ESCRIBIR ES UN CIELO Y UN CALVARIO
Tal vez a ti, lector, también te ocurra
Cuanto a este menda pasa de ordinario,
Que es escribir un cielo y un calvario
Para quien urde y de poeta curra.
Al final y entre tanto el tal discurra,
Acaso a más suceda; lo contrario
Tampoco es descartable, pues lo vario
Es lo común a muchos, aunque aburra.
Al que hurtaron el colon, como al ciego,
Quizá ídem acaezca, no lo niego,
Que aguce otros sentidos corporales
Y peritos devengan los normales
Olfato, ducho en husmear espliego,
Y tacto, en predecir bienes y males.
Ángel Sáez García