En el 24×7 Verano de este martes 26 de agosto, César Sinde analiza con el asesor empresarial Israel Cabrera y con el Jurista de Instituciones Penitenciarias, Gustavo Vidal, cómo las políticas socialistas dicen querer proteger cuando en realidad, lo único que hacen es empobrecer. Y es que el gobierno socialcomunista ha disparado la deuda pública a casi 1,7 billones de euros con más de 500.000 millones de déficit desde que Sánchez arruina España.
No es magia, es matemática pura. Cada hora que transcurre bajo la presidencia de Pedro Sánchez, el contador de la deuda pública suma otros ocho millones de euros, como si el país estuviese abonado a un crédito perpetuo sin límite ni freno. Los datos del Banco de España son rotundos: el pasivo nacional alcanza los 1,663 billones de euros, equivalentes al 102,3% del PIB. Desde que Sánchez llegó a La Moncloa, el agujero se ha agrandado en más de 505.000 millones, lo que supone un ritmo vertiginoso: cada español debe ahora más de 10.369 euros adicionales respecto a 2018.
El modelo económico que sostiene esta escalada se basa en un gasto público desbocado y en déficits estructurales que no se corrigen ni cuando los ingresos fiscales se disparan por efecto de la inflación. El economista José María Rotellar advierte que el crecimiento nominal del PIB apenas maquilla el drama: el endeudamiento absoluto sigue aumentando y compromete la sostenibilidad fiscal del país. Si el Banco Central Europeo retira su apoyo o suben los tipos, los intereses absorberán recursos vitales para pensiones, sanidad y educación.
Vivienda: récord tras récord y jóvenes en fuga
La vivienda en España ya sea en compra o en alquiler se ha convertido en algo inalcanzable para cada vez más millones de españoles.. En los últimos meses, todas las comunidades autónomas han batido récords históricos de precios tanto en compra como alquiler. La media nacional pulverizó su máximo en junio, llegando a 14,38 euros por metro cuadrado al mes, lo que implica pagar unos 1.150 euros mensuales por un piso estándar en ciudades como Madrid o Barcelona. En Baleares y Cataluña, los precios superan los 20 euros por metro cuadrado.
El fenómeno no es puntual ni pasajero; responde a un desajuste estructural entre una oferta residencial muy limitada y una demanda creciente. La crisis inmobiliaria vigente desde 2022 ha visto cómo los precios suben más del 12% interanual en varias regiones y el alquiler acumula un encarecimiento cercano al 30% desde entonces. La escasez de vivienda social —apenas un 1,5% frente al 9% europeo— agrava aún más la situación.
Mientras tanto, casi un 20% de los jóvenes españoles está considerando emigrar para encontrar trabajo y vivienda digna. El sueño del piso propio se diluye en un mercado hostil marcado por leyes mal diseñadas, inseguridad jurídica e intervencionismo estatal.
Economía subsidiada y cesta básica a precio premium
La estrategia económica del Ejecutivo prioriza la expansión del gasto público y una economía subsidiada que fomenta la dependencia ciudadana del Estado en lugar de incentivar la productividad y la inversión privada. El resultado: baja competitividad internacional y una estructura fiscal insostenible.
En paralelo, los españoles ven cómo el coste de la comida escala posiciones dignas del Ibex-35. Una docena larga de impuestos encarece el trayecto desde el campo al supermercado hasta en un 280%, según estudios recientes. Así, productos básicos como aceite, pan o frutas llegan al consumidor con precios inflados por gravámenes que sólo benefician a las arcas públicas mientras castigan a las familias.
Por si fuera poco, las reformas fiscales brillan por su ausencia: mientras países como Argentina recortan drásticamente impuestos sobre exportaciones agrícolas para dinamizar su economía, España opta por mantener o incluso incrementar las cargas impositivas, asfixiando sectores productivos clave.
Curiosidades y paradojas
- El ritmo actual del endeudamiento español equivale a comprar cada día 65 millones en lotería… pero nunca ganar.
- En algunas zonas turísticas como Baleares, alquilar una habitación ya cuesta más que una hipoteca media hace apenas cinco años.
- Los alquileres han subido más del 60% respecto a los picos máximos previos a la burbuja inmobiliaria.
- El déficit estructural ronda el 4% del PIB pese al crecimiento estadístico artificial generado por revisiones extraordinarias del INE.
- Un número creciente de ciudadanos pernocta directamente en aeropuertos por no poder permitirse ni siquiera una habitación compartida.
España avanza así por la senda trazada por Sánchez, experto en multiplicar miseria económica mientras bate récords poco honrosos en deuda pública y precios básicos. El futuro inmediato invita poco al optimismo… aunque nunca faltarán cifras para alimentar nuevos titulares.