El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ofreció hoy su rostro más conciliador en su primer cara a cara con la oposición desde que esta regresó al Parlamento, en una sesión en la que llamó al diálogo a sus adversarios y anunció su disposición a dejar en mayo los controvertidos poderes especiales que disfruta.
Lejos del tono exhibido días atrás cuando llamó a sus diputados a «triturar» a la oposición en la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), Chávez hizo su primera comparecencia ante el nuevo Legislativo, instalado el 5 de enero, asegurando que la vuelta de los diputados adversarios es una circunstancia «maravillosa».
La oposición escuchó hoy al mandatario venezolano en el hemiciclo legislativo después de cinco años de ausencia, tras retirarse de los comicios de 2005 en una decisión que facilitó que la pasada Asamblea quedara integrada por oficialistas.
El presidente abordó hoy también la controversia que han generado los poderes especiales que el anterior Parlamento le concedió en forma de una controvertida Ley Habilitante, que le permite legislar por decreto hasta mediados de 2012, desmarcándose con el anuncio imprevisto de que está dispuesto a devolverlos el primero de mayo.
«Pudiéramos ya haber terminado, acelerando las leyes que estamos haciendo y para que nadie vaya a sentirse limitado (…) os devuelvo la Ley Habilitante», dijo Chávez.
La anterior Asamblea concedió poderes especiales a Chávez a través de la Ley Habilitante para atender la emergencia provocada por las lluvias en diciembre pasado.
La oposición descalificó esos poderes por ser concedidos tres semanas antes de que la anterior Asamblea finalizara sus funciones y diera paso un nuevo Legislativo, donde el oficialismo mantiene mayoría absoluta pero ya no cualificada, o dos tercios, que es necesaria para aprobar leyes orgánicas.
«Os la devuelvo. No tengo ningún problema. Voy a trabajar más duro y más rápido», dijo Chávez hoy.
Antes del anuncio, el presidente hizo reiteradas llamadas a la oposición a dialogar con el oficialismo y abandonar la «demonización» mutua, en medio de alusiones históricas a los problemas que la falta de unión trajo en el pasado a Venezuela.
«No perdamos esta nueva oportunidad, el espacio es de ustedes, yo desde mi puesto de combate vengo a ponerme a disposición de ustedes», agregó Chávez.
El presidente afirmó que está en las manos de los 67 diputados opositores y 98 oficialistas la «gran responsabilidad» de «sembrar aquí como los agricultores (…) la semilla del diálogo, del debate de altura, de la concordia nacional, de la búsqueda».
Los diputados de la oposición asistieron a la intervención sin expresarse de manera afirmativa o negativa a las expresiones de Chávez.
El gobernante aprovechó la oportunidad también para hacer un gesto a Estados Unidos, al recordar el encuentro informal que sostuvo el pasado 1 de enero con la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, aprovechando la asistencia de ambos a la asunción presidencial de Dilma Rousseff en Brasil.
«¿Me permite que maneje directamente con usted el tema de nuestro embajador?, dijo Chávez que le preguntó Clinton de manera sorpresiva, a lo que él respondió: «Yes, yes. I want (sí quiero, en inglés)».
«Y le dije: dígale a Obama que esta mano que le doy a usted ahora se la repito allá y que lo que hablamos en Trinidad y Tobago está en pie», añadió hoy el presidente venezolano, al recordar el encuentro que sostuvieron en la V Cumbre de las Américas en 2009.
Chávez repasó, asimismo, el mal comportamiento de la economía durante 2010, año en que el Producto Interior Bruto decreció un 1,9 por ciento, recordando la caída de la actividad económica que supuso la crisis energética que vivió el país.
«Estamos creando condiciones para la recuperación de la economía. Todo apunta hacia un horizonte alentador para el 2011 y los años siguientes», dijo Chávez, tras recordar que está en ejecución un plan para instalar 15.000 megavatios con una inversión de 20.000 millones de dólares para evitar una nueva crisis eléctrica.
Chávez se defendió con relación a datos como la inflación, que este año cerró en 27,2%, alegando que en Administraciones anteriores alcanzaron cotas más altas, pero llamó al sector privado a trabajar con el Gobierno para dar una solución a ese problema.
«Vamos a sentarnos a conversar por el interés nacional», insistió en su llamada al sector privado.
«Aplaudo a las empresas privadas exitosas y que cumplan su razón social y tengo que aplaudir las empresas socialistas exitosas y criticar las que no funcionan tanto en un modelo como en otro», afirmó.
«No sigamos satanizando tratando de confundir», añadió.
Con relación al déficit de alrededor de dos millones de viviendas que arrastra Venezuela, el mandatario reconoció que no se han alcanzado las metas de construcción, aunque anunció un plan para construir 300.000 viviendas en los dos próximos años en colaboración con el sector privado.
