A pesar de los pesares, la prensa catalana sigue aquejada del síndrome de Estocolmo con el clan Pujol, mientras Artur Mas intenta minimizar los daños de la operación contra Oleguer convocando una nueva reunión de los partidos proconsulta.
Donde el resto ve el ocaso de una familia con un patrimonio oculto de más de 2.000 millones en el extranjero, los pujolistas ven una maniobra del Gobierno de Mariano Rajoy para desviar la atención.
Y entre ellos figuran algunos de los periodistas más famosos de Cataluña, con Pilar Rahola y Mònica Terribas -directora de TV3 hasta 2012- a la cabeza.
La polémica Rahola firma este viernes una columna en La Vanguardia en la que sostiene: «Si yo fuera malpensada, que por supuesto no lo soy, todo este espectáculo de caza y captura del dinero pujolino con escenografía de CSI me parecería una magna operación de distracción para tapar el hedor que sacude los aledaños de Génova».
Y continúa poco después: «Si fuera malpensada, que por supuesto no lo soy, diría que lo de Pujol es el gran circo que necesitan las hambrientas bocas mediáticas de la Villa y Corte, especialmente en el sector derecho, para poder distraer al personal de las incómodas preguntas sobre las propias cloacas. Donde haya un Pujol, que se quite un Acebes».
Terribas, por su parte, pontificó desde los micrófonos de Catalunya Radio, donde presenta El matí. «Las entradas y salidas del domicilio de Oleguer Pujol nos pueden hacer pasar por alto que Miguel Blesa ha listado sus bienes por valor de 16 millones de euros y que se los embargaran».
«Un poco extraño sí que es», señaló ante Ernesto Ekaizer, que le prestó su ayuda en la tarea de buscar una conspiración. «Cómo es que la UDEF han filtrado en estos meses información sobre los negocios multimillonarios y tiene que montar ahora esta operación. Mafalda diría que es un poco raro», sostuvo Ekaizer, quien además acusó de «comportamiento frívolo» a «los servicios aledaños a Jorge Fernández». Es decir, a la Policía.
TV3 también viene prestando sus cámaras a esa teoría de la conspiración en sus tertulias, de la mano de periodistas como su cronista parlamentario Josep María Martí. Para quien el Gobierno está dosificando el caso Pujol para complicar un pacto entre CiU y el resto del frente soberanista. «El objetivo es romper la unidad». Y acusa directamente de estas maniobras al jefe de Gabinete de Rajoy, Jorge Moragas.
El Periódico abre su portada con el titular a cinco columnas Un clan acorralado y la foto de la familia Pujol al completo, pero su caso es una excepción: la prensa nacionalista -cuanto más, menos- pasa de puntillas por el asunto Oleguer
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