LA TRIBUNA DEL COLUMNISTA

Sánchez se empecina en dialogar con el inhabilitado Torra y en rehabilitar al delincuente Junqueras

Luis Ventoso: " Junqueras sostiene a Sánchez en La Moncloa y a cambio el sanchismo se compromete a sacarlo de la cárcel y facilitarle la llave de la Generalitat"

Sánchez se empecina en dialogar con el inhabilitado Torra y en rehabilitar al delincuente Junqueras
Pedro Sánchez, empeñado en salvar la cara a Junqueras y mantener como interlocutor válido al inhabilitado Torra.

Pedro Sánchez está empeñado en salvar su poltrona con lo peorcito de cada casa.

Este 29 de enero de 2020, en las tribunas y editoriales de la prensa de papel, se denuncia la actitud del presidente del Gobierno tratando de salvarle la cara tanto al inhabilitado Quim Torra y e intentar el triple salto mortal sacando de la cárcel a Oriol Junqueras y que, de propina, pueda ser el candidato de ERC a las elecciones autonómicas en Cataluña.

El Mundo, en uno de sus sueltos editoriales, critica abiertamente que Pedro Sánchez siga empeñado en reunirse con Quim Torra pese a estar ya inhabilitado como presidente de la Generalitat de Cataluña:

El bochorno continuó ayer en el Parlament. Junqueras aprovechó su comparecencia en la comisión del 155 para amenazar de nuevo al Estado con volver a la unilateralidad. Resulta inexplicable e irresponsable que, en este clima de confrontación y pese a que los presos del 1-O siguen dando nulas muestras de reinserción, Sánchez fijara ayer su reunión con Torra para el 6 de febrero. El Gobierno no debe hablar de nada con un dirigente inhabilitado para ser diputado y presidente.

Raúl Del Pozo detecta en Cataluña que ya no hay una estrategia definida y que a Junqueras y a los suyos les empieza a oler a chamusquina ciertas actitudes del PSOE:

PP y PSC no asistieron al último mitin unitario en el que Junqueras juró que se muere de ganas de dialogar y defendió la mesa con los socialistas, que según el ERC ya tenía que estar preparada. Han descubierto que desobedecer es válido si hay estrategia. Y ya no la hay.

Julio Valdeón, en La Razón, considera que el PSOE está muerto si acaba fiando su futuro a Podemos y sobre todo a esas formaciones como ERC cuyo único fin es el de romper España:

Contemplar al clérigo siniestro, un golpista, un criminal, condenado por atentar contra el Estado, encerrado por tratar de destruir la democracia, en la bancada del Parlamento, bendecido por unas autoridades penitenciarias de vergüenza ajena mientras promete que volverán a hacerlo, que todo es cuestión de tiempo, de sedimentar la jauría y engordar la bestia, debiera de espantar a cuantos todavía votan socialista y sienten un escuálido aprecio por el mal llamado régimen del 78.

Si la supervivencia del partido pasaba por cambiar la chaqueta y vestir de tragasable populista, si el recetario que iba a rescatar la socialdemocracia consistía en tomar los peores elementos de esa montaña de heces intelectuales bautizada como Podemos, y si realmente piensan gobernar en Cataluña del brazo de los enemigos del sistema, habrá llegado la hora declarar que la razón agoniza. Lo que se avecina no es la quiebra de España. Más bien, la perpetuación del sistema de castas, la ruptura de nuestros derechos políticos y la conversión definitiva de la izquierda española en contenedor, socio y abogado de las ultraderechas realmente existentes. Los nacionalistas perdieron una batalla. El PSOE, en tanto que formación homologable al constitucionalismo, ha muerto.

El editorial de ABC pone en contexto como Sánchez pretende mantener su encuentro con Torra a la par que su ‘socio’ Junqueras vuelve a amenazar sin asomo de vergüenza alguna al Estado español:

El mismo día en que el Gobierno confirmaba que Pedro Sánchez se reunirá el 6 de febrero con el inhabilitado presidente de la Generalitat, Joaquim Torra, el líder de ERC preso por sedición y malversación, Oriol Junqueras, fue recibido con honores en el Parlament para oírle decir que el separatismo volverá a celebrar una consulta ilegal y declarará la independencia. Este es el sonrojante estado de cosas en una Cataluña donde ni siquiera sus socios de gobierno aplauden a Torra, donde Esquerra ya ha roto drásticamente con JpC para alimentar nuevas elecciones y donde Pedro Sánchez se ha propuesto blanquear a unos delincuentes para darles la voz y el voto que niega al resto de españoles respecto al futuro de Cataluña. La recepción que el Parlament dispensó ayer durante unas horas a los convictos del secesionismo fue un intento incomprensible de normalizar lo anómalo y de dar naturalidad a un ataque al Estado de Derecho.

Luis Ventoso tiene claro por dónde van los tiros de ese acuerdo entre Sánchez y Junqueras:

No hay que ser Sherlock Holmes para deducir el guión que han escrito Iceta e Illa, la gente espabilada del PSC: Junqueras sostiene a Sánchez en La Moncloa y a cambio el sanchismo se compromete a sacarlo de la cárcel y facilitarle la llave de la Generalitat. Indultarlo resultaba inviable, pues se trata de un delincuente obsesivo que enfatiza su intención de reincidir. Pero ya se ha encontrado el atajo: retorcer el Código Penal para suavizar a la carta el delito de sedición y liberarlo. El líder de la insurrección antiespañola de 2017 volvería a la política por la puerta grande para dirigir tras las próximas autonómicas el nuevo Gobierno tripartito catalán: ERC-PSC-Comunes.

Ignacio Camacho apunta a que Pedro Sánchez busca la forma de reinsertar a un Junqueras que no muestra el más mínimo arrepentimiento por sus delitos:

La volatilidad de la política actual ha acortado mucho los plazos y las concesiones sanchistas dificultan que el soberanismo aprenda a digerir su fracaso. Al contrario, minimizan el impacto de la única e insuficiente demostración de fortaleza del Estado. El líder republicano fue ayer tajante y claro: «es un paso adelante y hay que aprovecharlo». En torno al problema de Cataluña se ha vuelto todo tan raro que el presidente parece más arrepentido que los presidiarios. Sólo falta que les pida perdón y los indemnice por daños. El 155 de Rajoy fue una oportunidad perdida, un disparo de intimidación al aire del que encima Sánchez quiere retractarse. Está muy dicho que desde entonces sólo la justicia ha estado, y no siempre, a la altura de sus responsabilidades, y en agradecimiento la van a mandar al desguace.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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