El otro gran protagonista de esta segunda votación de investidura de Pedro Sánchez fue Pablo Iglesias. El líder de Podemos tenía cara de muy pocos amigos cuando le tocó subir al estrado:
Le pediría una reflexión, ¿usted ha olvidado porque nosotros nos creímos una moción de censura que ustedes no se creyeron? Les apoyamos a cambio de nada para ser gobierno, creo que solo por eso mereceríamos respeto. Es muy difícil negociar en 48 horas lo que no se ha querido negociar antes, filtrándolo todo a los medios de comunicación. Creo que una negociación de gobierno se merece no ser cutre.
A sabiendas de que su abstención provocará ir a una nueva negociación y, por tanto, a una nueva sesión de investidura o una repetición electoral, el líder de Podemos se descolgó con una oferta que rayaba en el surrealismo:
Le hago una nueva propuesta. He recibido un mensaje de alguien muy relevante de su partido. Me ha dicho que le pida las competencias de políticas activas de Empleo. Renunciamos al Ministerio de Trabajo pero ustedes cédanos las competencias de políticas activas de Empleo. Mi grupo confederal ha decidido abstenerse y tender la mano. Le hemos hecho una nueva propuesta para conseguir ese gobierno de coalición. Negocie con nosotros desde el respeto, no lleve a los españoles a otras elecciones
