LA RETAGUARDIA

¡La seria advertencia de Don Juan Carlos a Don Felipe desvelada!

Las memorias de Su Majestad el Rey Don Juan Carlos revelan una advertencia directa y la creciente distancia con Don Felipe, avivando el debate sobre el futuro de la monarquía española

En La Retaguardia de este jueves 06 de Noviembre, Eurico Campano analiza con José Ramón Riera la publicación del libro de memorias de Su Majestad el Rey Don Juan Carlos I y todas las reacciones que ha provocado.

Y es que entre las muchas anomalías de la España de Pedro Sánchez, está que el anterior Jefe del Estado, que no está acusado de ningún delito, tenga que residir fuera nuestro país para proteger así a su hijo, el Rey Don Felipe, del intento del Gobierno de debilitar a la Monarquía aprovechando los errores que Don Juan Carlos pudiera haber cometido en su reinado. Y todo ello cuando el actual Gobierno de España está rebosante de casos de corrupción que se extienden no sólo por varios ministerios del Ejecutivo, sino que afectan a la familia del presidente y al partido del presidente.

En lugar de tratar el reinado de Don Juan Carlos como corresponde, juzgándolo en su totalidad con sus aciertos y errores, los detractores de la Monarquía han emprendido una sibilina campaña en la que sólo se habla de lo que el anterior Rey pudiera haber hecho mal al tiempo que se ocultan sistemáticamente los muchos, grandes y buenos servicios que Don Juan Carlos ha prestado a nuestro país. Comenzando por ser el promotor del régimen de libertades que tenemos en España y que sustituyó a la anterior dictadura.

Desde su residencia en Abu Dabi, el Rey padre decide romper su silencio con reflexiones sinceras sobre su vida, su reinado y sus relaciones familiares. En este contexto, lanza una advertencia a su hijo, Don Felipe VI, que ha resonado con fuerza en los círculos políticos y mediáticos.

A sus 87 años, Don Juan Carlos se muestra irónico y reflexivo en sus declaraciones. “Espero que mi libro exorcice nuestros demonios, que están regresando”, confiesa, una frase que encapsula el tono de sus memorias y la tensión que persiste entre el pasado y el presente en la Familia Real. A lo largo de sus páginas, no duda en reconocer errores significativos, como su relación con Corinna Larsen. Sin embargo, también reivindica su papel crucial durante la Transición y recuerda las presiones que enfrentó tras la muerte de Franco.

El pulso generacional y la protección de la Corona

La relación entre padre e hijo atraviesa uno de sus momentos más complicados. Don Felipe VI ha dejado claro que su prioridad es salvaguardar la imagen de la Monarquía frente a cualquier exposición mediática que pueda comprometerla. La publicación de las memorias y el rumor de un posible contrato de Don Juan Carlos con Netflix para una serie biográfica han generado recelos en Zarzuela.

Esta advertencia no solo afecta al ámbito privado; también se extiende a cualquier iniciativa pública de Don Juan Carlos, ya sean presentaciones de libros o entrevistas. El objetivo es claro: evitar que los escándalos del pasado ensombrezcan los esfuerzos de Felipe VI por renovar la imagen institucional. Desde que asumió el trono en 2014, el Rey ha trabajado para distanciar a la Corona de episodios controvertidos, apostando por una mayor transparencia y ejemplaridad.

La herencia emocional: reproches y deseo de reconciliación

En sus memorias, Don Juan Carlos expresa abiertamente su tristeza por la distancia con su hijo. “Mi hijo me dio la espalda por sentido del deber… pero sufrí su insensibilidad”, escribe, dejando entrever el peso emocional que ha tenido su marcha hacia los Emiratos Árabes en 2020. El monarca sostiene que su salida fue “voluntaria”, impulsada por el deseo de “no obstaculizar el buen funcionamiento de la Corona ni a su hijo en el ejercicio de sus funciones soberanas”.

La advertencia al heredero va más allá del ámbito institucional; es también muy personal. Don Juan Carlos destaca que “no hay democracia sin reconciliación” y lamenta cómo se ha deteriorado el clima político actual, comparándolo con aquel espíritu dialogante que predominó durante la Transición. El Rey padre anhela restablecer una relación armoniosa con su hijo y regresar a España, aunque es consciente de que ese regreso depende de factores ajenos a la voluntad familiar.

El exilio, la memoria y los fantasmas del pasado

Don Juan Carlos acepta con resignación haber llegado al ocaso de su vida lejos de España, ignorando lo planeado por el Gobierno respecto a su entierro y funeral. “Cuando llegue mi hora, llegará. Entonces podrán hacer lo que quieran conmigo”, afirma con ironía, minimizando así los rituales monárquicos mientras expresa un deseo claro: una jubilación tranquila.

Las memorias han comenzado a publicarse primero en Francia y luego en España, generando inquietud dentro del entorno real y expectación entre los ciudadanos. La efeméride del cincuentenario del fallecimiento de Franco sirve como telón para reivindicar el papel del emérito en la historia reciente del país. El relato personal del rey es tanto una advertencia como un anhelo: reconciliar los demonios del pasado para garantizar un futuro estable para la monarquía.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Los vídeos más vistos

Lo más leído