Siguen saliendo datos a la luz y algunos son perturbadores.
Los investigadores, que descartaron este 4 de septiembre de 2019 la teoría de una muerte accidental por una caída, encontraron grandes cantidades de medicamentos en la mochila de Blanca Fernández Ochoa.
La bolsa, que también contenía una botella de vino, queso y otros víveres, estaba a 1.700 metros de altitud, 200 menos del lugar en el que se encontró el cuerpo de la esquiadora.
El Instituto Anatómico Forense ha llevado a cabo los primeros análisis del cadáver este jueves y se espera la publicación de un primer informe preliminar que aclare las circunstancias en las que Blanca perdió la vida.
De momento, se ha publicado que podría llevar muerta entre 8 y 10 días por el estado de descomposición en el que se halló el cuerpo y que fue reconocido por los familiares gracias a objetos personales que portaba, como ropa o joyas.
También ha trascendido que no presenta traumatismos severos que pudieran ser los causantes de una muerte por caída o accidente y que en la mochila que portaba había no solo comida sino también grandes cantidades de medicamentos.
Hay que recordar que Blanca había sido diagnosticada con trastorno bipolar en su infancia y que no atravesaba un buen momento anímico, por lo que no es de extrañar que llevase consigo el tratamiento diario recomendado por su médico, pues su intención era pasar cuatro días en la sierra, según recoge informalia.
La autopsia de Blanca, que según los expertos tardará horas en ser concluyente, arrojará luz a una muerte que ha conmocionado a toda España.