Desde el Atlántico

Carlos Ruiz

Escándalo de los desahucios: SÍ hay alternativas

La tragedia del último suicidio provocado por la legislación hipotecaria española ha puesto de relieve, el escándalo y las deficiencias de nuestro sistema. Y lo ha hecho de forma paradójica porque el último suicidio fue provocado por una hipoteca contratada, no para comprar una vivienda, sino para avalar la deuda de un hermano. Que esta legislación hipotecaria exista no es sino una prueba empírica de que la «democracia» tiene más de mito que de realidad, pues ¿cómo explicar que se haya aprobado una legislación que protege los intereses de la minoría (los banqueros) y perjudique y deje indefensa a la mayoría de los ciudadanos? La tensión social sigue aumentando y, bajo una presión creciente, ¡¡¡ahora!!! se dice que hay que poner parches a esta legislación escandalosa. Sin embargo, no es cuestión de parches. Es cuestión de un cambio radical en esta legislación. Vuelvo a recordar la alternativa que he planteado a la actual legislación hipotecaria.

El día 14 de mayo de este año publiqué en este blog un artículo titulado «Crisis financiera española: una propuesta alternativa«.
Creo que lo dicho entonces sigue siendo válido. Por ello, reproduzco con un añadido final a lo ya dicho entonces siguiendo la sugerencia de un amable lector.

I. ¿EL SISTEMA FINANCIERO MÁS SÓLIDO… DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL?
El individuo que llevó a España a la ruina dijo, entre muchísimas otras cosas,el 25 de septiembre de 2008:

«quizá España tenga el sistema financiero más sólido (larga y tensa pausa) de la comunidad internacional. Tenemos los mejores datos de eficiencia y de rentabilidad y desde luego unos niveles de solvencia y de provisión muy elevados, superiores a cualquier otro sistema financiero de los países con los que nos podemos comparar.
Nuestro objetivo es superar en renta per capita a Francia (sonrisa) en tres, cuatro años (más sonrisa, pero cabizbaja)»

II. NACIONALIZACIÓN DE PÉRDIDAS COMO «SOLUCIÓN» DE LA CRISIS FINANCIERA ESPAÑOLA
Tres años después, cuando España no había, no ya había superado, sino que ni siquiera se había aproximado al nivel de renta per capita de Francia, y con varias cajas de ahorro nacionalizadas, el nuevo presidente del Gobierno no sólo no inició acciones judiciales contra el responsable máximo de esta ruina, sino que le premió con el Gran Collar de Isabel La Católica.
Unos meses antes, a finales de septiembre de 2011, el gobierno cuyo presidente dijo que España tenía «el sistema financiero más sólido (larga y tensa pausa) de la comunidad internacional» nacionalizó tres cajas de ahorro (Novacaixagalicia, Unnim y Catalunya Caixa) cuyos datos de eficiencia, rentabilidad, solvencia y provisión eran ruinosos.
Ahora, unos meses después alcanzar Rajoy el gobierno, en mayo de 2012, se procede a una nueva nacionalización, la de Bankia.

III. UNA PROPUESTA DISTINTA PARA HACER FRENTE A LA CRISIS DEL «LADRILLO»
La situación de las tres cajas nacionalizadas en septiembre de 2011 es evidente que no ha mejorado.
Es, por ello, difícil pensar que la nacionalización de Bankia vaya a mejorar las cosas.
Por ello, conviene plantearse otras posibles alternativas que podrían (y, eventualmente, pueden en el futuro) aplicarse para hacer frente a la crisis financiera.
Parece haber acuerdo en que una causa importante de la crisis de las entidades financieras es su «exposición al ladrillo». O sea, la concesión de créditos para la compra de los cientos de miles de viviendas que se han edificado para regocijo financiero de ayuntamientos y de los partidos políticos que los gobernaban…
Con el aumento del paro y el empobrecimiento general de la población ocurre que muchas de las personas que recibieron esos créditos ahora no los pueden pagar.

1. La política seguida hasta el momento

¿Cuales son las CONSECUENCIAS de la política económica seguida hasta el momento?
– el particular se ve desahuciado de la casa;
– el banco se queda con la casa;
– y el Estado da a los bancos una cifra global por las pérdidas que sufren, sin que se pueda distinguir cuantas de esas pérdidas se deben a los numerosos impagos de los particulares y cuantas a la mala gestión.

CONCLUSIÓN:
– el banco se queda con la casa y el dinero;
– el Estado se queda sin dinero;
– el ciudadano se queda sin casa y sin dinero (hay que aumentar los impuestos para que el Estado tenga dinero que poder dar a los bancos).

Este es el modo en que se está gestionando la crisis financiera en España. Queda claro quien es el principal beneficiado y quien el principal perjudicado con esta política.

2. Una propuesta para hacer otra política.
Pero las cosas se pueden hacer de muchas otras maneras.
– Una, defendida por algunos economistas, ya la he sostenido aquí: dejar quebrar los bancos («El capitalismo de Estado: que los contribuyentes paguen las pérdidas de los bancos«).
– Otra, a la que no me he referido antes sería la siguiente: que el Estado pagara LA DEUDA HIPOTECARIA CONCRETAMENTE EXISTENTE, bien directamente al banco o bien al ciudadano. De este modo, una vez constatada una deuda hipotecaria impagada, en lugar de que el Estado diera a los bancos, como ahora, cantidades globales, daría (bien al banco, bien al ciudadano) sólo las cantidades EFECTIVAMENTE ADEUDADAS POR LAS CONCRETAS VIVIENDAS.

¿Cuáles serían las CONSECUENCIAS de esta forma de hacer las cosas?
– el particular seguiría viviendo en la casa;
– la casa quedaría propiedad bien del ciudadano (si el Estado se subroga en el crédito hipotecario) o bien del Estado (si el Estado compra la vivienda, que quedaría incorporada a una «bolsa de viviendas» que podría utilizar el Estado en el marco de su política social);
– y el Estado da a los bancos sólo el dinero que pierden como resultado de los numerosos impagos por los particulares… con lo cual si siguen teniendo pérdidas quedaría claro que se deberían no a los impagos sino a una mala gestión.

CONCLUSIÓN
– el banco se queda con el dinero, pero no con la casa;
– el Estado o bien se queda con el dinero que pueda cobrar al particular o se queda con la casa;
– el ciudadano puede seguir viviendo en la casa y se le quita menos dinero que hasta ahora (pues habría que aumentar menos los impuestos pues el Estado sólo pagaría los impagos de deudas pero no la mala gestión de los bancos).

Este es el modo en que se podría gestionar la crisis financiera en España haciendo otra política diferente de la que siguió el individuo que arruinó España.
Quedaría claro quien sería el principal beneficiado (el ciudadano) y quien sería el que más esfuerzos tendría que hacer para mejorar su gestión (el banco).

IV. URGE VOLVER A CREAR UN BANCO PÚBLICO
La nacionalización de las cajas arruinadas plantea la necesidad de por qué no se puede crear un «banco público» que no se edifique sobre la compra de entidades privadas en pérdidas.
¿Porque no un banco público?
Si existiera un banco público, sería posible que muchos ciudadanos pudieran contratar su hipoteca con ese banco público que podría reutilizar los beneficios en beneficio de todos, y no solo de unos cuantos incompetentes de la banca privada. Un banco público generaría beneficios para el Estado y lo más importante es que en caso de que algo vaya mal, los ciudadanos tendrían algún tipo de mecanismos para exigir responsabilidades a los responsables, a diferencia de lo que ocurre con los directivos de los bancos y cajas privados que parecen exentos de responsabilidades por errores e incluso se benefician de ¡bonus! por su «gestión».

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental Universidad de Santiago de Compostela

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional
Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental
Universidad de Santiago de Compostela

Lo más leído