Porque lo hacen de la mano de Guittard Chocolate Company, Vintae y Mario Vallés. Y así el regalo más invernal y apetecible para el plan perfecto: Una botella de tinto El Recio, de la colección Matsu de Vintae; una deliciosa receta dulce del chef de los restaurantes Hortensio y Narciso, en Madrid; y el mejor chocolate Prémium californiano Guittard para elaborarla. Y al finalizar, un cotilleo, aunque sea en negativo…

Un buen vino, un buen chocolate, un libro, una conversación a dos, una chimenea encendida. El plan más “in” del invierno está en casa y tiene nombre propio. No uno, tres: Guittard, Vintae y Mario Vallés. Veamos por qué.

El fabricante de chocolate premium de San Francisco, llegado a España antes de verano, demuestra una vez más su afán de encontrar a los “nuevos artesanos” que abanderen también su filosofía. Igual que Guittard, las bodegas Vintae y el cocinero Mario Vallés abrazan la tradición dándole un aire moderno en línea con los tiempos, sin dejar de implicarse al máximo con productores con nombre y apellidos, las mejores materias primas naturales, la calidad sobresaliente. Por eso, han puesto en común sus valores para crear un irresistible regalo.

Las chips de chocolate (63%) para fundir de Guittard son el nexo. Con ellas, el chef Mario Vallés, abanderado del clasicismo francés en combinación con la cocina española contemporánea en sus restaurantes en Madrid, propone una deliciosa receta de pastel de chocolate en tres texturas (gâteau, ganache y cremoso) para cocinar en casa, con pistachos y un toque de cilantro. Ese buen producto que caracteriza siempre la cocina de Mario tiene aquí su reflejo en los excelentes cacaos que utiliza Guittard, procedentes de todo el globo, con orígenes en América del Sur y Central, África Occidental, el Caribe, el Océano Índico y el Pacífico Sur. Sus mezclas no tienen parangón, y su sabor, tampoco.

Para acompañar este apetecible tándem nada mejor que descorchar una botella de El Recio 2014, de la colección Matsu de Vintae. Se trata de un tinto de Toro que aúna el perfecto equilibrio entre juventud y madurez, gracias a su elaboración a partir de viñedos seleccionados. Un homenaje a todos los viticultores que, durante generaciones, han trabajado la viña dedicándole su esfuerzo, sabiduría, respeto y sacrificio.

Guittard, centenaria empresa familiar que ha sabido combinar tradición e innovación como pocas otras hasta hoy; Vintae, el joven y rompedor proyecto que responde a la pasión de la familia Arambarri por el vino y que les ha llevado a producir rompiendo moldes en más de 15 Denominaciones de Origen; y Mario Vallés, yudoka profesional que ha cumplido su sueño entre fogones, convirtiéndose en uno de los más queridos cocineros en España, son los componentes perfectos del regalo más inspirador de la temporada.Por cierto, el pack “Winter is Coming” está a la venta en las tiendas Taste of America y online a un precio de 29 euros.

Guittard Chocolate Company fue fundada en San Francisco en 1868. Lla compañía de chocolates Guittard sigue siendo la chocolatera más antigua en cuanto a propiedad familiar y todavía explotada por la familia original. Hoy en día, está dirigida por su cuarta generación por sju presidente Gary, que se une a su hija Amy y su sobrino Clark. Guittard continúa subiendo el listón con su pasión por el abastecimiento sostenible, elaborando el chocolate de la más alta calidad, proporcionando el mejor servicio y estableciendo nuevos estándares en la industria, un enfoque que es claramente ilustrado por su lema y proyecto “Cultivate Better™” (Cultivando Mejor).

Matsu es el proyecto que la compañía de vinos Vintae inició en la D.O. Toro en el año 2009. Hoy, Vintae cuenta con más de 40 vinos diferentes provenientes de 15 denominaciones distintas, de los que Matsu es uno de los más reconocidos dentro y fuera de nuestras fronteras. Matsu, que en japonés significa “esperar”, es una colección de cuatro vinos que han sabido combinar la potencia tradicional de la denominación con una suavidad envolvente. Una de las claves es la selección de viñedos centenarios, con muy baja producción y cultivados de forma natural, siguiendo los principios de la agricultura biodinámica. Las imágenes de los viticultores reales que ilustran cada botella representan la esencia de tres generaciones, cada uno con una relación con la tierra propia de su edad y de su etapa vital.

Mario Vallés empezó su trayectoria en el sector de la restauración empieza a causa de una importante lesión durante su carrera como yudoka profesional en el Equipo Olímpico de Colombia. Una brecha que aprovecha para realizar cursos de cocina y repostería en el INEM, despertando así una nueva vocación en él. Es entonces cuando decide compaginar su carrera deportiva con los estudios de restauración y cocina hasta el año 2008, momento en el que abandona definitivamente el judo y la competición tras su participación en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Desde ese momento, sigue su formación en la escuela del chef Paul Bocuse y continua el aprendizaje en diferentes cocinas y restaurantes. Ya en el año 2014 regresa a España para hacer un stage en el Celler de Can Roca y, finalmente, recala en Rodero (Pamplona) con su amigo Koldo Rodero de cuya cocina formó parte convirtiéndose en su mentor y gran apoyo en la realización de su sueño que es hoy una realidad: Hortensio.

Ah, y el cotilleo: aunque pueda parecerlo, el nombre del vino y la empresa no tienen nada que ver con mi apellido:)