n su importante libro Madre Patria, el argentino Marcelo Gullo Omodeo cita la sagaz frase de su compatriota Juan José Hernández Arregui, periodista y
filósofo marxista, en la que afirma que: “Uno de los motivos del olvido liberado del periodo virreinal por parte de la historiografía de la oligarquía ha respondido al plan oculto de hacerles perder a estos países (los de la América hispana) el recuerdo de la primitiva unidad, bajo el dictado de los intereses extranjeros suplantados por nacionalismos enfermos sin fundamentos geográficos reales”.
Al hilo de esta aseveración Gullo Omodeo se pregunta si “Siguiendo la lógica de Hernández Arregui ¿No podría pensarse que aquello que en su momento le aconteció a Hispanoamérica le está sucediendo ahora a la propia España?”. Y añade que “El olvido deliberado de la historia de España promovido en Cataluña, País Vasco y, en menor medida en Galicia, ha provocado en estas regiones la pérdida del recuerdo de su unidad con el resto de los pueblos de la península y la aparición de nacionalismos enfermos”.
Conseguido por estos últimos el control de la educación, con la que adoctrinan a sus estudiantes en el odio a España, en una falsa historia común y en una falsa historia propia (Norberto Bobbio: “Si un País quiere mantenerse unido, debe enseñar la misma Historia a todos sus alumnos y en cualquier rincón de la Nación,… aunque sea falsa”), ahora toca, de la mano del vitriólico dúo Zapatero-Sánchez, arrinconar al español, el idioma común y único oficial que une a los diversos, esencia misma de la democracia, y construir un muro y una desgraciada Torre de Babel en el Congreso para dividir más a España y conseguir, como Nemrod en el Infierno de Dante, cuando pronuncia la palabra “Raphèlmaiamècchezabìalmi”, que nadie entienda nada por haber vuelto a la apología de la segregación desde donde hace cientos de años hay unidad. Catalán, vascuence y gallego para empezar a construir el primer piso y luego, ¿por qué no y con el mismo NO derecho?, bable, aragonés, leonés, andaluz, canario, extremeño, murciano, romaní,… La razón de este dislate la explicó el traidor Jordi Pujol i Soley con meridiana claridad: “Te das cuenta de que estás en otro país cuando hablan otra lengua y hay otra policía”.
En el prólogo de la importante obra de Gullo, Alfonso Guerra González subraya que “El profesor (de padres argentinos y abuelos italianos) no ha escrito solo un libro de historia, sino que sabe ligar los acontecimientos del momento actual con los hechos históricos, mostrando cómo la leyenda negra tuvo consecuencias que llegan hasta nuestros días. Un ejemplo claro está en la hispanofobia que sienten hoy los dirigentes políticos nacionalista de Cataluña, que solo se puede explicar porque siguen enganchados a la leyenda negra y buscan cualquier señal para oponerse a España y ¡a su lengua!”.
Pues resulta que dos socialistas del otrora partido constitucional, José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez Pérez-Castejón, con otros correveidiles Largocaballeristas del rebaño, facilitan esa labor de derribo a los secesionistas vascos, catalanes, gallegos y franquicias, y además compran los votos de un golpista prófugo de la Justicia con el que una vicepresidenta del Gobierno de España se reúne oficialmente en su refugio belga por encargo de Sánchez. Ahora, en la sede de la soberanía nacional y para que Sánchez siga durmiendo en la Moncloa, no se hablará y debatirá en el idioma común y segundo más hablado en el mundo, sino en la lengua oficial y en tres regionales distintas, con traductores y pinganillos por medio, aunque en pasillos y otros lugares se hablen todos en español.
Los artífices de la leyenda negra contra España (“Principal ingrediente del imperialismo cultural anglosajón para derrotar a España y dominar Hispanoamérica”) y quienes la sostienen y utilizan a su conveniencia para seguir debilitándonos (Inglaterra, Países Bajos, Estados Unidos, Rusia y Francia) están encantados y alientan la valcanización de España como la emplearon para fragmentar los virreinatos americanos en múltiples países y ahora continúan con el fundamentalismo indigenista para astillarlos en tribus, haciéndolos más subdesarrollados de lo que lo hicieron las oligarquías burguesas de esos Estados, siguiendo los designios ingleses.
¿Podemos pararlo? Es imperativo y por ello es de agradecer, aplaudir y apoyar el escrito promovido por el ex diputado del PP Eugenio Nasarre Goicoechea, firmado ya por más de 70 ex diputados, ex ministros y ex presidentes del Senado y Congreso del PP, PSOE y UCD, para que la Presidenta del Congreso, Francesca Lluc Armengol Socías, pare el dislate. No lo hará porque es empleada de Sánchez y en la Mesa hay mayoría de secesionista, razón por la que también hay que apoyar y acudir a todas las manifestaciones que convoquen los constitucionalista contra esta tropelía y la de conceder amnistía a golpistas independentistas. Luego habrá tiempo de que la Justicia juzgue y condene a Sánchez y varias de sus ministras y ministros por tanto despropósito ilegal. Es lo mínimo.
JORGE DEL CORRAL Y DIEZ DEL CORRAL
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