La sustracción del Códice Calixtino ha dejado al descubierto algunas vergüenzas de nuestra administración y nuestra sociedad. La prensa clama por la inmensa gravedad que tiene la pérdida de una obra esencial para la historia y el arte en España y en Europa. Pero quiero tratar otras cuestiones que me parece que han sido ignoradas: la responsabilidad del Estado y el lamentable estado cultural de la mal llamada “generación mejor preparada de nuestra historia”.
La prensa ha llamado la atención, con razón, sobre las lamentables circunstancias de la sustracción: medidas de seguridad penosas y falta de control alarmante. Algo que no deja en buen lugar al arzobispado ante la celebración del 800 aniversario de la catedral. Pero la prensa no se ha preocupado de indagar sobre la responsabilidad de las administraciones civiles en esta catástrofe. La Ley de Patrimonio Histórico Español (LPHE) de 1985 establece que la administración del Estado podrá inspeccionar en todo momento la conservación de los bienes muebles del patrimonio histórico español (art. 26.6.a). Además, el artículo 36.3 LPHE establece que cuando los titulares de los bienes protegidos tienen obligación de que sean adecuadamente “conservados, protegidos y custodiados”, pues en caso contrario, el Estado podrá ejecutar subsidiariamente esas medidas. Pues bien, los asombrosos datos que se han conocido sobre las circunstancias de la sustracción revelan que el arzobispado de Santiago ha incumplido gravemente sus obligaciones… sin que el Estado se haya molestado en inspeccionar y, consecuentemente, adoptar las medidas necesarias para impedir esta tragedia. Algo sorprendente. O no tanto, si recordamos el manifiesto desprecio que ha mostrado el gobierno Rodríguez a todo lo relacionado con la catedral de Santiago y el fenómeno jacobeo.
Ese mismo Rodríguez decía demagógicamente en la campaña electoral que nuestro sistema educativo había producido la “generación mejor preparada de nuestra historia”. Lamentablemente era una de las mentiras de Rodríguez. La realidad es que la logse ( agravada ahora con el llamado proceso de Bolonia) va a producir una de las generaciones peor preparadas de nuestra historia, a la que le va a ser muy difícil salir adelante con esa “formación”. La sustracción del Códice Calixtino nos ofrece ya pruebas. El Faro de Vigo (decano de España) y Público (faro del zapaterismo) han calificado al Códice como “incunable”. “Público” en portada. Antes sabíamos que un incunable es un libro impreso en el invento de Gutemberg antes de 1500… Por ello, o se ignora lo que significa “incunable” o se ignora que en el siglo XII no existía la imprenta…
NOTA:
Este artículo se publicó originalmente en el diario ABC, edición de Galicia, el sábado 9 de julio de 2011.
