(PD).- Algo se huelen. El Ejecutivo de Patxi López y el PSOE se muestran receptivos a la propuesta del PNV para lograr un «pacto de estabilidad institucional» frente a la crisis, mientras que el PP no oculta sus recelos al sospechar que se trata de una maniobra de los nacionalistas para «blindar» la Diputación Foral de Álava que gobiernan en minoría.
La positiva acogida de los socialistas a la oferta de Urkullu tuvo varios tonos, pero, por las reacciones, el que más enfadó al PP fue el emitido por el diputado Eduardo Madina, que la calificó de «buen gesto».
«En principio, no me parece mal camino, ojalá llegue a buen puerto».
Por el contrario, desafió la estabilidad del pacto entre el PSE y el PP al afirmar que «no es una alianza, sino un acuerdo de investidura». Es más, aseguró que si fuese una alianza, «quizá» la rechazaría, según informa ABC.
Dicho esto, echó un jarro de agua fría a las expectativas del PP de presentar, con el apoyo del PSE, una moción de censura para desbancar a los nacionalistas de Álava. Así, comentó que él no tiene constancia de que esta iniciativa «esté tan firmada como dice Antonio Basagoiti». «Las decisiones no están tomadas», sentenció.
Tardó poco en responder el presidente del PP de Álava, Alfonso Alonso, quien criticó que Madina «se avergüence» del acuerdo entre socialistas y populares y, además, trate de «torpedearlo» con el objetivo de «mendigar los votos» del PNV en Madrid. Alonso criticó las declaraciones de Madina, por «desafortunadas», ya que PSE y PP no suscribieron un mero pacto de investidura, sino de legislatura. De ahí que le exigiera una rectificación.
