No hay por donde coger al Partido Popular, que una vez más vuelve a caer en esos tics de desprecio a los suyos a la par que abraza fervientemente las causas más progres.
La formación de Pablo Casado, que no será precisamente recibida con caramelos en los diferentes actos y manifestaciones previstos para el próximo 8 de marzo de 2020 con motivo del Día Internacional de la Mujer, lanza un ridículo vídeo donde se intenta elogiar a rivales políticas como si eso les fuera a librar de la lapidación de los colectivos feministas.
Solo les ha faltado a las Andrea Levy, Ana Beltrán o Ana Pastor comprar el lema podemita de ‘Sola, borracha, quiero llegar a casa’ porque la pieza audiovisual que circula por las redes es para que se lo hagan mirar.
Entre los ‘hitos’ de ese vídeo se puede ver a la presidenta del Comité de Derechos y Garantías del PP, Andrea Levy, afirmar que ha empatizado muchas veces con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, porque asegura que, al igual que le ha sucedido a ella, muchas veces ha sido juzgada por su vida privada y por su físico.
Tampoco se libra la vicesecretaria de Organización del PP, Ana Beltrán, que subraya con lágrimas en la pieza audiovisual que se pone en el lugar de la portavoz de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados, Irene Montero, a la hora de vivir la experiencia dolorosa de tener que hacer frente a los problemas de salud de sus hijos.
Y la guinda la pone Ana Pastor, actual vicepresidenta segunda de la Cámara Baja, destacando a su compañera de la Mesa del Congreso, la podemita Gloria Elizo, de la que dice que es «una persona inteligente, trabajadora, profesional y, sobre todo, que sabe ponerse en el lugar del otro y es muy humana».
PODEMITAS Y FEMINISTAS, FROTÁNDOSE LAS MANOS
Lo peor de todo es que el Partido Popular ha pecado de una candidez impropia de una formación que a estas alturas de la película debería de tener superada.
Porque lo del vídeo no le va a librar de la gran bronca que le montarán en cuanto vean a dirigentes populares en las calles esas terminales feminazis y podemitas que tienen cogido en régimen de monopolio todo el tinglado del 8-M.
En vez de defender a su compañera Cayetana Álvarez de Toledo, las intregrantes del PP, se supone que con el visto bueno de un Pablo Casado que empieza a tener tics rajoyanos y que los problemas se arreglen solos, se lanzan al elogio de rivales políticas, de determinadas representantes que jamás han tenido un gesto de condescendencia con las populares.
CEBAR DE PUBLICIDAD A LA SER Y SEGUIR BAJANDO LA CERVIZ ANTE LASEXTA
El complejo que tiene la derecha del Partido Popular sigue latente en su ADN. Pablo Casado también ha heredado esa necesidad de ‘hacerse perdonar’ por la progresía mediática que ya estaba instalada en tiempos de Mariano Rajoy.
Sin ir más lejos, el PP sigue cebando las arcas financieras de la Cadena SER con un chorro de publicidad del partido. Eso sí, en la radio de PRISA se ‘premia’ el favor poniendo en marcha la máquina de picar carne aprovechando para masacrar a los de Génova 13 cada vez que salta un escándalo que salpica directa e indirectamente al PP.
Y, por supuesto, ya se ha visto que con laSexta la orden es no poner más violento al ‘camarada Ferreras’ (Losantos, dixit’). Tiempo les faltó a los Núñez Feijoó y González Terol para salir a desautorizar a Cayetana Álvarez de Toledo por sus acertadas palabras sobre laSexta sobre que el segundo canal de Atresmedia estaba haciendo negocio con la erosión de los valores democráticos.
¿Creen que así van a conseguir que los Antonio García Ferreras, Iñaki López, Ana Pastor, Mamen Mendizábal, Wyoming o Jordi Évole rebajen sus ataques contra el Partido Popular? Craso error. Pero estas son las cosas de la «derechita cobarde» que diría el líder de VOX, Santiago Abascal.
