QUIEN ACABAR CON EL DOLOR DESEA
Mientras deambulaba por el Puerto
De la Cruz (Tenerife) este verano,
Me fijé en la mujer que con la mano
Mi atención reclamaba desde un huerto.
Acudí presuroso y quedé muerto,
Pues supe la razón; era su hermano
Quien se había colgado y ella en vano
Quería deshacer aquel entuerto.
Si un grito de socorro de su boca
No salió ni de auxilio (aquí no hay duda)
Es porque la tal era sordomuda,
Y no, como juzgué al principio, loca.
Quien acabar con el dolor desea
Afronta como sea esa odisea.
Ángel Sáez García