Teresa de Jesús y Valladolid

Por José María Arévalo

( Santa Teresa. Talla de Gregorio Fernández, fechada en 1618, propiedad del Convento vallisoletano de la Concepción del Carmen) (*)

Entre los muchos actos previstos para la conmemoración en Valladolid del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, para empezar este año que ha sido declarado por el papa Francisco año jubilar teresiano, podemos ver, hasta el 1 de Marzo, en la Sala de Exposiciones de la Iglesia de las Francesas la muestra “Teresa de Jesús y Valladolid . La Santa, su Convento y la Orden”, de la que es comisario el profesor don Jesús Urrea, y en la que se pueden ver más de 50 obras de museos, conventos e iglesias vallisoletanos, pero sobre todo del convento de la Concepción del Carmen, que fundara la santa en la ahora llamada Rondilla de Santa Teresa.

Tengo prevista la semana que viene una visita guiada, junto con otros compañeros jubilados, a este convento, y no sé qué ha quedado allí de las extraordinarias tallas y cuadros que el convento atesora, la mayoría ahora en esta exposición, salvo, creo, el crucificado de Juan de Juni que se conserva en la iglesia junto con obras de Gregorio Fernández, Luis de Morales, Diego Valentín Díaz y Alejo de Vahía, trasladadas temporalmente a esta muestra que comentamos. No obstante, además de ver el Cristo de Juni, que no es poco, la visita al convento tendrá la novedad de que se acaban de restaurar sus jardines ; podremos ver, tras ellos y el compás, el zaguán y torno (allí se exponen cartas manuscritas, un trozo del hábito, el cilicio y tres cuentas del rosario de la santa), la iglesia, el coro bajo y el locutorio. El resto de los tesoros, buena parte en la actual exposición, continuará bajo la regla de clausura, así que vale la pena acercarse ahora a la sala de Las Francesas.

En ésta se explica la historia del Convento, cuarta fundación de Santa Teresa, como ella misma indica en el libro de Las Fundaciones, que se gestó gracias al patrocinio de los Hermanos Bernardino y María de Mendoza, que en 1568, donaron una finca y una renta anual. La santa siguió personalmente las obras de construcción del convento en ella, en el lugar llamado «Río Olmos», en el camino de Simancas junto al Pisuerga, y las religiosas lo ocuparon el 15 de agosto de 1568. Hubo de abandonarse esta instalación pues el lugar era insano y las religiosas enfermaban, por lo que María de Mendoza las trasladó a su propio palacio en la Plaza de San Pablo. En 1569 la misma señora compró unas casas con corral y jardín a Alonso de Argüello, situadas en el lugar que hoy ocupa el convento en la Avenida de Santa Teresa. Una vez realizadas las obras necesarias se instalaron allí las religiosas el 3 de febrero de 1569.

( Santa Teresa. Talla de Gregorio Fernández, fechada en 1615, propiedad de la iglesia del Carmen Extramuros. Fotos publicadas en El Norte de Castilla) (*)

En la exposición sobresalen las obras de Gregorio Fernández, nuestra “gubia del barroco”. Hay dos imágenes suyas, de notable tamaño, 1 metro 60, de Santa Teresa, una que muestra a la santa más joven, propiedad del Convento vallisoletano de la Concepción del Carmen ( fechada en 1618), y otra que la representa ya mayor, traída de la iglesia del Carmen Extramuros ( fechada ésta en 1615), que a mí me había pasado desapercibida en esta iglesia próxima al cementerio, ensimismado siempre por la gran Inmaculada del maestro que donó la familia Barco – ya hemos contado en otra ocasión cómo don Luis Barco pleiteó varios años para que se incluyera una lápida de reconocimiento, sin éxito-, una de las joyas del gran imaginero en nuestra ciudad. De la otra joya, el famoso “Atado a la columna” propiedad de la Vera Cruz, quizá la más brillante de las imágenes que procesionan en la Semana Santa vallisoletana, hay en esta muestra una talla de enorme parecido pero en pequeño tamaño, 53 centímetros, también traída del convento carmelita de la Concepción, fechada en 1614-15. El acabado, especialmente el de la expresión del Cristo y el de la gran llaga de la espalda, no es tan brillante como el de la Vera Cruz, que realizó Gregorio Fernández pocos años más tarde, en 1619, supongo que tomando como modelo el de las Carmelitas. Interesantísima escultura, pues, y ocasión excepcional de contemplarla, ya que normalmente está en la clausura del convento.

( Cristo en la Cruz. Escultura realizada entre 1480 y 1492, de Alejo de Vahía, del Convento vallisoletano) (*)

De Gregorio Fernández hay otras tres tallas en la exposición; dos “Alféreces celestes”, de la iglesia de San Pelayo, de Olivares de Duero, de 85×70 y 82×60, con los que te topas a la entrada de la muestra flanqueando el cartel que la presenta, de magnífica factura, que me recuerdan las típicas de los arcángeles en tantos retablos, como las del propio maestro en la embocadura del presbiterio de nuestra iglesia de San Miguel, aunque éstas de tamaño mucho mayor. Además, una imagen de Santa María Magdalena de Pazzis, en una posición de impetración – si no de éxtasis- muy original, de 135 cts., tallada por el maestro en 1626, y que se ha traído del Museo Nacional de Escultura.

( Santa María Magdalena de Pazzis. Gregorio Fernández, 1626) (*)

Ya hemos hecho referencia a otras magníficas aportaciones de nuestro Convento carmelita a esta muestra, la impactante Piedad, óleo de Luis de Morales de 43×30, del tercer cuarto del siglo XVI; el óleo de Santa Teresa que pintara Diego Valentín Díaz (1586-1660), de 226×140 ctm.; y la impresionante talla del Crucificado, de 95×88 ctm sin cruz, realizada entre 1480 y 1492 por Alejo de Vahía, el magnífico escultor con mayor obra conocida entre todos los que trabajaron en Castilla a finales del siglo XV. Además, ocho o diez piezas de autores anónimos vallisoletanos, de nuestro Siglo de oro o incluso algo anteriores, todas de excelente factura, procedentes también del Convento, y varias otras de la misma época, de autores holandeses e italianos de segundo orden pero muy significativas, como un óleo de la Inmaculada, 165×105 cms., anónimo italiano de comienzos del XVIII, y un Ecce Homo pintado por Simón de Vos en 1640.

( San Elías. Anónimo castellano. S. XVII) (*)

La exposición incluye un armario-relicario procedente de la catedral vallisoletana, colocado ahora presidiendo la parte del altar mayor de Las Francesas, decorado con pinturas de Diego Valentín Díaz y Mateo de Prado, de 1655; y la recreación planimétrica del templo de madera que en 1614 construyó el arquitecto Francisco de Praves junto a la iglesia conventual durante las fiestas de beatificación de la madre Teresa de Jesús.

Ciertamente nuestro Ayuntamiento se ha volcado en el montaje de esta exposición sobre la huella en Valladolid de Santa Teresa, vecina de honor de la capital.


(*) Para ver las fotos que ilustran este artículo en tamaño mayor (y Control/+):
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Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

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