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Hay muchas frases perfectamente acuñadas para circunstancias como esta.
Del clásico y fino ‘si el amor es puro, que importa el sexo’, al bélico según el cual ‘en la guerra cualquier agujero sirve de trinchera’, pasando por el agropecuario donde se asegura que ‘el caso es tener salud, porque las ganas de fornicar llegan solas’.
CELOSO
- Después de una noche de desenfreno en la discoteca, ella y el se van a casa de la mujer y se ponen a follar como descosidos.
En uno de los parones, mientras fuman juntos tumbados en cueros en la cama, él se percata de la foto de otro hombre en la mesita de noche.
Y comienza a preguntar:
– ¿Era tu esposo?
– No, para nada – dice la maciza, mordisqueándole la oreja.
– ¿Era tu novio?
– No… -dice ella y sonríe.
-¿Por qué te ries?
– Es que me excito cuando te pones celoso.
El hace la ultima pregunta:
– Es acaso tu papá o algún hermano?
– Nooooo guapo… ¡era yo!