La hermosa Jen Atkin sólo tiene 26 años. La joven logró enamorar a Europa después de que conqusitó la corona del Miss Gran Bretaña. Sin embargo, pocos se podrían imaginar que antes de su gran éxito en el mundo de la belleza, la modelo tenía unos 50 kilos más. Esos que perdió lágrima a lágrima después de que su prometido decidiera poner fin a su relación por estar demasiado gorda.
Su relación comenzó en 2011 cuando, la ahora Miss, llevaba una vida sedentaria. Aunque ya tenían planes de boda, el novio de Atkin decidió dejar la relación, momento que ella aprovechó para cambiar sus hábitos de vida.
Ya en el año 2017, la administrativa de profesión, llegó a las semifinales del concurso de belleza y, en 2018, llegó a la final. Tras casarse con otro chico, decidió retirarse del certamen, pero este año se dio la última oportunidad y, como a la tercera va la vencida, ha conseguido coronarse como Miss en el 2020.
«Todavía estoy conmocionada por ganar, estoy tan feliz que ni siquiera puedo expresarlo con palabras, honestamente no puedo creerlo», afirma la británica. «Cuando comencé a hacer esto fue solo por diversión, nunca imaginé lo lejos que llegaría», añade.
Sobre su relación pasada la Miss asegura: «Cuando rompimos, estaba devastada, pero terminó siendo lo mejor que me ha pasado». Con su expareja, afirma que los planes siempre eran los mismos: «Los fines de semana, nos convertíamos en reclusos virtuales sentados en el sofá en pijama, comiendo comida para llevar».
«El día que se fue pensé que mi mundo había terminado: lloré durante semanas y usé la comida como consuelo», cuenta Atkin. Sin embargo, sacó fuerzas de flaqueza, se apuntó al gimnasio de su barrio y consiguió su objetivo: ser Miss Gran Bretaña.
