La independiente Emma Bonino será ministra de Exteriores y Fabrizio Saccomani ocupará la cartera de Economía
Dos meses después de unas elecciones generales que ganó el centro-izquierda por la mínima, Enrico Letta ha terminado haciendo lo que su hasta ahora jefe en el Partido Democrático (PD), el candidato frustrado Pier Luigi Bersani, juró que jamás haría: pactar un Gobierno con el líder del Pueblo de la Libertad (PDL), Silvio Berlusconi.
En cumplimiento del mandato recibido el pasado miércoles por parte del presidente de la República, Giorgio Napolitano, el socialdemócrata Letta, de 46 años, presentó este 27 de abril de 2013 un Gobierno en el que la vicepresidencia y el ministerio del Interior recaerán en Angelino Alfano, el delfín de Berlusconi.
Sin embargo, el próximo primer ministro -el juramento se producirá el domingo a las 11.30- ha logrado evitar la entrega al PDL de las carteras más codiciadas, Economía y Justicia, que recaerán respectivamente en el director general del Banco de Italia, Fabrizio Saccomanni, y en la hasta ahora ministra del Interior del Gobierno de Mario Monti, Anna Maria Cancellieri.
Durante la lectura ante la prensa del nombre de sus 21 ministros -ocho de ellos sin cartera–, Enrico Letta destacó en un par de ocasiones la satisfacción que le produce en elevado número de mujeres -ocho, un récord para Italia–, entre las que destacan la radical Emma Bonino, excomisaria europea, y Cécile Kyenge, una médica de origen congoleño que será ministra de Integración.
LA ALARGADA SOMBRA DE BERLUSCONI
En Italia, desde hace dos décadas para acá, pierda quien pierda, gana Silvio Berlusconi. Hasta cuando sale derrotado de unas elecciones se las ingenia, por las buenas o por las malas -intentos de soborno incluidos-, para sacar tajada de la incapacidad de sus adversarios.
Los grandes obstáculos que ha encontrado Enrico Letta para formar el Gobierno que le ha encargado el presidente Giorgio Napolitano vienen precisamente de Berlusconi.
Desde Dallas, donde asiste a la inauguración de la Biblioteca George W. Bush, ya puso sus condiciones para apoyar el Gobierno:
«Hemos preparado ocho proyectos de ley que son urgentes e indispensables para Italia. Daremos el visto bueno a cualquier Gobierno que sea capaz de llevarlos adelante».
Pero por si quedara alguna duda de quién sigue mandando en la política italiana, añadió:
“Es poco importante quién dirigirá este Gobierno, que tendrá que mantener juntos a los que no quieren estar juntos. Lo realmente importante es que haya un Gobierno, y luego un Parlamento —algo muy en duda—, que puedan aprobar esos proyectos”.
El líder del Movimiento Cinco Estrellas, el cómico Beppe Grillo, ha vaticinado que el nuevo gobierno será «digno del mejor bunga bunga», en alusión a las fiestas que mantenía Berlusconi con menores en una de sus villas.
Asimismo, ha cargado contra la presencia del veterano periodista y político de centroderecha Gianni Letta en las conversaciones y ha advertido sobre el inicio de una «dinastía» familiar en el poder.