Tras muchos meses de guerra feroz y bastantes semanas de negociaciones, se vislumbra una pausa en el conflicto
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha confirmado en la madrugada del viernes, 17 de enero de 2025, que se ha alcanzado un acuerdo con los terroristas de Hamás para la liberación de rehenes y un alto el fuego en la Franja de Gaza.
Este pacto, que según funcionarios estadounidenses entrará en vigor el domingo, marca un hito significativo en el conflicto que ha devastado la región durante los últimos 15 meses.
El acuerdo, fruto de intensas negociaciones mediadas por Qatar y Estados Unidos, contempla una pausa en los combates en Gaza y la liberación por fases de rehenes israelíes a cambio de terroristas palestinos presos en Israel.
Netanyahu ha convocado a su gabinete de seguridad para este viernes, tras lo cual el gobierno se reunirá para aprobar formalmente el acuerdo.
Detalles del acuerdo
El pacto se estructura en tres fases, cada una de 42 días de duración.
La primera fase, que comenzará el domingo 19 de enero a las 12:15 hora local, incluye:
- Un alto el fuego inmediato
- La retirada y repliegue de las fuerzas israelíes de las zonas densamente pobladas de Gaza
- La liberación de 33 rehenes israelíes, incluyendo tanto vivos como fallecidos
- La liberación de un número no especificado de prisioneros palestinos
- El retorno de desplazados internos a sus hogares en Gaza
- La intensificación de la ayuda humanitaria en toda la Franja
Situación sobre el terreno
A fecha de 17 de enero de 2025, la situación en Gaza sigue siendo crítica.
Desde el anuncio del acuerdo, los bombardeos israelíes han causado la muerte de al menos 72 personas en el territorio, marcando el mayor número de víctimas diarias en más de una semana.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, el número total de fallecidos desde el inicio del conflicto supera las 46.000 personas, aunque estas cifras no distinguen entre civiles y combatientes.
La devastación en Gaza es generalizada.
Aproximadamente el 90% de los 2,3 millones de habitantes del territorio han sido desplazados, muchos de ellos viviendo en condiciones precarias en campamentos improvisados a lo largo de la costa.
La ONU advierte de una crisis humanitaria sin precedentes, con cientos de miles de personas enfrentando hambre y enfermedades.
Los rehenes y la brutalidad de Hamás
De los aproximadamente 250 rehenes capturados por los psicópatas Hamás durante su ataque del 7 de octubre de 2023, se estima que alrededor de 100 permanecen en cautiverio.
Entre ellos se encuentran hombres, mujeres y niños de diversas edades, incluyendo ancianos y bebés.
Las condiciones de su cautiverio son extremadamente duras, con informes que sugieren que muchos están retenidos en túneles subterráneos o como «esclavos» en hogares de familias afiliadas a Hamás.
La crueldad de los terroristas de Hamás ha sido ampliamente documentada.
Testimonios de rehenes liberados hablan de torturas psicológicas, privación de alimentos y atención médica, y constantes amenazas de muerte.
La situación de los rehenes ha sido un factor clave en la presión interna que enfrenta Netanyahu para priorizar su liberación.
Garantías y estrategia de Israel
A pesar del acuerdo de alto el fuego, Israel mantiene ciertas garantías estratégicas.
El ejército israelí ha construido corredores que dividen la Franja de Gaza, permitiéndole controlar el movimiento dentro del territorio.
Además, grandes áreas de Gaza, especialmente en el norte, han sido «limpiadas» de población civil, creando zonas de amortiguación cerca de la frontera con Israel.
Estos movimientos estratégicos permiten a Israel:
- Mantener un control efectivo sobre el flujo de personas y bienes dentro de Gaza
- Reducir la capacidad de Hamás para lanzar ataques desde áreas cercanas a la frontera
- Facilitar futuras operaciones militares si el alto el fuego se rompe
Según analistas internacionales, el acuerdo representa un delicado equilibrio entre las presiones humanitarias y los objetivos militares de Israel.
Dr. Sarah Goldstein, experta en conflictos de Oriente Medio de la Universidad de Oxford, comenta: «Este acuerdo es un paso significativo, pero no marca el fin del conflicto. Israel mantiene su objetivo a largo plazo de desmantelar a Hamás, mientras que la situación humanitaria en Gaza sigue siendo crítica».
Por su parte, Ahmed Al-Rashid, analista político de la Brookings Institution, advierte: «La implementación del acuerdo será crucial. Cualquier percepción de incumplimiento por cualquiera de las partes podría llevar a una rápida escalada del conflicto».
El acuerdo también ha generado divisiones dentro del gobierno israelí.
El ministro ultranacionalista Itamar Ben Gvir ha amenazado con abandonar la coalición si se aprueba el pacto, argumentando que permitiría a Hamás rearmarse.
Los desafíos siguen siendo enormes.
La reconstrucción de Gaza, el futuro político de los territorios palestinos y la seguridad a largo plazo de Israel son cuestiones que requerirán un compromiso sostenido y negociaciones complejas.
El presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, ha enfatizado la necesidad de abordar las preocupaciones legítimas de los palestinos para lograr una paz duradera.
En sus palabras: «La idea de que Israel va a poder sostenerse a largo plazo sin tener en cuenta la cuestión palestina… No va a suceder».
Vamos a ver que dice Donald Trump y dónde pone el acento.