Aplica la ley del embudo con una maestría digna de toda consideración.
Porque bien es eso, la doble vara de medir, o tener la desmemoria de un pez.
Lo cierto es que Irene Montero se ha marcado lo que los modernos llaman un ‘autozasca’ a cuenta del sensible asunto del sueldo que cobran los trabajadores.
A primeros de este mes de septiembre de 2020, la ministra de Igualdad se encastillaba y se negaba a dar cuenta no solo de la identidad de un grupo de asesores, sino que también se oponía con todas sus fuerzas a desvelar cuál era el salario que cobraban.
Y todo pese a estar hablando de todo un Ministerio de Igualdad, es decir una entidad pública que debe estar regida por criterios de transparencia porque el dinero que cobran sus empleados sale de las cuentas públicas, es decir de los impuestos de los españoles.
⚙️Los planes de igualdad serán implementados en empresas de más de 50 trabajadores/as.
♀️♂️Su objetivo es servir como instrumento normativo para lograr la igualdad de trato y oportunidades, eliminando cualquier discriminación por razón de género en el ámbito laboral.
— La Moncloa (@desdelamoncloa) September 6, 2020
Sin embargo, en una semana ha mudado su criterio. Ahora, la hermética Irene Montero exige a las empresas que tienen que hacer públicos los salarios que perciben sus trabajadores.
Es decir, lo que ella no se administra para sí, la luz y taquígrafos con respecto a los sueldos que paga a su gente más directa, resulta que sí se lo reclama a compañías privadas.
Y lo hace amparándose en criterios de igualdad, para ver si las mujeres son o no discriminadas en el ámbito laboral a la hora de recibir la nómina mensual.
Obviamente, las reacciones no se han hecho esperar y la catarata de respuestas a las intenciones de Irene Montero, en coalición con la también podemita ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, son para enmarcar:
Vivís en los mundos de yupi. Tomad medidas para acabar con el paro, sea del género que sea, no poniendo trabas a empresarios. Las doctrinas e ideologías populistas no son para momentos de crisis como la que tenemos encima. Qué ceguera.
— The Jack (@hubountiempoz) September 6, 2020
Eso, que conozco varias empresas que sólo tienen hombres picando piedras, asfaltando a 50º a la sombra o cavando zanjas de sol a sol.
— Fernando Suarez de Tangil Meneses?????? (@fstmog) September 6, 2020
Gracias, en mi empresa hay muchas más mujeres que hombres. Mañana mismo empezamos con los despidos.
Es una pena pq las mujeres que vamos a echar fueron contratadas por su valía profesional, en concurso abierto tanto a hombres como a mujeres.— Nar66 (@Nar66nar) September 6, 2020
Pues precisamente obligar a una cuota es discriminar a personas por razón de su sexo, porque si un hombre más preparado merece el puesto no lo podrá tener gracias a que obligáis a que tenga coño.
— José K V.E.R.D.E. ?? (@ImJosefK) September 6, 2020
Puestos de trabajo a base de cuotas, no por méritos. Mucha “igualdad” para arriba y para abajo, pero siempre en las oficinas, administración, directivos… Eso sí, en las obras de construcción, minería… que trabajen los burros. Ahí no se pretende “igualdad”.
— ?? ??.???? (@A3_iOS) September 7, 2020
‘EL QUILOMBO ‘ – PROGRAMA COMPLETO DEL 10 DE SEPTIEMBRE DE 2020