LA LECCIÓN DURA PERDURA
A quien me enseñó no ofendo
Por comentar lo siguiente:
De quien fue un inteligente
Profesor aún aprendo;
Porque un regalo hoy comprendo
Recibí de él, no un agravio;
Porque más estimo a un sabio
Que me corrija o refute
Que a un necio, aunque de él disfrute
Mucho cuando sella el labio.
Ángel Sáez garcía