Los verdugos amigos de Podemos desmantelan un canal de televisión y clausuran un diario

Brutal ofensiva de la tiranía de Maduro contra los medios de comunicación en Venezuela

Juan Guaidó: "Es parte de la guerra no declarada de la dictadura contra los ciudadanos"

Brutal ofensiva de la tiranía de Maduro contra los medios de comunicación en Venezuela

Es el sueño de Pablo Iglesias y de buena parte de los chekistas de Podemos y PSOE que se han instalado en el Gobierno de España: cerrar los medios de comunicación que no se pliegan a la propaganda oficial.

En Venezuela, desde la llegada al poder del amigo de Zapatero y financiador de Monedero, han sido cerrados 115 medios de comunicación.

Lo afirmó este 8 de enero de 2021, con voz y alta y clara, Juan Guaidó:

La denuncia de presidente interino de Venezuela llega luego de que el régimen de Nicolás Maduro incautara cámaras, computadoras y equipos de transmisión de la cadena independiente VPItv y cerrara la sede en Maracaibo del periódico Panorama.

Distintos funcionarios del gobierno interino de Venezuela condenaron también este viernes el nuevo avance del régimen de Nicolás Maduro contra los medios independientes en el país caribeño.

Humberto Prado, Julio Borges, Carlos Vecchio y Tomás Guanipa estuvieron entre quienes se expresaron públicamente sobre las acciones de la dictadura contra los medios.

Además, el portal de noticias TalCual fue hackeado y la cadena oficialista Globovisión publicó un extenso artículo señalando a Efecto Cocuyo, Caraota Digital y El Pitazo de ser “financiados para derrocar al gobierno”.

Prado, Comisionado para los Derechos Humanos y Atención a las Víctimas, remarcó que los hechos constituyen una violación a la libertad de expresión e información, e informó que el caso fue presentado ante el Relator Especial para la Libertad de Expresión de la CIDH, el Mecanismo Especial de Seguimiento para Venezuela (MESEVE) y a la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.

Borges, Comisionado Presidencial para las Relaciones Exteriores, publicó en su cuenta de Twitter un mensaje: “Alertamos sobre el ataque a medios de comunicación independientes en Venezuela hoy 8 de enero. La dictadura continúa con su esfuerzo por ocultar la crisis humanitaria y sus violaciones a DDHH en el país”, dijo el funcionario, que también manifestó su solidaridad con los medios afectados.

En tanto, los embajadores ante Estados Unidos y Colombia, Carlos Vecchio y Tomás Guanipa, también se expresaron en sus respectivas redes sociales.

En un hilo de Twitter, Vecchio dijo que la “dictadura de Maduro, vía Conatel y Seniat, arremete contra VPItv, uno de los pocos medios libres que resiste en Venezuela”.

“Les roban equipos para transmisión y trabajo. Nuestra solidaridad con todo el personal de VPI que no ha dejado de reseñar cruda realidad de nuestro pueblo”.

Luego de describir la naturaleza de cada uno de los medios, indicó que las acciones evidencian un “plan sistemático y preconcebido para ANIQUILAR a la prensa.

“Así como la Fact Finding Mission aseveró que ‘la dictadura busca aniquilar a la oposición democrática’, no cabe duda que Medios de Comunicación y ONGs que sobreviven son el otro gran objetivo de Maduro”, dijo Vecchio, en referencia a la misión de la ONU que concluyó que el régimen ha cometido crímenes de lesa humanidad.

“La comunidad internacional debe seguir de cerca esta situación, que ratifica el carácter dictatorial y criminal de Maduro y su Mafia, y actuar. Se ataca a la prensa y a la legítima Asamblea Nacional para profundizar la opresión contra el pueblo venezolano. Maduro profundiza la crisis”.

Guanipa, en tanto, indicó:

“El régimen nuevamente enfila su censura contra los medios libres. En esta oportunidad las víctimas han sido VPItv, Diario TalCual y Diario Panorama. Continúan las violaciones a la libertad de expresión, la comunidad internacional debe estar alerta ante nueva oleada de represión”.

En el plano internacional, el Reino Unido también se hizo eco de las acciones del régimen y en un comunicado remarcó que “la libertad de expresión y los medios de comunicación libres son necesarios para la democracia”.

“Protegerla en todas partes del mundo es una prioridad para el Reino Unido, que seguirá apoyando a la sociedad civil venezolana en la promoción de los valores democráticos y los derechos humanos”.

Durante las últimas décadas, el chavismo se ha servido de los recursos del Estado para imponer su voz. Primero recurrió a estrategias convencionales, como disponer de los recursos públicos -principalmente los de PDVSA, la petrolera estatal- para dar y comprar espacios en los medios de comunicación que se iban comprometiendo con su línea editorial.

Una vez que tuvo medios sumisos, fue por más y comenzó a comprar los medios más antiguos y grandes del país a través de testaferros. Los que se resistían, como Radio Caracas de Televisión, se toparon con la fuerza del régimen y fueron obligados a cerrar.

Cuando comprar los medios no fue suficiente, comenzó a limitarse la distribución de papel para los periódicos. Las restricciones de acceso a ese insumo básico para los diarios, justificadas en la falta de divisas, llevaron a que, con el cese de la edición impresa de El Nacional en 2018, ya no quede ningún diario en papel de alcance nacional no alineado con el chavismo.

Además, en Venezuela los periodistas y los medios sobreviven en un ecosistema dominado por el terror, donde la autocensura es una mecanismo de defensa habitual.

“Aquí existe la ley de Responsabilidad en Radio y Televisión (Resorte) que establece responsabilidades para los intermediarios. Eso significa que el periodista tiene que corregir al entrevistado, entonces las radios que relativamente informan tienen que hacerlo bajo una presión muy fuerte. Hay una censura progresiva, cuando te llaman para una entrevista te advierten las cosas que no puedes decir, incluso hay personas que directamente no se pueden mencionar en los medios”, contó Carlos Correa, presidente de Espacio Público, la ONG que promueve la libertad de expresión, el derecho a la información y la responsabilidad social en los medios.

En 2017, Maduro sumó otro método de censura: la ley contra el odio. Aprobada por unanimidad por la Asamblea Constituyente erigida para quitarle poder a la Asamblea Nacional con mayoría opositora, la norma fija penas de hasta 20 años de cárcel y otras sanciones como multas a empresas y medios electrónicos, proscripción de partidos políticos y clausura de medios de comunicación a quienes difundan mensajes de odio.

De acuerdo con Maduro, el propósito de la ley es “el reencuentro, la reunificación y la paz de todos los venezolanos”. No obstante, la ONG Espacio Público asegura que es una herramienta jurídica que busca “silenciar y castigar opiniones que resulten incómodas para el Estado”.

Alrededor de las 5:00 pm, hora de Caracas, el reconocido portal de noticias Tal Cual informó desde Twitter que era víctima de un ataque hacker.

“Atención. Nuestro sitio web está bajo ataque digital. Por eso se experimentan complicaciones de acceso. Trabajamos para solventar el problema y superar esta nueva agresión a la libertad de expresión. Por ahora, seguiremos informando vía redes sociales”, escribió la dirección del medio fundado por el periodista Teodoro Petkoff.

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