Una joven estalló contra Irene Montero este 24 de febrero en la celebración del Encuentro Internacional Feminista. ¿El motivo?, la nefasta Ley Trans, que permite el cambio de sexo sin necesidad de aval médico ni tratamientos de hormonación.
“Ser mujer no es un sentimiento”, indicó la joven a la ministra, quien se apresuró a levantarse de su silla.
Montero la invitó a subir al auditorio aunque finalmente abandonó el acto, mientras varias asistentes gritaban: “Fuera fascistas de la Universidad”.
“Creía que podía ser interesante si quería explicar qué exactamente no es feminismo”, buscó burlarse la ministra, que ha participado en la inauguración de estas jornadas junto a su homóloga de Finlandia, Hanna Sarkkinen, la comisionada europea para la Igualdad, Helena Dalli, la representante de ONU Mujeres para las américas y el Caribe, María Noel Vaeza, la portavoz del Gobierno argentino, Gabriela Cerruti y la filósofa Judith Buttler.
La Ley Trans, aprobada la semana pasada en el Congreso de los Diputados, permite el cambio de sexo desde los 12 años sin necesidad de informes médicos ni psicológicos. Tampoco se requieren, como hasta ahora, tratamientos hormonales, ni cirugías para modificar el aspecto.

Irene Montero
El cambio de sexo es libre a partir de los 16 años, mientras que los menores entre 14 y 16 años tendrán que estar acompañados de los progenitores y, entre 12 y 14, habrán de contar con autorización judicial. En cualquier caso, la ley establece que si existen «desacuerdos» con los padres se impondrá un «defensor judicial».
Este aspecto ha provocado un enfrentamiento entre los socios de Gobierno. De hecho, el PSOE presentó una enmienda que proponía que los menores de 16 contaran con una autorización judicial para cambiar de sexo en el registro, aunque finalmente fue rechazada.
Los menores de 12 años no podrán cambiar su sexo en el registro, pero sí su nombre en el DNI.
Para cambiar el sexo bastará rellenar un formulario en el registro y, en un plazo máximo de tres meses, la persona interesada comparecerá para ratificar su decisión. La ley no pone límites a los cambios de sexo que se pueden solicitar, aunque a partir de la tercera vez, tendrán que contar con aval judicial.
En los últimos días han resultado especialmente polémicas las declaraciones de la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez Pam, quien ha afirmado que si un hombre cambia de sexo y agrede a su pareja no podrá ser juzgado por la Ley de Violencia de Género