95º aniversario de Bodega Santa Cecilia, y hay un vino en especial para celebrarlo

Parece mentira pero hayan pasado ya 95 años desde que la primera generación Santa Cecilia se pusiera al frente del mostrador.Pero así es: Bodega Santa Cecilia lleva casi un siglo abriendo sus puertas a los vecinos de Madrid, 95 años siendo uno de esos comercios que, con su constancia y trabajo, han formado parte del crecimiento de la capital y del que yo mismo me proveía en los 80 para las bebidas que necesitábamos en la coctelería Casa Fugger

Pero recapitulemos, empezando por el principio, y es que sus orígenes se cimientan en 1922 cuando Pedro Santa Cecilia Muñoz regentaba con el nombre de Santa Cecilia una bodega de corte tradicional típica del Madrid de la época. El fundador de Bodega Santa Cecilia, era en dicho año sólo un trabajador que, con sus ahorros y un poquito de arrojo, se convirtió en empresario. Él era eso que ahora llamamos un emprendedor.

En la década de los 60 su hijo, Pedro Santa Cecilia Berlinches, abrió la Bodega Santa Cecilia que hoy conocemos, siguiendo con la tradición familiar, pero montando un negocio moderno, como cuenta: «Ya en los años 60 anhelaba montar la primera tienda de vinos y abandonar la venta a granel. Y me atreví. La abrí en Blasco de Garay, 74″. En 1968, Pedro Santa Cecilia Berlinches abreióasí el primer autoservicio especializado en vinos y licores de España. El concepto fue un éxito y pronto se convirtió en lugar indispensable en Madrid para encontrar el más amplio y original surtido de bebidas a los precios más competitivos, filosofía que sigue siendo hoy día la base de su éxito: «La tienda era un autoservicio, quería que mis clientes se movieran libremente y tocaran las botellas con sus manos» comenta Pedro Santa Cecilia, que a sus 85 años continúa presidiendo la compañía.

Tres generaciones son ya las que forman parte de la historia de Bodega Santa Cecilia. La tercera generación, Pedro y Mayte Santa Cecilia Lago, movidos por su amor al mundo del vino y a una empresa de larga tradición familiar trabajan para estar a la vanguardia y evolucionar adaptándose a los nuevos hábitos del cliente. Hoy Bodega Santa Cecilia es una empresa que cuenta con tres tiendas físicas, una tienda online, un club de clientes con más de 22.000 socios y un equipo humano de mas de 30 profesionales que trabajan para que Bodega Santa Cecilia siga a la vanguardia, 95 años después, en el sector de la comercialización de bebidas de calidad. Recientemente, Bodega Santa Cecilia ha sido galardonada con el premio a la mejor tienda de vino especializada en la segunda edición de los IWC Merchant Awards 2017.

Pero como anuncíabamos en el titular, sí, es el 95º aniversario, pero además tenemos un vino eb especial para celebrarlo. Todo arranca con el nombre de Santa Cecilia, casi un siglo atrás y en la actualidad: el nombre de la empresa, el apellido de la familia y ahora también el nombre de un Vino de Parcela. Hace unos meses los hermanos Santa Cecilia recibieron la llamada de Juan Carlos López de Lacalle, alma mater de Artadi. ¿El motivo?

El nombre del nuevo vino de Bodegas Artadi y Juan Carlos López de Lacalle, producido en una pequeña parcela de 0,78 hectáreas de viñedo plantado en 1937 llamada Santa Cecilia. La parcela toma el nombre de la cruz de Santa Cecilia, en pie desde 1944. Es sabido que Artadi denomina a sus vinos con el nombre de la parcela en la que está plantado el viñedo. La familia Santa Cecilia, poseedora de los derechos de la marca Santa Cecilia, al recibir la llamada accedió a que Artadi usara el nombre para el vino sin dudar. Así es como nace esta colaboración de dos familias unidas por el amor al vino y por la casualidad.

Al probar el vino, los miembros de la familia Santa Cecilia se enamoraron de su elegancia y coincidiendo con el 95º aniversario, acordaron adquirir en exclusiva toda la producción para el mercado nacional y así conmemorar su 95º aniversario con sus clientes. El resultado fue Artadi Santa Cecilia, un vino exclusivo para los propios clientes, de producción limitada, y de una gran autenticidad que refleja cómo Juan Carlos quería su verdadero origen: el viñedo y la parcela a la que pertenece.

Los Vinos de Parcela de Artadi suelen estar entre los mejores valorados. Para la familia Santa Cecilia «Artadi Santa Cecilia encarna nuestra apreciación y agradecimiento a todos nuestros clientes, que nos han brindado tanto apoyo los últimos 95 años, y esperamos seguir contando con su apoyo mientras continuamos trabajando y construyendo un espacio referente en el mundo del vino junto a ellos por muchos años más. Continuamos firmes en nuestro compromiso de ofrecer los mejores productos y el mejor lugar para disfrutar del vino.»

Este lanzamiento especial de Artadi Santa Cecilia estará limitado a sólo 144 botellas para toda España a un precio de 79,50 € por botella. El producto se acaba de poner a la venta precisamente el día de Santa Cecilia, el pasado 22 de noviembre, en exclusiva a través del Club de Clientes de Bodega Santa Cecilia mediante reservas para dar prioridad a sus socios más fieles, dada su escasez. Las cajas completas de 3 botellas se presentarán en caja de madera. Asimismo, los socios que lo adquieran tendrán prioridad también en las futuras añadas ya que nos informan de que Artadi Santa Cecilia ha nacido para quedarse.

Y volviendo a la historia, es curiosos conocer algunos datos sobre la vinculación que han ido teniendo con Madrid y con algunos comercios centenarios en concreto. Porque Bodega Santa Cecilia es un ejemplo más de esos comercios que siguen resistiendo. Establecimientos familiares de casi un siglo o más que mantienen con vida la esencia y el espíritu de la ciudad. La historia de estos comercios es la historia de Madrid, pero también la suma de historias personales de quienes los abrieron y con su esfuerzo – y el de sus generaciones venideras- han afrontado y afrontan, los retos del futuro apostando por nuestra ciudad. Estos son algunos de los establecimientos centenarios de los que podemos seguir disfrutando en nuestra ciudad:

* Bomboneria La Pajarita: La Pajarita comenzó su andadura en Madrid en 1852. El local debe su nombre a Miguel de Unamuno porque fueron las pajaritas de papel que el filósofo y escritor español hacía en una mesa del café Levante, en la Puerta del Sol, las que hicieron que Vicente Hijós eligiese esta designación para su negocio.

* Abanicos Casa Diego: en 1858 abrieron sus puertas en la céntrica Puerta del Sol. Esta empresa de más de 150 años es un referente de la fabricación y venta de abanicos en Madrid y otros accesorios para señoras y caballeros. Artesanía, calidad y exclusividad son su bandera.

* Casa Hernanz: emblemático negocio familiar fundado en 1840 especializados en la alpargatería y la cordelería artesanal. Este establecimiento con solera y tradición calza a Madrid y a sus turistas, que pueden llegar a hacer 50 minutos de cola en su mostrador.

* Almacén Pontejos: puede que sea la mercería más popular de Madrid. Este establecimiento familiar fundado en 1913 por Antonio Ubillos se ha dedicado desde sus orígenes a la venta de productos de mercería vendiendo al público y al por mayor.

* Lhardy: el afamado restaurante sigue afincado en la misma casa de la Carrera de San Jerónimo donde abriera sus puertas en 1839. Desde entonces, Lhardy se ha mantenido fiel a la elegancia de sus salones y a la propuesta de gastronomía clásica. Su cocido es de los más emblemáticos de la capital.

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Autor

Juan Luis Recio

Blogger gastronómico y de tendencias, crítico de vinos (XL Semanal), letrista, sociólogo, mensista, poeta

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