Desde el Atlántico

Carlos Ruiz

Matanza en Gaza, humillación en Nazareth: ¿qué dirán los «neoliberales»?

Los medios occidentales y árabes se fijan en la matanza de los cuerpos árabo-musulmanes que Israel ha cometido en Gaza. Pero ¿cuántos de esos medios prestarán atención a la humillación que judíos y árabo-musulmanes imponen a los árabo-cristianos en Nazareth?

Se cuentan ya 225 muertos. Israel ha vuelto a cometer otra matanza brutal en Gaza, confiado en que sus matanzas siempre son impunes para la legalidad internacional. Como en otras ocasiones, también ahora un Estado (Libia) plantea la cuestión en el Consejo de Seguridad donde la mayoría de los Esados querrá condenar a Israel pero donde no habrá resolución porque USA la vetará. Eso sí, USA igualando a ambos lados pide a Hamas que «ponga fin a sus actos terroristas» y a Israel que «evite» provocar víctimas civiles.
Da igual que la matanza sea un crimen internacional. Da igual que sea indiscriminada. Da igual que el bombardeo se hiciera alcanzando a niños que salian de la escuela. Da igual todo.

Mientras tanto, nuestros «neoliberales» se conforman con decir que «el ataque llega después de que los terroristas volviesen a lanzar cohetes contra su territorio». ¿Y justifica esto la matanza de civiles? En la lógica del «ojo por ojo» ¿alguien puede explicar con qué legitimidad se puede condenar después el «terrorismo» para repeler estos «ataques»?

La lógica estúpida es que «como la otra parte no respeta el Derecho, yo tampoco». Pero, si una parte se desvincula del Derecho porque la otra no cumple el resultado es que nadie respeta el Derecho. Sólo queda la ley de la selva. Y en la selva ¿quien puede acusar al otro de que lo que hace (llámenlo terrorismo si quieren) es «ilegal»?

Y en este clima de impunidad, nos enteramos de que los árabo-musulmanes colocan ¡¡en Nazareth y en Navidad!! una pancarta en inglés y árabe con un versículo del Corán (112:1-4) que contradice la fe cristiana al decir que Dios no engendró ningún hijo. Pero tan grave como el atentado islámico es la «tolerancia» de las autoridades judías para que prosiga esta humillación.
El alcalde, Ramiz Jaraizy, sin embargo, dice:

No creo que eso sea una provocación contra nadie. Mi punto de vista es que no es el lugar correcto para ponerlo [se ve que otros lugares sí lo son] ni el modo correcto de hacerlo [se ve que sí hay otro modo ‘correcto’]

Y como no es una provocación para nadie, ya ha dicho que no va a quitar la pancarta porque claro, no va a «caer en la trampa» de la «provocación» que buscan los islamistas si se retira la pancarta.

De momento, la noticia ha sido silenciada por la prensa «neoliberal» no sea que alguien se pregunte cómo es posible defender aquí los principios del Cristianismo frente a la ofensiva descristianizadora de zp mientras apoyamos a un país que hace lo mismo que nuestro vituperado presidente.

No estoy seguro de lo que diría el señor alcalde si algún árabo-musulmán pusiera una pancarta diciendo que «el holocausto es mentira». No sé por qué me da que entonces su discurso sería otro. De momento algunos ya dicen que no es admisible que la el «anti-semitismo» sea equiparado a la «islamo-fobia». Todavía hay clases, señores.

Gaza y Nazareth parecen dos casos distintos… pero a quien no le inmuta un ataque contra el Espíritu como el de Nazareth… ¿por qué le van a afectar los ataques contra los cuerpos?

POST DATA (29-XII-2008):
En una primera versión apunté que el Sr. Ramiz Jarazy era judío. Un lector me ha informado de que es árabe cristiano.

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Autor

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental Universidad de Santiago de Compostela

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional
Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental
Universidad de Santiago de Compostela

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