Así se las gastan las autoridades de Birmingham pese a todas las críticas
Kerry Capper es una madre preocupada por la salud de su hija de 7 años que acababa de superar un cáncer. La niña comenzó a sentirse mal y la madre quería observar de cerca la evolución de los síntomas ya que tenía miedo de que el cáncer hubiese reaparecido, por eso no la envió al colegio.
Ahora puede ir a la cárcel por no haber avisado a la escuela de su ausencia.
A la pequeña Libby Bannett le encontraron un tumor en uno de sus riñones en el año 2010, pero se recuperó gracias al tratamiento de quimioterapia que recibió, varios meses después.
El cáncer no había vuelto a reaparecer pero la niña seguía pasando periódicamente consulta para controlar su salud.
A principios de año la niña comenzó a sentirse mal y Kerry Capper decidió seguir de cerca la evolución de los síntomas por temor a que el cáncer reapareciese. Entre los meses de enero y marzo, la niña faltó al colegio un total de siete días.
PRISIÓN
Ahora las autoridades de Birmingham podrían pedir prisión para la madre por no haber pagado una multa de 60 libras, por la ausencia no autorizada de la niña al colegio. En caso de no pagar, Kerry Capper podría ingresar en prisión para cumplir una pena de tres meses.
Según afirman en el diario ‘Daily Mail‘ el consejo de Birmingham, Kerry Capper no informó en ningún momento al colegio del motivo de la ausencia a la escuela de la niña.