El popular minestrone, exquisitez transalpina, es una de esas inolvidables recetas que alegran la mesa en cualquier época del año. En Italia se hace de mil maneras, dado el profuso uso de las hortalizas y legumbres locales. Puede resultar completamente vegetariano o ostentar un aporte cárnico. Entre sus múltiples versiones os proponemos una que se realiza en unos 25′ y 90′ de cocción.
En una marmita alta y honda, calentar 3 cucharas de aceite de oliva virgen e igual cantidad de mantequilla. Agregar 200 gr. de lacón o panceta laminados, dorar, retirar y reservar. Picar finamente una cebolla, tres zanahorias y 2 cm de apio pelados, lavados y secados.
Depositarlos en la marmita, cocer unos 15′ a fuego moderado hasta que estén muy tiernos.
Añadir medio kilo de tomates al natural pelados y troceados, 4 patatas peladas, lavadas y troceadas, un blanco de puerro laminado, un diente de ajo, 100 gr. de col o repollo blanco finamente picado, 150 gr. de guisantes congelados, igual cantidad de habas, hierbas aromáticas, hojitas de perejil o albahaca y un litro de caldo de pollo (casero o Avecrem). Salpimentar. La cocción se acaba en cuanto las habas están tiernas (una hora y media). Al final, añadir el lacón o la panceta reservados.
Si eres fan de los macarroni, añade unos 100 gramos en el mismo caldo unos 10′ antes del final de la cocción de esa maravillosa sopa, que se sirve muy caliente. Agregar copones de Parmigiano Reggiano a gusto y acompañar de tostas de pan de campaña tibias
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