'EN BOCA DE TODOS' (CUATRO)

Antonio Naranjo estalla como nunca ante las impertinencias de Sarah Santaolalla: «¡Me levanto y me voy!»

"Sarah, no digo que aprendas porque eso es imposible, pero escucha por lo menos"

Se veía venir la bronca.

Sarah Santaolalla, habitual en el programa ‘En Boca de Todos‘, es especialista en sacar de quicio al más pintado.

Y en el programa de este 7 de mayo de 2025, donde se analizaba la comparecencia de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados para hablar del apagón que sufrió España el 28 de abril de 2025 y el gasto extraordinario en Defensa, la periodista intentó sacar del carril a Antonio Naranjo cuando mantuvo la tesis de que el socialista no debería de haber hablado en calidad de presidente del Gobierno:

Antes de hablar de lo que ha dicho Pedro Sánchez, voy a hablar de que no tenía que haber hablado Pedro Sánchez como presidente del gobierno. Yo me niego a normalizar un fraude democrático como que es el hecho de que un señor que no gana unas elecciones, carece de mayoría parlamentaria, incumple la obligación constitucional de presentar unos Presupuestos, se presenten en el Congreso de los Diputados como si todo esto que acabo de describir fuera normal. Si la única razón para que un perdedor de las elecciones fuera el presidente del gobierno es que tenía una mayoría parlamentaria, comprada más que adquirida en un pacto, y esa mayoría parlamentaria la ha perdido, su obligación…

Sarah Santaolalla no hacía más que interrumpir llamando «golpista» a Naranjo, pero este no se dejó avasallar:

Deja de hacer escraches cada vez que hablo. No digo que aprendas porque eso es imposible, pero escucha por lo menos. Es decir, si el precepto que le llevó a Pedro Sánchez a poder ser presidente pese a perder las elecciones es tener una mayoría parlamentaria, que yo insisto, se la compró, no llegó a un pacto sano por este país, y resulta que esa mayoría parlamentaria la ha perdido, y le lleva a incumplir la Constitución de nuevo, de manera flagrante, y no presentar Presupuestos, que es una obligación constitucional, ¿qué demonios hacía ahí hablando? Como si toda esta secuencia que acabo de describir no contara. Su obligación es disolver las cámaras y convocar elecciones.

En el turno de palabra de la tertuliana, esta se desató:

Es que es muy peligroso decir aquí con discursos golpistas de que no es un presidente del gobierno cuando es un presidente del gobierno legítimo. Al igual que lo son Ayuso en la Comunidad de Madrid, Illa en Cataluña, o Mañueco en Castilla y León. Ya está bien de discursos golpistas de gente de la derecha más rancia que no acepta que gobierna un gobierno progresista. Y ya está bien de estos discursos, porque al otro lado no encontramos estos. A mí no me gustan las políticas de la señora Ayuso. A mí no me gustan las políticas del señor Mañueco. Pero entiendo que el señor Mañueco, por ejemplo, en el año 2019 no ganó las elecciones, las ganó el PSOE pero Ciudadanos quiso gobernar con ellos. Tienen todo su derecho si internamente en el Parlamento ganan las votaciones. Estamos haciendo un ejercicio, yo no, algunos, contra la democracia y contra el funcionamiento de este país. Y contra la política. Es muy peligroso no respetar las instituciones y no respetar quién gobierna.

Antonio Naranjo se hartó de los improperios de Santaolalla:

Bueno, la próxima vez que alguien me llame golpista y en este programa se acepte como algo natural, yo me levanto y me voy. Yo soy muy mayor para discutir con críos y para aguantar impertinencias de estas características. Ahora, no obstante, voy a explicarle a la audiencia, no a Sarah, porque es imposible. Ella viene aquí a repetir lo que le digan que tiene que repetir. Te he llamado y te lo vuelvo a decir, propagandista.

Yo no insulto absolutamente a nadie nunca. No, no, pero es que yo no naturalizo esto. Que soy una persona mayor. Que yo no naturalizo que se me llame golpista. A mí no me llama golpista ni Dios y ya está. Voy a terminar por respeto a la audiencia. He intentado explicar por qué es un presidente ilegítimo y lo voy a volver a decir, utilizando su propio argumentario. Y con eso, se puede estar de acuerdo o no, pero no se puede llamar golpista. Y el argumento es muy fácil de entender, incluso para ti. Incluso para un niño de cinco años. Si lo traigamos a un niño de cinco años.

La tertuliana seguía escocida:

Si me llama tonta o infantil o niña, le llamo golpista.

El periodista de Alcalá de Henares (Madrid) optó por ignorar a la ‘experta’ en las reglas del juego democrático:

Es que es muy fácil de entender, incluso para las personas que no quieren entender porque vienen a estos programas a otra cosa.

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