AQUÍ QUIEN TRAMPEA ES LA DIOSA ODIOSA
Lo textil es constante en la urdidura
O “urdiblanda” verbal, oral o escrita.
Siempre al autor, hembra o varón, le excita
Cuanto ímpetu le impele a su estructura.
Bordamos el discurso, su textura,
Cuando hilamos dicciones que en bendita
Agua antes zambullimos, sí, y que grita
Que ya está bien de tanta chifladura.
Aracne yo no soy, aunque la musa
Polimnia a admirar venga mi trabajo
Y Erato a cómo toco el contrabajo
De oído, mas la diosa odiosa acusa
De que hago trampas, pero no presenta
De ello una sola prueba y pronto ausenta.
Ángel Sáez García