Dice, dolido, que las cosas podrían haber sido muy diferentes si él hubiera tenido iterlocución directa con los italianos de RCS
Es indudable que Mariano Rajoy no le tiene la menor simpatía a Pedrojota Ramírez. A diferencia de lo que hicieron José María Aznar o el socialista Zapatero, el actual ocupante de La Moncloa no descolgaba el teléfono, para escuchar sus ‘consejos‘ y tampoco volcó ingentes recursos públicos, para mantener a flote ‘El Mundo’ y sus operaciones periféricas, pese a que Pedrojota llegó a mendigar ayudas públicar para su periódico como destapó Periodista Digital.
Hay muchos -Federico Jiménez Losantos y Pablo Sebastián entre ellos- que este 30 de enero de 2014 insisten furibundos en que la defenestración de Pedrojota como director de ‘El Mundo’ es una operación política de altos vuelos, con el presidente del Gobierno en el epicentro y el Rey en la periferia, para acallar una voz critica y sobre todo molesta.
No es así. El verdadero ‘verdugo‘ de Pedrojota no ha sido esta vez un presidente cabreado, como ocurrió cuando lo echaron de ‘Diario 16’, sino su propio Consejero Delegado, el educado Antonio Fernández Galiano. Según pudo saber Periodista Digital, la confesión de Pedrojota a sus más fieles fue la siguiente: «Todo habría sido distinto si hubiera hablado yo con los italianos».
Anoche, sin nombrarlo, el propio Pedrojota se refirió a él cuando comunicaba a sus más fieles subalternos lo ocurrido, al comentar que las cosas podrían haber sido muy diferentes si él hubiera tenido iterlocución directa con los italianos de RCS.
Los resultados de ‘El Mundo’ han sido en los últimos años un lastre para el grupo italiano RCS, propietario de la cabecera española (posee más del 96% de Unidad Editorial).
En 2011, el consorcio de comunicación español experimentó unas pérdidas de 243 millones de euros, que se elevaron a 526 millones en el ejercicio siguiente. Con estos resultados, el grupo estaba en quiebra técnica.
Solo la inyección de fondos de la matriz italiana ha permitido la supervivencia de la cabecera española. Y los italianos, que no tienen intereses políticos en España y que siempre han dejado a Pedrojota decidir a quién apoyar y a quién amargar la existencia -como hace Berlusconi con Telecinco-, se han hartado de perder dinero.
Querían hacer caja, escucharon los informes de Fernández Galiano, quien ha hecho la cama al ya exdirector subrayando que se resistía a seguir mutilando la redacción, cada vez más huérfana de talento, y a ‘bajar el pistón‘ en los ataques a la altas instituciones del Estado, lo que tiene consecuencias negativas en los ingresos publicitarios.
Todo cuenta en periodismo, pero la caída de Pedrojota se produce en un momento en el que el diario atraviesa una profunda crisis, tanto en el terreno económico como de difusión, que el nombramiento de Casimiro García Abadillo no solventará.
La única salida lógica sería la venta –se habla de ofrecérselo al Grupo Planeta– y fusión con otra cabecera de la derecha, pero eso es ya el siguiente capítulo.
De este, lo más acertado que se puede decir, contrdiciendo a Jiménez Losantos y Pablo Sebastián, es que no es un revival o un deja vù de lo que ya sintió en carne propia el dicharachero riojano, cuando dirigía a finales de los años 80 otra aventura de papel llamada Diario 16.
En cualquier caso, es innegable que la caída de Pedrojota Ramírez supone un tsunami periodístico.
SIEMPRE EN EL OJO DEL HURACÁN
Es casi una frase hecha en la profesión que sólo hay cuatro nombres de directores de periódicos en España que tienen solera, Emilio Romero, Juan Luis Cebrián, Luis María Anson y el que hasta ahora era el alma máter de El Mundo, es decir Pedrojota.
Pedrojota Ramírez se convirtió en el director más joven de un periódico cuando fue nombrado para ese cargo por el presidente del Grupo 16, Juan Tomás de Salas. Miguel Ángel Aguilar, hasta entonces máximo responsable de esa publicación, no había podido con el empuje de El País por convertirse en el referente de esa nueva España democrática.
Tras el golpe del 23-F, Pedrojota decidió oponerse al sector militarista, lo que le valió ser acogido con alborozo por los lectores de corte más progresista y conseguir un espectacular ascenso de ventas. Durante la primera etapa de Felipe González en el poder, Pedrojota y Diario 16 aparecieron varias veces en TVE. En cambio, como enemigos mediáticos tuvo enfrente a Manuel Fraga y al controvertido empresario José María Ruiz-Mateos.
Pedrojota, en las elecciones de 1986, apoyó sin disimulo la llamada ‘Operación Roca’, finalmente fracasada en las urnas. No obstante, el director no dejaba de mirar a la izquierda y respaldaba la campaña del PSOE en favor de la OTAN.
Sin embargo, a partir de la segunda legislatura de González, Diario 16 viró más a la izquierda y empezó a posicionarse en el camino de los postulados de Izquierda Unida y empezó a poner en el punto de mira a la Policía, traslado hasta la capital de España las informaciones que determinados medios vascos estaban publicando en torno a que las Fuerzas de Seguridad del Estado estaban utilizando la llamada ‘guerra sucia’ contra los terroristas.
Esto, evidentemente, no cayó nada bien en el seno del Ejecutivo socialista y se llegó a insinuar que Pedrojota y su primer espada, Melchor Miralles, simpatizaban con ETA. De hecho, el Grupo 16 llegó a ser apodado como el ‘Grapo 16’
En 1989, Juan Tomás de Salas destituyó a Pedrojota como director. La gota que colmó el vaso fue un editorial de Pedrojota donde llamaba ‘capullo’ al entonces ministro de Cultura, Jorge Semprún, amigo personal de Juan Tomás de Salas, aunque en realidad nunca se sabrá si su salida fue debida a presiones del Gobierno, a la entrevista que realizó a la cúpula de ETA o las negociaciones que hizo a escondidas con el magnate Rupert Murdoch
Precisamente, paradojas de la vida, ese capullo fue el germen de su nuevo proyecto, El Mundo, un diario que arrancó en 1989 que en sus primeros años, aparte de esta muy en la línea de la Izquierda Unida de Julio Anguita, se convirtió en el azote de los casos de corrupción del felipismo (Filesa, Ibercorp, GAL, los papeles del espionaje del CESID).
En 1992, el diario El Mundo logró cerrar una operación empresarial que le daría una gran estabilidad, el pacto con Rizzoli y que blindaba a Pedrojota por un espacio de 15 años, lo que le permitió afrontar su guerra contra el Gobierno del PSOE, primero contra su vicepresidente, Alfonso Guerra, sacando todos los trapos sucios de ‘su hermano’ y luego ya tirando por elevación contra Felipe González.
El Mundo pasó de identificarse como un periódico progresista a identificarse con la derecha liberal del Partido Popular de José María Aznar, llegando a asesorar a éste en las elecciones de 1996, las que gana por un estrecho margen al PSOE.
PEDROJOTA: DE PERIODISTA-PERIODISTA A PERIODISTA-EMPRESARIO
El director de El Mundo comentaba que él siempre sería «periodista, periodista» y criticaba la concentración de medios de comunicación, algo que luego intentó él para convertirse no sólo en periodista, sino también en empresario de los medios de comunicación
En 1996 El Mundo entraba en Vía Digital con el propósito de hacerse con Antena 3 y Onda Cero. La empresa clave del pacto era la Telefónica de Juan Villalonga, convertida en aquellos días en el primer anunciante de El Mundo y, a través de Recoletos, en accionista indirecto de El Mundo. Además, el periódico creó una productora de televisión que realizaría varios programas, especialmente para los canales autonómicos allí donde gobernaba el PP
El hundimiento de Telefónica Media y Vía Digital entre el año 2000 y 2003 provocarían el distanciamiento entre Pedrojota y el Gobierno de José María Aznar. El golpe más fuerte fue la oposición de este periódico a la guerra de Irak.
Sin embargo, Pedrojota no renunciaba a sus deseos de sinergia y se alió a la COPE de Losantos en 2003 y también se acercaba a la cúpula del nuevo socialismo de Zapatero
Pedrojota, durante la primera legislatura de ZP, se dedicó a sacar todos los llamados agujeros del 11-M, una decisión que, comercialmente, le dio muy buenos réditos.
En esos años, también Pedrojota dio su salto a gran magnate montando el canal de televisión VEO 7 y fusionó su grupo con Recoletos para poder controlar Marca, sumado además a la sinergia con Jiménez Losantos
En 2008 tuvo su mayor pulso, tratar de descabalgar a Mariano Rajoy de la presidencia del Partido Popular, pulso que perdió. El primero en caer fue, precisamente, Jiménez Losantos.
Tras un año de pausa, Pedrojota trató de repetir jugada de sinergia con Ernesto Sáenz de Buruaga (COPE), nombrándole responsable de VEO 7 y así formar un conglomerado entre los tres medios, alianza que se quebró cuando se resquebrajó VEO 7 y que se fue por el desagüe cuando la COPE optó por una alianza con el diario ABC
Rajoy y el ‘caso Bárcenas’ le supuso una situación complicada con parte de unos lectores que son simpatizantes del Partido Popular
Ha habido numerosos rumores sobre la crisis económica de El Mundo y El País, por ejemplo, llegó a publicar que estaba en quiebra técnica. Lo cierto es que, problemas financieros o presiones políticas, lo cierto es que Pedrojota Ramírez vuelve a salir de la dirección de un periódico.