Creo que soy de los pocos que dijo que UPyD estaba a las puertas de una crisis. Así lo dije en este blog el día 26 de junio. No han pasado dos meses desde mi vaticinio y veo que se cumple… aunque nunca pude pensar que lo iba a desatar el eurodiputado que lo ha hecho que es, en mi opinión, el menos indicado para hacerlo. Ello se suma a un dato que las elecciones europeas pusieron sobre la mesa con especial intensidad: la conveniencia de una convergencia con «Ciudadanos» que, creo, fui el primero en plantear públicamente en Galicia. @Desdelatlantico

I. LAS ELECCIONES EUROPEAS Y LA CONVENIENCIA DE UNA CONVERGENCIA ENTRE UPYD Y CIUDADANOS
Las elecciones europeas mostraron que «UPyD» y «Ciudadanos» se dirigieron a un electorado relativamente homogéneo, lo que apuntaba a una aproximación entre ambos partidos.
Ese acercamiento, comenté yo en este blog, es especialmente conveniente en lugares como Galicia, donde una eventual coalición entre ambos partidos puede dar a esa hipotética coalición una representación parlamentaria que incluso podría ser decisiva.
Esto escribía yo el día 26 de mayo:

La irrupción de PODEMOS ha hecho que UPyD haya pasado del 5º al 6º puesto en la clasificación, pero ha experimentado un aumento de votos significativo. En este momento UPyD tiene aproximadamente la mitad de votos que el Bng.
A mi juicio, es probable que UPyD haya obtenido sus votos más del PP que del PSOE. La política galleguista y cripto-nacionalista del PP de Galicia hace que, insisto, a mi juicio, una parte de los votos de ese partido se hayan dirigido a UPyD.
Este aumento es muy significativo en las ciudades (La Coruña, Santiago de Compostela, Vigo) donde está por encima del 4%.
(…)
Se especuló en su momento que «Ciudadanos», cuyo origen está en Cataluña tuviera mejor eco en Galicia que la «centralista» UPyD. No ha sido así. Aunque Ciudadanos es la 7ª formación política de Galicia, su porcentaje de voto ha sido del 1’61%, es decir, la mitad que UPyD.
Ahora bien, adviértase que si UPyD y Ciudadanos sumaran sus votos, en Galicia conseguirían el 5’28% de votos lo que haría casi segura su presencia en el Parlamento gallego. No me cabe duda de que las direcciones de ambos partidos trabajarán en esa dirección en Galicia.

II. LAS ELECCIONES EUROPEAS Y LA EXITOSA IRRUPCIÓN DE «PODEMOS»: UNA CRISIS EN UPYD QUE SE VEÍA VENIR
A raíz del descubrimiento de que varios eurodiputados, incluída Rosa María Díez González cuando era del PSOE, tenían una SICAV en Luxemburgo.
El 26 de junio escribí en este blog:

Pero lo que me parece que nadie podrá discutir que el escándalo SICAV tendrá un impacto muy importante en UPyD… si no se hacen las cosas bien.
UPyD está en un momento crítico:
– objetivamente se abren posibilidades de crecimiento enorme por la crisis (terminal) del PSOE y (cuasi-terminal) del PP;
– pero existen dos formaciones que disputan, en distintos aspectos el electorado de UPyD: Ciudadanos y Vox. La primera ha hecho las cosas mejor que la segunda, como se ha visto.
Esto significa que un (nuevo) error NO CORREGIDO de UPyD puede tener consecuencias fatales para esta formación.
¿Ha llegado el momento de sacrificar a Rosa Díez para que UPyD sobreviva?

Pues bien, el 19 de agosto, dos meses después, el eurodiputado de UPyD Francisco Sosa Wagner publica en el diario «El Mundo» un artículo titulado «Después de las europeas» donde critica «prácticas autoritarias» en el seno del partido que a él le puso en el número 1 de la candidatura al Parlamento Europeo y reclama una alianza con «Ciudadanos».

Ahora bien, ¿es Sosa Wagner la persona indicada para ello?
Creo que no.

III. SOSA WAGNER TRAICIONA LA POSICIÓN DE UPYD SOBRE EL SAHARA OCCIDENTAL …
El día 10 de diciembre el Parlamento Europeo votó sobre la ratificación del nuevo protocolo pesquero UE-Marruecos (sobre el que he escrito varias veces en este blog).
Cuál fue la sorpresa cuando en la votación el entonces único eurodiputado de UPyD, Francisco Sosa Wagner, se abstuvo, CONTRADICIENDO EL PROGRAMA Y LA POSICIÓN OFICIAL DE SU PARTIDO.
Su voto lo explicó, a mi juicio de forma bastante penosa en la página oficial de UPyD donde se hacen afirmaciones, a mi entender, impropias de un Catedrático de Derecho Público. En ese acuerdo, además, se hace una afirmación que el paso del tiempo, apenas unos meses, ha dejado en ridículo:

El texto resultante de las nuevas negociaciones contiene mejoras y responde a muchos de los criterios solicitados por el Parlamento Europeo.
(….)
un acuerdo que, si bien recoge serias mejoras respecto a los aspectos pesqueros y comerciales

Que el nuevo Protocolo no sólo contiene «mejoras» como quiso hacer creer el lobby pro-marroquí sino que empeora la situación anterior se lo pueden explicar los pescadores que a día de hoy, siguen sin poder faenar en aguas de Marruecos ni del Sahara Occidental.
Pero lo principal es que Sosa afirmó (lo que, a mi juicio, no es del todo cierto a la luz del dictamen del servicio jurídico del Parlamento Europeo de 4 de noviembre de 2003) que «el nuevo acuerdo no aporta ninguna mejora en relación al Sáhara Occidental».

Sosa Wagner traicionó la posición oficial del partido en la cuestión del Sahara Occidental. Ese es el hecho.
Si tuvieron que ver en eso sólo las numerosas presiones ejercidas por el entonces ministro (y, como el tiempo ha revelado, pésimo negociador) Miguel Arias Cañete o si hubo algo más, no lo sé.
Pero el dato objetivo es que Sosa contradijo la posición de su partido en el momento más importante en el que su partido se tenía que pronunciar sobre la cuestión del Sahara Occidental.

IV. .. Y SÓLO AHORA ROSA DÍEZ LO DENUNCIA… TRAS NO HABERLE SANCIONADO EN SU DÍA
Ahora Rosa Díez se queja amargamente del comportamiento de Sosa.
En unas declaraciones hechas ayer dijo:

«Que hable de prácticas autoritarias quien acaba de votar a favor de Juncker como presidente de la Comisión Europea en contra del criterio de UPyD; o quien votó la legislatura pasada a favor de un acuerdo con Marruecos en contra de la posición del partido sobre el Sáhara… Es profundamente injusto»

Ahora bien, ¿por qué esa queja ahora? Cuando Sosa Wagner actuó en diciembre de 2013 contra el criterio del partido no fue sancionado internamente por ello.
Antes bien, se le premió permitiendo (lo que no hubiera sido posible si se le hubiera sancionado y no tuviera apoyo «desde arriba») que volviera a ser jefe de lista de UPyD al Parlamento Europeo.

V. LOS RESULTADOS DE NO HACER BIEN LAS COSAS
Creo que el planteamiento de Sosa Wagner de la necesidad de una convergencia entre UPyD y Ciudadanos es correcto. Yo mismo lo he defendido en este blog.
Como no formo parte de UPyD no estoy en condiciones de verificar sus denuncias de «autoritarismo».
Pero sí puedo decir que no parece que pueda denunciar «autoritarismo» quien se separa de la posición oficial del partido en un asunto especialmente importante y no sólo no es sancionado por ello sino que es premiado.
Por eso mismo, quien en el pasado no denunció ni sancionó una grave deslealtad al partido quizás ha perdido parte de razón para hacerlo ahora.