Tres jóvenes de origen árabe violan, presuntamente, a una simpatizante de VOX por lleva la camiseta del partido de Santiago Abascal.
La noticia no abrirá los informativos de muchas cadenas de televisión.
Tampoco será el tema recurrente para determinados periódicos y emisoras de radio.
Pero ocultar los hechos no implica que estos no hayan sucedido.
Y lo cierto es que teniendo en España a toda una ministra de Igualdad como es Irene Montero, experta como nadie en detectar machismo por las esquinas y capaz de reconocer miradas impúdicas, parece mentira que se le haya escapado y no haya dicho ni media sobre un escabroso suceso acaecido en Reus (Tarragona) y que ha tenido como víctima a una mujer.
Por si la ex de Pablo Iglesias no se ha enterado de la misa la mitad, habrá que informar adecuadamente a la titular de la ‘cartera igualitaria’ del suceso.
Tal y como cuenta el diario El Mundo en su edición del 6 de octubre de 2021, una joven de 30 años, que responde al nombre de Judith M. R., denunció ante los Mossos d’Esquadra haber sido agredida sexualmente el 21 de septiembre de 2021 por tres jóvenes árabes y por la única razón de llevar una camiseta de VOX.
Los hechos, que están siendo investigados por el juzgado de Instrucción número 4 de Reus, sucedieron de la siguiente manera, siempre según el testimonio de la víctima:
La joven salió de su domicilio alrededor de las ocho de la tarde vestida con unas mallas de ciclista, zapatillas deportivas y una camiseta de tirantes negra con el emblema de VOX en la parte delantera. Se dirigió hacia el instituto Vila-seca, en Reus. Cuando se disponía a entrar en el parking de zona azul de delante de la biblioteca, dos chicos desde atrás se le dirigieron diciéndole ‘esa camiseta te la tienes que quitar’, ‘si no se la quita ella se la quito yo’.
La víctima prosiguió su relato:
Hice caso omiso a las palabras de estos chicos y continué andando. Al ver que se acercaban más, empecé a andar más rápido, pero se pusieron a mi lado y mientras me empujaban me dirigieron hacia una furgoneta que se encontraba estacionada en esa zona de la plaza de la biblioteca.
Pregunta por si hubo algún testigo en la zona, Judith asegura que:
Un hombre de avanzada edad les recriminó, sin éxito. En la furgoneta había un tercer individuo que conocía a los anteriores. Estos chicos hablaban en árabe entre ellos. Mientras uno de ellos me cogió fuertemente por el cuello y por la espalda, me introdujo en la furgoneta, entraron los otros dos y cerraron la puerta.
Ya dentro del vehículo, una furgoneta de color blanco y sin rótulos, comenzó su verdadero calvario:
Una vez dentro, me rompieron la camiseta que llevaba y los pantalones, mientras uno de ellos me mantenía cogida por el cuello, alguno de los otros dos me introdujo un objeto, que no pude precisar, por la vagina haciéndo.e mucho daño. Pataleé muchísimo para evitar que me hicieran daño. Me dieron un golpe en la cabeza y en ese momento perdí la noción del tiempo. Estos chicos aprovecharon para manosearme por todo el cuerpo. Me introdujeron un objeto por la vagina y por el ano. Cuando se cansaron la tiraron de la furgoneta diciéndome ‘mañana ya no te vuelvas a poner esta camiseta’.