EL DE WATERLOO ES UN HACHA
He de reconocer lo obvio;
El de Waterloo es un hacha:
Como Dios vive, sin tacha,
Como en sus nupcias el novio,
Optimista, sin agobio;
Y en la del sur Dinamarca,
Donde el esperpento marca
El compás al desvarío,
Que ha devenido en gran río,
Lo mollar siempre se aparca.
Ángel Sáez García
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