El exespía fue envenenado con Polonio-210 en Londres en 2006 y murió a los pocos días

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos condena a Rusia por el asesinato del disidente Alexander Litvinenko

La corte dictamina que Moscú debe pagarle una indemnización de 100.000 euros por daños y perjuicios a la esposa de la víctima, Marina

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos condena a Rusia por el asesinato del disidente Alexander Litvinenko
Alexander Litvinenko PD

Rusia asesinó al disidente Alexander Litvinenko, que murió en 2006 tras ser envenenado cuando se encontraba en Reino Unido, país que le había otorgado asilo político.

Así lo dictaminó el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), que ha incidido en la responsabilidad de Moscú en su muerte, además de condenar al Estado a pagar una indemnización de 100.000 euros por daños y perjuicios a su mujer, Marina Litvinenko, que ha presentado la demanda.

Si bien el Gobierno ruso deberá abonar otros 22.500 euros por los gastos ocasionados, el tribunal ha decidido no aplicar daños punitivos.

La sentencia ha salido adelante de forma unánime, con seis votos a favor y uno en contra. Para el TEDH, Rusia ha vulnerado el artículo 38 de la Convención Europea de Derechos Humanos, no ha facilitado que el caso sea debidamente examinado, así como el artículo 2.

En un comunicado, la corte ha indicado que Rusia ha “fallado sin justificación alguna” a la hora de entregar el material que se le ha requerido para sacar adelante la investigación sobre la muerte del disidente ruso. Asimismo, ha rechazado las objeciones del Gobierno, que se ha opuesto a utilizar los hallazgos realizados por la Justicia británica como pruebas.

“La pesquisa ha cumplido con los requisitos de independencia, justicia y transparencia, y esto no puede ser rechazado por el mero hecho de que las autoridades rusas se han abstenido de ejercer su derecho a participar en dichos procedimientos”, recoge el texto, que estipula que existe relación entre Rusia y la muerte de Litvinenko en Reino Unido.

La corte ha establecido, a su vez, que más allá de la duda razonable los ciudadanos rusos Andrei Logovoy y Dimitri Kovtun habrían llevado a cabo el asesinato del ex espía del Comité para la Seguridad del Estado (KGB), a quien se le administró Polonio-210.

A pesar de que las autoridades rusas han entregado al tribunal una serie de documentos sobre la línea de investigación, la corte ha insistido en que no se han presentado pruebas documentales que corroboren las declaraciones del Gobierno ruso.

Por ello, el TEDH considera que Rusia ha fracasado a la hora de demostrar que ha llevado a cabo una investigación “efectiva” y capaz de establecer los hechos que tuvieron lugar para identificar y llevar ante la Justicia a los responsables del asesinato.

Litvinenko, uno de los mayores opositores al presidente ruso, Vladimir Putin, murió en noviembre de 2006, tres semanas después de que bebiera un té verde al que se le añadió Polonio-210 en un hotel de Londres justo después de haber obtenido la ciudadanía británica.

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