Los nombramientos de las plazas de la Fiscalía Anticorrupción son un nuevo ‘gesto’ de la pareja progresista

El ‘noviazgo’ de Dolores Delgado y Baltasar Garzón: de la cacería de Gürtel a domesticar a la Fiscalía

El ‘affaire’ entre la Fiscal General del Estado y el exjuez viene influyendo dentro del Poder Judicial durante la última década

El 'noviazgo' de Dolores Delgado y Baltasar Garzón: de la cacería de Gürtel a domesticar a la Fiscalía
Baltasar Garzón y Dolores Delgado PD

La Fiscal General del Estado volvió a beneficiar al PSOE y a su ‘novio’, el exjuez Baltasar Garzón.

A Dolores Delgado, exministra de Justicia de Pedro Sánchez, se le ‘vieron las costuras’ en la provisión de 18 plazas en la cúpula fiscal celebrada este 27 de octubre, incluidas las nueve plazas en la Fiscalía Anticorrupción.

Como era de esperar, la socialista ‘premió’ a los fiscales progresistas. Justamente los que más resultan cómodos para la defensa de los clientes de Baltasar Garzón.

Es importante recordar que el exjuez es el defensor jurídico en elCaso Villarejo’, justo donde se realizó uno de los cambios más llamativos de la reunión del Consejo Fiscal.

Dolores Delgado no propuso al fiscal del ‘Caso Villarejo’ Ignacio Stampa para una plaza fija en Anticorrupción. Al no recibir ningún apoyo, Stampa no continuará al frente de la investigación de la macrocausa de la que se ocupaba desde hace tres años junto a Miguel Serrano.

En este sentido, Ignacio Stampa tendrán que volver a la Fiscalía de Madrid, donde tienen plaza asignada.

Su salida, sin embargo, parece estar condicionada por las diligencias de investigación que tiene abiertas por delito de revelación de secretos relacionado con el contenido de un chat en el que el equipo de abogados de Podemos daba cuenta de sus reuniones con el hasta hoy miembro del equipo que dirige Alejandro Luzón.

Por el contrario, Garzón ‘sale ganando’ por la permanencia de Miguel Serrano, que logró la plaza fija con el apoyo de la Unión Progresista de Fiscales (UPF) y a pesar del ‘no’ de la Asociación de Fiscales.

Con este escenario, será Anticorrupción quien designará a un segundo fiscal para el ‘Caso Villarejo’.

Un ‘noviazgo’ rentable

Al mejor estilo de una comedia romántica, Dolores Delgado y Baltasar Garzón mantuvieron una amistad durante más de 30 años. Cada uno de sus matrimonios e hijos fueron creando un vínculo que explotó en pasión.

Fuentes cercanas a la exministra socialista afirman que “fue el roce el que fue haciendo el cariño”. Es importante recordar que ambos trabajaron juntos contra el tráfico de drogas, el crimen organizado y el terrorismo de ETA.

Sin embargo, señalan que el verdadero ‘cupido’ del noviazgo fue el comisario retirado de la Policía Nacional José Manuel Villarejo.

La cercanía de Villarejo con Baltasar Garzón y Dolores Delgado ya quedó demostrada en 2018, cuando salieron los audios de una comida celebrada en octubre de 2009 en la que participaron los tres junto a varios policías.

El almuerzo, que fue íntegramente grabado, evidencia el grado de confianza e intimidad que mantenían los comensales. No solo porque se puede oír cómo se refieren a la pareja como “Lola” y “Balta”, sino también por la exministra de Justicia bromeó abiertamente sobre sexo (llegando a llamar a Fernando Grande-Marlaska “maricón”) y habló de asuntos judiciales.

Un año después de aquella comida en el restaurante madrileño Rianxo, Garzón fue suspendido por investigar crímenes del franquismo. Dos más tarde, en 2012, el Tribunal Supremo lo inhabilitó durante 11 años por ordenar escuchas entre acusados y abogados del caso Gürtel y fue expulsado de la carrera judicial.

A pesar de que José Manuel Villarejo se convirtió en la ‘diana’ de la extrema izquierda, el comisario retirado habría sido quien unió a unas de las parejas ‘progres’ más famosas del Gobierno.

La sombra de Garzón en la Justicia

Los nexos románticos entre ambos han permitido que Baltasar Garzón siempre tuviera una ventaja para alcanzar sus objetivos.

Así quedó demostrado en febrero de 2009. Pocas horas después de lanzar la ‘operación Gürtel’, Garzón cena en el Hotel del Val de Andújar (en el municipio de Andújar, en Jaén) con el entonces ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, y su esposa.

En la cena también participó Dolores Delgado, quien entonces era la fiscal que trabajaba codo con codo con el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5.

Un total de 48 horas después, todos ellos participan en una cacería en la finca de Jaén llamada ‘Cabeza Prieta’ (de unas 700 hectáreas y ubicada en el término municipal de Torres, pueblo donde nació el juez), con todos los gastos pagados por un empresario de seguridad.

Las imágenes del juez y del ministro de Justicia ante las piezas cobradas, casi al mismo tiempo en que caían destacados dirigentes del principal partido de la oposición, acabarán costando semanas después la ‘cabeza’ de Bermejo.

En esa cacería también estuvo presente el comisario Enrique García Castaño, ‘socio’ de Villarejo entonces, y también Comisario general de Información.  

Es importante recordar que, durante 2018, el comisario Enrique García Castaño designó a Baltasar Garzón como abogado defensor tres horas después de haber sido detenido por sus compañeros de Asuntos Internos, dentro de la llamada Operación Tándem.

Dolores Delgado se convierte en la puerta de entrada de Baltasar Garzón al Poder Judicial después de que, en septiembre de 2018, fuese apartado de la carrera con 11 años de inhabilitación, precisamente por (según el Tribunal Supremo) ser «arbitrario”, “totalitario” y “laminar derechos” y ordenar prácticas «propias de sistemas políticos ya superados” al intervenir las comunicaciones en la cárcel de los cabecillas de la Gürtel que había ordenado detener en las horas previas a esa cena en Jaén.

La ahora Fiscal General del Estado lloró en las escaleras de la Audiencia Nacional en la despedida del exjuez de la carrera, inhabilitado. «No comparto en modo alguno ni los argumentos ni el fallo. Así que no, no comparto la condena de Garzón», insistía en una entrevista concedida a los medios de comunicación.

Con su llegada al ministerio de Justicia, Delgado comenzó a implementar los planes del propio Garzón. Así quedó demostrado desde el principio cuando, el 27 de agosto de 2018, anunciaba una comisión de expertos para restablecer la justicia universal que tumbó la reforma de Gallardón en 2014.

Amores ocultos

“Estaban liados desde hace muchos años. Ella apenas era una fiscal [Fiscalía Especial Antidroga de la Audiencia Nacional] y él ya estaba dentro de la Audiencia Nacional”, afirman a Periodista Digital. Una pasión que mantuvieron en secreto, presuntamente, por sus respectivos matrimonios.

El exjuez estaba casado con Rosario Molina, quien es la madre de sus tres hijos, María, Baltasar y Aurora. Desde ‘El Español’, confirman que el matrimonio ya está roto, pero sin dar a conocer la fecha precisa.

Por su parte, hasta 2018 la exministra de Justicia compartía su vida sentimental con el fotógrafo y alto ejecutivo de El Corte Inglés, Jordi Valls Capell, quien es el padre de sus dos hijas.

Con ambos matrimonios acabados, Baltasar Garzón y Dolores Delgado fueron relajando sus precauciones para no demostrar su amor en público. Un descuido que terminó con las románticas fotografías tomadas en Roma por una turista española.

Las imágenes, tomadas el 19 de septiembre, muestran a la pareja cenando en la trattoria Bacco ubicada en la Piazza Giovanni della Malva, en el popular y turístico barrio de Trastevere (Roma).

“Yo calificaría la cena de romántica. Él le tomó la mano tiernamente y la besó”, aseguró la turista al diario ‘El Mundo’.

¿Una relación en peligro?

La vinculación sentimental entre la Fiscal General del Estado y el exjuez está generando gran inquietud dentro del Poder Judicial.

Más aún cuando el Gobierno de Pedro Sánchez está avanzando en un asalto al Consejo General del Poder Judicial. Un proceso en el que, como precisa Fernando de la Rosa en su artículo ‘Plan Garzón’, el exjuez cuenta con un gran protagonismo.

No se trata de un proyecto reciente o improvisado, sino de un objetivo que se lleva años preparando.

“Ese plan no se vio truncado a pesar de que el exjuez fue expulsado de la carrera judicial al ser condenado en 2014 a 11 años de inhabilitación por el Tribunal Supremo por prevaricación. Hoy en día la relación entre Garzón y Podemos está fuera de duda, como se acreditó cuando firmó el pasado abril un manifiesto de apoyo a Pablo Iglesias cuando el CGPJ protestó ante las críticas realizadas por el vicepresidente contra el Supremo por la condena de la dirigente de Podemos Isa Serra por atentado a la autoridad y lesiones”, detalla De la Rosa en ‘La Razón’.

“También hay que recordar que hace unos días Garzón mostró su preocupación porque Lesmes siga como presidente del CGPJ, marcando el pistoletazo de salida a las críticas de dirigentes de la izquierda radica”, recalca.

Los nexos de Garzón con los ataques al Poder Judicial podrán aumentar las discrepancias de los jueces y fiscales hacia Dolores Delgado, quien ya está en la ‘lupa’ por ocupar el cargo tras ser la ministra de Justicia de Pedro Sánchez. Es decir, con mucho riesgo de su parcialidad al tomar decisiones.

Con el Poder Judicial en pleno terremoto y con la UE amenazando al Gobierno del riesgo que suponer su ataque al CGPJ se genera una gran presión que podrá acabar con la relación de “Lola” y “Balta”.

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Autor

José Antonio Puglisi

Periodista italovenezolano especializado en economía y periodismo de investigación.

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