Desde el Atlántico

Carlos Ruiz

Rechazo público de las insidias de la delegación marroquí ante el Parlamento Pan Africano

Como muchas otras personas he sido objeto de amenazas, calumnias o injurias lanzadas por sujetos que se aprovechan del anonimato de las redes sociales. No obstante, recientemente he sido diana de unas graves insidias lanzadas por personas claramente identificables en un foro especialmente importante. He considerado que para rechazar unas insidias vertidas contra mi persona y mi trabajo el blog es un instrumento más adecuado que otras herramientas como el «twitter» o el «facebook». Por ello, me veo obligado a hacer una excepción para tratar en el blog de un asunto personal, aunque ciertamente conectado con algunos de los temas que más trato aquí. @Desdelatlantico

I. LA APERTURA DEL 4º PERIODO DE SESIONES DEL PARLAMENTO PAN AFRICANO (PAP)
El día 8 de mayo, en Midrand (Sudáfrica) se procedió a la solemne apertura del 4º período de sesiones del Parlamento Pan Africano. Tuve el gran honor de ser invitado especial para dicho evento en mi calidad de Catedrático de Derecho. En la sesión del lunes 8 de mayo se escucharon las intervenciones de dos jefes de Estado africanos (de Burkina y de Malawi) así como de la primera dama de Malawi, aparte de otros importantes políticos (embajadora de la Unión Africana en Estados Unidos, vice-ministro sudafricano de Relaciones Exteriores -ante la imposibilidad de la presencia del ministro-, presidenta del Parlamento de Serbia, presidente del Parlamento Árabe y presidente de la Asamblea Parlamentaria del Mediterráneo). Para el martes 9 de junio quedaron pendientes dos intervenciones de invitados: la del ministro de Defensa de Yibuti y la mía.
En mi comunicación al PAP, me permití exponer a los parlamentarios, en mi calidad de jurista, las normas de Derecho Internacional sobre la vertiente económica de la autodeterminación en el nivel de Naciones Unidas, de la Unión Europea y de la Unión Africana.

II. INSIDIAS CONTRA MI PERSONA Y MI TRABAJO DE LA DELEGACIÓN PARLAMENTARIA MARROQUÍ PRESENTE COMO OBSERVADORA
A las sesiones del Plenario del PAP asistió, en calidad de observadora, una delegación parlamentaria marroquí.
Los miembros de dicha delegación distribuyeron entre los asistentes un escrito, firmado por ellos, con el título «Lettre ouverte à l’attention des participants à la 4ème session du Parlement Panafricain«. Debo subrayar que este escrito NO es un documento oficial del PAP pues sus firmantes no son miembros del PAP sino que, repito, asistieron como observadores. No obstante, aunque no sea un documento oficial, se hizo llegar a un número indeterminado de miembros del PAP en el seno del recinto oficial del Parlamento Panafricano.

En este texto se incluyen las frases que a continuación reproduzco:

dans ce cadre nous vous faisons part de notre profonde préoccupation par rapport aux propos mensongers et injustes, proférés par M. Carlos Ruiz Miguel, prétendument professeur à l’Université de Santiago, venu à la tribune de notre temple démocratique africain faire part de sa haine et relayer les propos de propagande fréquemment relatés à l’encontre de notre pays
(…)
Tout en réfutant l’ensemble des accusations graves contenues dans ledit discours, et en les denonçant, nous vous prions de noter les rectifications suivantes
(…)

III. RECHAZO PÚBLICO DE LAS INSIDIAS CONTRA MI TRABAJO Y MI PERSONA
Ni qué decir tiene que en todo el texto de esa «Lettre ouverte» no se «refuta» ni se «rectifica» ninguna de mis afirmaciones por la sencilla razón de que no se cita expresa y textualmente NI UNA SOLA de las afirmaciones que hice ante el PAP, lo cual plantea la duda racional de si no estaría dicha «Lettre ouverte» redactada ya antes de mi intervención, pues dice «refutar» o «rectificar» cuestiones que ni mencioné en mi intervención.

Dicho lo anterior, me veo obligado a rechazar públicamente este ataque, intolerable, a mi honorabilidad profesional. Y a tal efecto, debo manifestar lo siguiente:

1. Los miembros de la delegación parlamentaria marroquí me acusan de haber hecho «propos mensongers» (afirmaciones falsas), pero en su escrito no dicen cual de mis afirmaciones ante el PAP es «falsa». Dado que el texto de mi intervención está registrado constituye un intolerable ataque a mi honorabilidad profesional decir que, ante el foro que me ha honrado invitándome, he hecho afirmaciones «falsas» y ello sin haber demostrado cual de mis afirmaciones es «falsa», lo cual nuevamente plantea la cuestión de si acaso el escrito no estuviera ya redactado antes incluso de mi intervención.

2. Los firmantes del mentado escrito me acusan de haber hechos «propos injustes» (afirmaciones injustas), pero tampoco dicen cuál de mis afirmaciones es «injusta». Dado que mis afirmaciones fueron reproducción, literal, de textos legales internacionales, no veo como pueden ser «injustas».

3. Los firmantes de este escrito me acusan de ir al PAP a llevar «odio», lo que me lleva a plantear cómo pueden conocer los sentimientos de una persona. Dado que me limité a exponer ordenadamente, y de forma literal, insisto, literal, normas internacionales, resulta inaceptable decir que llevar normas jurídicas a un foro parlamentario sea llevar «odio» o descalificar como «odio» a las normas internacionales que no sean de su gusto. Cualquier jurista sabe que el Derecho no es cuestión de filias o fobias, sino de fría y desnuda lógica.

4. Igualmente me acusan de transmitir afirmaciones de «propaganda», pero dado que me limité a transmitir, y de forma literal, vuelvo a insistir, literal, afirmaciones contenidas en normas internacionales, resulta inaceptable decir que recordar normas jurídicas a un foro parlamentario sea transmitir «propaganda» o descalificar como «propaganda» a las normas internacionales que no sean de su gusto.

5. Finalmente, resulta incalificable que se siembren insidias sobre mi cualidad como profesor («prétendument professeur» – supuestamente profesor). Como hago constar en la página de este blog en que me presento, mi cualidad de profesor (Catedrático de Universidad) consta oficialmente en la página 48915 del número 305 del Boletín Oficial del Estado, de 21 de diciembre de 2001.

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Autor

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental Universidad de Santiago de Compostela

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional
Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental
Universidad de Santiago de Compostela

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