La Ley del Sí es Sí confirma cada día de forma siniestra que es un fracaso sin paliativos. El número de condenados por delitos sexual que se han beneficiado de esta reforma del Código Penal ha aumentado ya a los 259 desde la entrada en vigor de la Ley el 7 de octubre de 2022. En España hay, según datos oficiales, 4.008 personas cumpliendo condena por delitos sexuales. Casi 250 ya han sido beneficiados por la Ley de Irene Montero, por lo que quedan 3.800 delincuentes que pueden beneficiarse de esta ley. Recordemos que este cambio legislativo en el Código Penal que cambia la situación de los presos, tal y como establece la Constitución hace que las condenas se revisen o bien de oficio por parte de la Audiencias Provinciales o bien se soliciten de parte, por los abogados defensores. Se tienen en cuenta los criterios tanto de la acusación particular si la hubiere como de la Fiscalía.
El violador reincidente de Lérida
Uno de los últimos delincuentes en ser beneficiado siendo excarcelado es Daniel Padial, más conocido como ‘el violador de Lérida’. Se trata de un delincuente reincidente que se ha pasado la vida saliendo y entrando de prisión y en el que la rehabilitación ha sido imposible. Su historial criminal es largo y no deja lugar a dudas sobre su peligrosidad. Con sólo 14 años cometió su primer delito. Era 1999 y desde entonces no ha parado de agredir sexualmente a mujeres. Sus víctimas, contrastadas, ascienden a la cifra de 19, lo que le convierte en uno de los mayores delincuentes sexuales de nuestro país.
Cada vez que ha salido de prisión ha cometido un nuevo delito. Los últimos fueron en 2008. En ese momento salió de prisión tras dictaminar la Audiencia Provincial de Barcelona que debía suspenderse su condena porque sólo había sido condenado por un delito de coacciones y la pena era inferior a dos años. En ese momento, los informes técnicos fueron contundentes. Padial no estaba rehabilitado y seguía siendo potencial peligro. Por desgracia, se cumplieron las previsiones del expertos. Por entonces acumulaba 17 víctimas, muchas de ellas menores. Al poner un pie en la calle el contador subió a 19.
Así, en julio de 2008 atacó en su ciudad a una chica de 17 cuando iba a entrar en el portal de su casa. Dos años después volvía a sentarse ante la justicia que le condenó a 15 años de prisión. Estancia que ahora, gracias a la chapuza legislativa de Irene Montero, volverá a la calle. De todos los presos excarcelados ‘el violador de Lérida’ es uno de los que más inquietud social genera porque se alto índice de reincidencia.
Ione Belarra no entiende las críticas de Carmena
Tan evidente fracaso de la Ley no ha hecho que Irene Montero y el ministerio de Igualdad asuman la realidad. No sólo eso, sino que no entienden las críticas a su trabajo. Algunas emitidas por personas tan poco sospechosas como Manuela Carmena. La que fuera alcaldesa de Madrid y jueza de profesión fue dura con esta ley en una entrevista en El País.
Manifestación contra la Ley del Sí es Sí.
Unas críticas que para Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales, han constituido toda una sorpresa. «Nunca me habría esperado de una persona como Carmena que estuviera en contra. Me preocupa», ha dicho ante los medios de comunicación. Y por supuesto ha seguido manteniendo que la ley del ministerio de Igualdad «es sólida que protege a todas las mujeres en su libertad sexual» porque, según Belarra, esta ley «pone en el centro el consentimiento de las mujeres y evita que en un juicio puedan preguntar a una mujer otra vez, como hemos visto tantas veces, si cerró bien las piernas».
Primera manifestación en contra
Ante tal evidente fracaso, el Partido Popular de Ferrol convocó el viernes 20 de enero de 2023 una manifestación para protestar por la Ley del Sí es Sí. La primera que se celebra.
En esta primera manifestación se vieron pancartas con lemas como «Sánchez, por las víctimas, rectificación sí o sí». Además, agregaban en un ‘hashtag’ que la situación ‘no es un chiste’. Esta última frase hace alusión a las polémicas declaraciones de la secretaria de Estado de Igualdad Rodríguez Pam.
