Lo sabes, poesía

José Pómez

Los besos, corazón.

Los besos, corazón. A ti, que habitas la orilla del silencio, con la mar por compañera y las gaviotas por únicas mensajeras, te miento qué son los besos. Los besos, corazón, no son sólo roce de labios, no son espuma ni aire ni costumbre. Son llamas que el alma aprende a pronunciar sin voz. Cuando dos bocas se buscan, no es la carne

De un tal Zutano y la jaula invisible.

De un tal Zutano y la jaula invisible. Gracias te doy buen sol de mis auroras, por darme voz cuando el sosiego calla, la risa leve en su fugaz batalla, rompe la sombra y deja luces de horas. Decían antes lenguas habladoras, que el mal del ave al hombre no avasalla, mas hoy la voz del miedo se halla en valla, y el aire teme abrir sus mismas

El dolor que no se nombra.

El dolor que no se nombra, y que pica hasta en la frente, cuando la espalda no miente, el estómago zozobra, y la rodilla se asombra. Porque el café ya se enfría, como tos de la alegría, vibra el móvil de un achaque, y todo queda en un jaque, del amor que ya no guía. José Pómez http://pomez.net http://pomez.es https://tinyurl.com/3smt2prx

!Ay, Pedro trullo, qué lío este, qué lío!

¡Ay, Pedro trullo, qué lío este, qué lío! Con un ti ri ri, ti ri ri, pan tan fan, el tren de la Moncloa pita al pasar, pero en cada curva se vuelve a parar. El maquinista mira el primer vagón, Junts le dice: “¡Pues no, que no, que no!”. !Ay, Pedro trullo, qué lío este, qué lío! Prometes el futuro y das el desvío. El tren del

Olvidé dónde dormí.

Olvidé dónde dormí, creo que fue en una nube, mi sombrero ya no sube al tren que inventé por tí. Un pez me habló en guaraní, me pidió mi calendario, pero en tono culinario le di una sopa de viento, ¡y aún no sé si el pensamiento era mío o imaginario! José Pómez http://pomez.net http://pomez.es https://tinyurl.com/3smt2prx ISBN:

No necesitas ofrecerme estrellas.

No necesitas ofrecerme estrellas ni encender ningún sol prestado. Tu cuerpo basta, la expresión de tu rostro enciende la noche, y en tus labios el universo recuerda su origen de fuego. Tu piel es territorio sagrado, allí el tiempo se detiene, se desnuda de relojes, y aprende a medir los minutos con la respiración del deseo. No hace falta

La peña de la lágrima, las lágrimas felices.

La peña de la lágrima, las lágrimas felices. Ríe la fuente, y el sol, niño travieso, besa mi sombra. Te miro y tiembla la flor del alma mía, ya está a tu vera. Manos pequeñas, me ofrecen una piedra brilla el tesoro. Llueve despacio y en cada gota baila mi corazón. Limonar viejo, tus pétalos regresan como memorias. Después del llanto,

Cuando mis manos callen.

Cuando mis manos callen. Presiento en mí la sombra detenida un lento declinar sobre mi frente la savia que fue río y fue corriente se queda en el umbral de la partida. Mis manos que tejieron la jornada se cansan de su antigua fortaleza ya tiemblan con humilde ligereza palomas al temblor de la alborada. Mis piernas que cruzaron tanto suelo

Te lo ordeno corazón.

Te lo ordeno corazón. Te mando una foto, vida, rápida, desde el balcón con el brillo de una herida que no cabe en corazón. ¿Ya sabes dónde me escondo? Noches sin luna y sin fe puede que estés en el fondo del mismo sitio que fue. Pero calla, que el silencio tiene más verdad que el mar y no debes, ni por sueño con extraños conversar.

La luna llora en la lluvia ya herida.

La luna llora en la lluvia ya herida murmuran ramas jóvenes las quejas las hojas brillan con las dulces señas de un amor que se enciende con la vida y el viento es como un canto sin salida. La tierra silenciosa es sombra y deja la noche con su manto que se aleja y el alma con razón está medida con cada gota en verso que se alienta en

Apología del séptimo cielo.

Apología del séptimo cielo. No es cuerdo amar ni el alma lo pretende pues la razón al fuego no resiste quien ama arde y ardiendo se desviste de todo lo que el mundo en sombra entiende. No es serio amar del orden se desprende del cálculo del juicio que persiste y en su locura el cosmos se reviste de un caos que en ternura se defiende.

Ya son cincuenta y cuatro los ladrillos.

Ya son cincuenta y cuatro los ladrillos. Bajo la rama el viento se demora mueve la sombra escribe con temblor en cada hoja un reflejo que atesora la breve voz del aire y su rumor. El musgo nace donde el agua olvida en la raíz respira la distancia una abeja sostiene la medida de nuestro sol en la dorada infancia. Nada reclama el río sólo

Receta para un corazon cansado.

Receta para un corazón cansado. Toma un suspiro roto y una espera mézclalos con un beso distraído agita el alma y sirve el sinsentido añade un sol que muera en primavera. Revuelve el llanto con la fe ligera y el sueño que se niega ya partido dora el dolor sazona lo perdido enciende el fuego de la vieja hoguera. Después cuando el ardor

El medio de la pinta.

El medio de la pinta. No hay ni un santo en quien no arda la locura ni verbo puro sin sabor a herida del fango nace la palabra erguida del vicio brota a veces la ternura. El genio bebe sombra y desventura la gloria es su condena compartida la vida lo consume y en esa huida deja un temblor de luz que no se apura. Los buenos guardan muros dan

Tecnología y paz.

Tecnología y paz la araña halla el camino de la nueva esperanza la montaña y la mar. José Pómez http://pomez.net http://pomez.es https://tinyurl.com/3smt2prx ISBN: 9781008924512 https://spillwords.com/author/jose-pomez/?citationMarker=43dcd9a7-70db-4a1f-b0ae-981daa162054 @josepomez https://soloist.ai/eciberlan-4 https://qultu.org/pomez

Conducta del alma en tiempos de caos.

Conducta del alma en tiempos de caos. El poema predice la verdad es testigo del alma rota al mundo profetiza con versos guerra y farsa y hasta la muerte de la libertad. El dinero devora humanidad y el poder enloquece sin piedad los gobiernos caen en vanidad y el mundo en su final ya se desangra. Pero en la sombra surge poesía como esa llama

País desafinado.

País desafinado. Si me hubiera quedado peor habría sido un minuto transforma lo que creí vivido lo mínimo en el aire tan leve inadvertido es raíz de un abismo que se abre sin sonido. Yo abrí solo la puerta temblando en la escalera y una voz me ofreció su ternura sincera tan pequeño el auxilio y sin embargo fuera del mundo me salvó

La fallina el folluelo y fallo en suelo.

La fallina el folluelo y fallo en suelo. Vence el pueblo de las verdes praderas vivía una fallina muy mañosa que soñaba con ser la tapadera de sus discursos con voz orgullosa. Un folluelo chistoso y más travieso que siempre hacía reír casi a todos le gustaba bailar con gran despechoy contar chistes en los foros rotos. Pero un día en

Lo haces.

Lo haces y aunque no lo sienta algo se mueve en el aire como si el silencio supiera pronunciar mi nombre. Lo haces tan fuerte que tu abrazo se enreda en las nubes y las estrellas tiemblan porque entienden ese idioma sin sonido que solo el alma conoce. Tal vez tus labios no rozan mi piel pero tu gesto atraviesa el tiempo me toca allí donde

La carta que no esperas.

La carta que no esperas. Amada mía ha pasado --un río entero de estaciones-- y sin embargo tu nombre aún me arde en la boca como la primera sílaba aprendida. No he vuelto a ver tu rostro y quizá el destino decidió que tus ojos fueran la patria que yo nunca más debía habitar pero cada aurora trae tu reflejo en su transparencia y cada

Ríen las bichas del barro.

Ríen las bichas del barro se engalanan de virtud prometen la plenitud mientras mastican el tarro son hienas con negro sarro se acicalan de pureza confunden odio con jueza y al prójimo en gabinete ¡las nieblas son su tapete y su perfume es pereza! Entre la niebla caminan bichos de lengua torcida con la conciencia podrida y las entrañas

Crepúsculo de símbolos te encuentra que mi vigilia solo atisbar puede.

8Crepúsculo de símbolos te encuentra que mi vigilia solo atisbar puede. Tu cuerpo es un jardín que no recorro duermes te miro desde el profundo hueco de esta vigilia y no concede tregua tú eres la fuente más clara y lejana. Tu sueño es un cristal que no quebranto yo el avaro de horas el más insomne que cuenta las estrellas y las naves

Esa edad del discernir.

Esa edad del discernir no tiene una fecha exacta pues es ciencia que contrasta con el tiempo y el vivir. La experiencia al porvenir nos va dando su destello no es cuestión de ser un cello sino de abrir el criterio que en la noche el ministerio del saber te cubra el cuello. Con la luz de la razón se despierta el discernir más temprano que

Cuando en silencio sueño con tu aurora.

Cuando en silencio sueño con tu aurora y el horizonte tiembla sin tu canto la luz se esconde en mi desierto manto la voz me falta el alma se demora. Sin ti la estancia es cárcel que devora no hay sol ni brisa sólo un aire santo que al corazón enciendes sin quebranto y cierras luz adentro sin demora. Mas hoy partir es hora y es destino

Rota e incompleta y más fragmentada.

Rota e incompleta y más fragmentada. Línea sin redondez se resquebraja cielo cuelga en jirones desunidos y en su costura tiemblan los sentidos como un cristal herido que se encaja. No hay centro aquí la rosa se rebaja su tallo inclina a suelos corrompidos y el sol cansado apaga sus latidos ceniza gris que en sombras se trabaja. El tiempo

Cuando yo me vaya.

Cuando yo me vaya guárdame en tu risa y no en el rincón de la soledad. Si miras al mar allí estaré siempre jugando en las olas volviendo a tu paz. Cuando yo me vaya no cierres las puertas déjalas abiertas al aire y al sol. Seré en tu ventana la brisa más tierna y seré en tu pecho un viento de amor. Cuando yo me vaya recuerda mis pasos

¡Ay! María del Carmen.

¡Ay! María del Carmen. ¡Ay! María del Carmen no temas corazón no temas las tormentas porque ni los relámpagos ni los vientos más fuertes pueden contra los mares en ti todo se aquieta la lluvia más inquieta parece un canto suave cuando estás a mi lado. Si alguna sombra insiste en quedarse más tiempo ambos ya lo sabemos la mejor solución

Expláyate.

Expláyate. Cierra los ojos siente mi ternura aunque la ausencia intente separarnos mi voz se alza capaz de rescatarnos como un farol que rompe la espesura. Mañana arderá el pecho en amargura si no es tu luz que viene a alumbrarnos mas juro amor jamás de abandonarnos tu fe será de mar la siempre pura. Lejos de ti poemas volarán flechas

¿Estás meditativo? ¡Ay lector siempre amado!

¿Estás meditativo? ¡Ay lector siempre amado! ¿Qué sería de mí si viera yo los montes calcinados y muertos los robles ya talados los ríos mudos mudos los pueblos en silencio la aldea sin gaiteiros? Lloraría sí mucho porque la tierra es madre y quien así va y la hiere hiere también al hijo que va en su seno y duerme. No solo el

Imaginando labios que reclamo.

Imaginando labios que reclamo te busco en sombra estrella fugitiva y siento que tu ausencia me cautiva como prisión de un sueño que no llamo. Mi amor cual río eterno que derramo no halla dique ni orilla que lo esquiva es llama fiel herida que no priva juramento de sol promesa en tramo. Todo mi amor te envío en este canto cada sílaba

Te he oído claramente.

Te he oído claramente tu latido a contra horas en el refugio de una hora y en perfume de tu flor. Reconocimos el sol que se filtraba en abrazo el dulce y único lazo ese imparable temblor. Me habita un silencio roto por sonido de tu nombre y en la piel sigue el asombro que dibujó tu alboroto. Techo roto de la luz con tu voz suave y profunda

Vuelta razonable y cierta.

Vuelta razonable y cierta ¡ay! Sentimiento profundo ni perdona ni pregunta ni perdura ni te gusta refundida con la luna en el refugio de una hora. La marea que me habita hoy grita como un lucero abrazado en la garganta pero la razón es fría calculadora e imita paz que el corazón agita. José Pómez http://pomez.net http://pomez.es https://tinyurl.com/3smt2prx

La leyenda de la sombra artesana.

La leyenda de la sombra artesana. Al si el exceso en su furor se emprende y la medida justa se transgrede naturaleza que en su ley contiende con mano oculta el desatino excede. Pues cuando el vicio en su poder creciere y amenazare con romper su encanto la misma falta en su remedio viere y hallará en su caída nuevo manto. Así esta noche

A la belleza pura al vuelo leve.

A la belleza pura al vuelo leve que el mundo con su ardor jamás alcanza la forma en que su luz nos llega avanza en el alma cual nieve que se bebe. En el silencio que la mente eleve en el soplo final de la esperanza la palabra que danza y que se lanza del corazón el verso que la lleve. Solo la poesía tu eterno lazo consigue de la forma

El viejo pozo.

El viejo pozo silencio y universo croar de rana. Rocío bebe luz de la luna llena la noche gime. Y una sola hoja cruza el estanque lleno de agua y de espejo. José Pómez http://pomez.net http://pomez.es https://tinyurl.com/3smt2prx ISBN: 9781008924512 https://spillwords.com/author/jose-pomez/?citationMarker=43dcd9a7-70db-4a1f-b0ae-981daa162054

¡Ay! ¿Cómo iba a poder ver

¡Ay! ¿Cómo iba a poder ver tu máscara si nunca la usaste? Siempre fuiste el agua clara que mi sed necesitaba. Sea cual sea tu juego descubrirás que no hay límites donde la luz se rinda el amor es ese pozo que nunca nunca se agota. Sí puedo confiar en ti porque queda todo el amor que nos ata de las manos y aunque intentes no escuchar

Verde silencio extraño bajito.

Verde silencio extraño bajito tres corazones con un latido verde esperanza quieto prodigio bajo infinito cristal del ruido. Nadie te mira tú tan pequeño con tu tesoro escondido y cierto eres la paz del suelo sin dueño el verso vivo del campo abierto. Te mece el viento pero no cedes no buscas nada no tienes prisa eres el sueño que no

Claveles blancos y rojos.

Claveles blancos y rojos. No hay abrazo que sostenga lo que a veces un cantar ni hay lamento que al callar dé reposo en tanta entrega mas la voz cuando se venga con un soplo verdadero puede alzar en su sendero la esperanza más perdida y aunque ignore su medida da descanso al mundo entero. José Pómez http://pomez.net http://pomez.es https://tinyurl.com/3smt2prx

Un cantante busca en la huella.

Un cantante busca en la huella del silencio su desvelo y en la tecla halla un consuelo que lo acerca sin querella a otra sombra que destella la palabra inadvertida y sin verse compartida va tejiendo compañía pues convierte en melodía la amargura de la herida. José Pómez http://pomez.net http://pomez.es https://tinyurl.com/3smt2prx ISBN:

Cuanto la tristeza anida.

Cuando la tristeza anida y el pecho se siente herido llega un soplo inadvertido como ofrenda fugitiva no se sabe si da vida si consuela o si condena si es alivio o si es cadena mas se posa en el instante con dulzura resonante donde el alma es toda pena. José Pómez http://pomez.net http://pomez.es https://tinyurl.com/3smt2prx ISBN: 9781008924512

Lo más leído