revisó Arena en 2018 en La Maestranza de Sevilla, y que en 2019 y 2020 ha subido a los escenarios varias veces, incluido este teatro, su personal versión de El amor brujo de Manuel de Falla. Además de colaborar con el coreógrafo Akram Kahn en Torobaka, participar con Gelabert y Maya en un experimento conjunto, Soliloquios, en el Museo de la Universidad de Navarra bailando frente a obras de Palazuelo, Tapiès y Chillida en 2019, asociarse con la familia gitana Romanés para montar Gatomaquia en un circo en 2020, y muy recientemente presentar con el Niño de Elche el espectáculo conjunto ‘Mellizo doble’ en el centro cultural Condeduque de Madrid.
Podríamos decir que una etapa experimental de casi una década ha sucedido a otra, la de la primera década, más convencional, en la que entregó nueve coreografías completas. Y ahora vuelve a mirar atrás, a revisar esta La edad de oro creada hace quince años, que ya se vio de nuevo hace justo cinco en estos Teatros del Canal. Entonces a la guitarra estuvo Alfredo Lagos y la iluminación la puso Rubén Camacho. Además, ha dirigido a su hermana Pastora en una versión que introduce nuevas variantes. ‘La Edad de Oro’ es un espectáculo creado para ser banco de pruebas, dijo en aquella ocasión, explicando que se trata de una obra que nació de la incomprensión ajena, del rencor de que se le tratase como bailaor experimental cuando lo que pretendía era bailar flamenco a secas, sin un concepto predeterminado. De la rabia decidió hacer algo raro pero a la vez jondo, un montaje en el que constantemente sustituía elementos que iba probando para otros espectáculos.
Le han llamado el Picasso de lo jondo, una máquina de percusión, la vanguardia del flamenco. Se diría que se acerca a la cincuentena con más inquietud que nunca, espoleado por una búsqueda insaciable, quizás permanentemente insatisfecho. Nos sentimos tentados de especular con el hecho de que su edad de oro estuviera en torno a esa cuarentena de madurez y que conforme se acerca a los 50 y busca ir más allá, siente que no lo consigue mientras repasa lo hecho. No obstante, este espectáculo demuestra que está en la plenitud, que sigue en su edad de oro y que podemos todavía esperar de él más sorpresas gratas.
En su última visita a Perú declaraba: ‘A esta pieza la veo como un apartamento mío al que vuelvo como si volviera de viaje, entonces al final sería como mi casa… Creo que van a ver un concierto de flamenco. Los que vayan, solo van a oír flamenco. ‘La edad de oro’ es una posibilidad de invitarlos a mi casa’.
Aproximación al espectáculo (valoración del 1 al 10)
Interés: 9
Concepto: 8
Baile: 8
Cante: 9
Música: 9
Escenografía: 6
Iluminación: 7
SUMA FLAMENCA 2021
16º Festival Flamenco de la Comunidad de Madrid
Teatros del Canal
Israel Galván – La edad de oro
Estreno en Madrid
Israel Galván, bailaor
David Lagos, cantaor
Juan Requena, guitarrista
Domingo, 7 de noviembre de 2021
Duración: 80 min.
