“El 155, más lento que la Ley de Seguridad Nacional”, de Susana Campo, y “Una pedagogía inaplazable” de Javier Rodríguez
(PODRÁN QUITÁRNOSLO TODO MENOS LA CAPACIDAD DE CHANTAJE. Viñeta de Caín en La Razón el pasado día 16)
EL 155, MÁS LENTO QUE LA LEY DE SEGURIDAD NACIONAL
Artículo de Susana Campo publicado en La Razón el pasado día 17
Expertos constitucionalistas defienden que la situación en Cataluña es insostenible y urgen una respuesta «gradual» e «inmediata». La gravedad de los disturbios desatados en Cataluña tras la publicación de la sentencia del Procés desencadenó ayer la posibilidad de aplicar de forma inmediata la Ley de Seguridad Nacional o el 155 con el objetivo de restaurar el orden público e institucional en la Comunidad. La quema de neumáticos y el colapso de las infraestructuras terrestres y aéreas, así como la pasividad del presidente Quim Torra desataron las críticas de las fuerzas constitucionalistas que exigen medidas excepcionales. LA RAZÓN consulta a varios expertos para analizar cada una de estas fórmulas, su alcance y su tramitación.
José Manuel Vera Santos
Catedrático de Derecho Constitucional de la URJC
«La Ley de Seguridad Nacional es la más rápida»
Hay una situación de urgencia. No se puede dejar para dentro de unos meses porque afecta al interés general de una manera evidente ya porque están cortando vuelos o autopistas. Es una decisión política. Si se quiere aplicar se aplica y si no se quiere no. Su tramitación es sencilla. La ley dota al Ejecutivo de autoridad funcional para dirigir las acciones que sean precisas. Es decir, existe la obligatoriedad de poner los medios humanos y materiales a disposición para solucionar el problema. Desde el propio Gobierno pueden nombrar a la persona encargada. Es rápido. Lo adopta el presidente mediante Real Decreto, no hace falta reunirse en consejo de ministro, lo podría hacer esta misma noche. Mediante este mecanismo el gobierno central asume el mando de toda la Administración, incluidos los Mossos. Lo primero es aumentar la presencia del Estado en Cataluña y transferir las competencias del Estado para evitar que la mitad de la comunidad esté indefensa.
Antonio Alonso Timón
Profesor de Derecho en Comillas ICADE
«La Ley tiene una ventaja frente al 155: su desarrollo»
Los tres mecanismos son constituciones. La Ley de Seguridad Nacional, en su artículo 3, se corresponde perfectamente con lo que está sucediendo en Cataluña. Además es bastante adecuada para la situación actual porque establece la gradualidad en su aplicación. Asimismo, es fácil de aplicar porque es a través de un Real Decreto. Además, el artículo 24 obliga a definir la crisis, el ámbito geográfico del territorio afectado, la duración y en caso de ser necesario el nombramiento de una autoridad funcional a la que tendría que obedecer. Joaquim Torra. Tiene una ventaja adicional: su aplicación está desarrollada mediante órdenes ministeriales ya que en 2017 Mariano Rajoy sopesó su aplicación en vez del 155. Éste último es más difícil de tramitar porque implica al Senado y contiene algunas medidas que están incompletas. No podemos permitir una reacción violenta frente a una sentencia judicial.
Rafael Murillo
Profesor de Derecho Constitucional de la Universidad San Pablo CEU
«En esta ocasión están colaborando los Mossos»
La ley de Seguridad Nacional está prevista para situaciones que afecten a recursos esenciales de una Comunidad frente a actuaciones como piratería o crisis en infraestructuras. Tal y como dice es una Ley para que Comunidades Autónomas, gestionen recursos materiales y humanos conjuntamente en una situación de emergencia. El gobierno central no puede asumir directamente la gestión de algún cuerpo. En el 27.4 dice que «colabora» en la elaboración de los planes. La aplicación del 155 en el actual contexto es complicada porque, a diferencia de 2017, ahora los Mossos colaboran. En el caso de Torra, para destituirle de sus competencias, se podría a través de una querella del ministerio fiscal por incitación o alteración del orden contistucional. En mi opinión, hay que ver la situación con tranquilidad, sin tomar medidas excepcionales.
Carlos Sánchez de Pazos
Socio abogado del estudio jurídico Balbuena
«Declarar el estado de emergencia sería traumático»
El artículo 116 de la CE define los estados de alarma, excepción y sitio. Para su aplicación es necesario que el orden público se haya visto alterado gravemente o que se haya producido la vulneración grave del libre de ejercicio de los derechos y libertades de los ciudadanos. También puede declararse si queda comprometido el funcionamiento de los servicios públicos esenciales o de las instituciones democráticas. Pero en cualquiera de los supuestos es preciso que el Gobierno sea incapaz de devolver la normalidad al territorio con sus facultades ordinarias. Las libertades y derechos fundamentales no pueden suspenderse completamente pero sí pueden limitarse a niveles mínimos. Se puede aplicar en funciones y el artículo 116.5 establece, que disuelto el Congreso o expirado su mandato, si se produce alguna de las situaciones sería asumido por la diputación Permanente. Antes de declararlo sería más prudente el 155 porque es menos traumático y no hay suspensión de derechos fundamentales. Sin embargo, en esta ocasión los Mossos si que están haciendo su función, a diferencia de 2017 cuando no existió colaboración.
Artículo en: https://www.larazon.es/espana/el-155-mas-lento-que-la-ley-de-seguridad-nacional-BF25316135
UNA PEDAGOGÍA INAPLAZABLE
Artículo de Javier Rodríguez, Director general del Foro de la Familia publicado en el Boletín de este Foro el pasado día 11
En un reciente estudio de la Fundación BBVA, han analizado el pensar de los europeos en temas tan controvertidos como el aborto, la eutanasia o los vientres de alquiler, entre otros. En resumen, puede decirse que el aborto no es aceptado con rotundidad excepto en Francia y Reino Unido, la eutanasia gana por goleada en todos los países y los vientres de alquiler sólo se rechazan con claridad en Italia.
Podemos pensar, a la vista de estos resultados, que la causa de la Vida o está perdida o en camino de estarlo.
Pero no es así. Analicemos con un poco de profundidad los resultados obtenidos. Empecemos por el último, la llamada gestación subrogada. Solo Reino Unido y Francia la han regulado y eso ha causado un gran debate en los medios. En ambos países se acepta con claridad; en el primero tiene casi un 75% de apoyos. Esto indica que cuando se regula algo, se convierte en Ley, tiene lugar lo que los expertos llaman “el valor pedagógico de la ley”, que es otra forma de afirmar que lo que dice la ley es bueno. Hay sin embargo dos detalles que hacen que estas leyes de gestación subrogada sean diferentes: primero, no afectan a la vida de las personas, sino a su dignidad. Segundo, los papeles se invierten y son los partidos de izquierdas los más combativos en su contra. Así se explica que sean leyes que han sido aprobadas con mayorías liberal-conservadoras.
¿Qué pasa con el aborto? Con el aborto pasa que durante muchos años ha habido un gran debate propiciado por la aprobación de leyes inicuas y el debate ha llegado a capilarizar en la sociedad. Se han podido dar razones, argumentos; se ha discutido, nos hemos manifestado (en España y en muchos otros países) y todo esto ha propiciado que la gente comprenda (en su mayoría) el gran drama que supone para el niño, para la mujer y para la sociedad una ley como esta. Y la desafección a esta ley seguirá creciendo. Los jóvenes son los que más la rechazan.
¿Y la eutanasia? Aquí tenemos un sesgo claro en la muestra. ¿Se ha preguntado a enfermos terminales? No. Como mucho, se habrá preguntado a allegados de enfermos terminales, aunque lo dudamos. Por tanto, la opinión que se está obteniendo como casi mayoritaria es la opinión egoísta de una sociedad hedonista que busca “no complicarse la vida” y no enfrentar problemas de asistencia, ni de sacrificio, ni de amor ni de generosidad. Resulta significativo resaltar que en Italia, que hay una gran Ley de Cuidados Paliativos, es donde más se ha rechazado la eutanasia. Allí sí ha habido debate.
¿Qué conclusión podemos sacar? Podemos decir que cuando el juego no está amañado, cuando se puede debatir en libertad, cuando se puede dar “razón razonada” de las cosas que defendemos, entonces actúa la verdadera pedagogía, la pedagogía de la verdad que acaba imponiéndose por sí misma.
Por tanto, hablemos, hablemos de estas cosas; demos nuestras razones y que, sin esperar a que se tramite una ley, exista un caldo de cultivo que pueda hacerla frente.
Las dos Europas
Esta semana he estado en Bruselas, representando al Foro de la Familia como miembro observador en distintas reuniones con asociaciones civiles provenientes de toda Europa en el ámbito de la defensa y promoción de la institución familiar.
Al amparo de FAFCE, federación que aglutina a dichas asociaciones y ha organizado con muy buen hacer las reuniones, hemos puesto en común la situación nacional de cada país, los retos que se presentan en materia de Familia y los distintos proyectos e iniciativas en los que estamos trabajando.
Me han llamado poderosamente la atención tres anécdotas que darían, por separado, para varios artículos cada una, pero me dispongo a exponerlas brevemente en estas líneas con el ánimo de despertar en el lector un espacio de reflexión y análisis.
La primera, la evidente brecha entre la Europa del Este y la occidental («Eastern and Western Europe»). Podemos hablar, sin caer en ninguna equivocación, de la existencia de dos Europas. Una, cuyo máximo referente sería Hungría, preocupada por el bienestar general de sus ciudadanos, fomentando políticas efectivas para fortalecer la institución familiar, promover la natalidad y revertir el invierno demográfico. Con resultados tangibles positivos no sólo en dichos objetivos directos, sino en la propia economía del país. La otra Europa, cuyo máximo referente bien podría ser España, que no.
La segunda anécdota viene de una conversación que mantuve con los miembros de la delegación austriaca del Parlamento Europeo. Una de ellas no daba crédito cuando le dije que en España no tenemos un Ministerio de Familia. «¿Cómo es posible? ¿Por qué? ¡Pero si es una cuestión de máxima importancia, transversal a todos los partidos e ideologías!». Le expliqué, con vergüenza y pesar, que todo el reconocimiento institucional que el Gobierno de España ofrece a la Familia se enmarca dentro de un subapartado de ayudas dentro del área de Servicios Sociales que, a su vez, está dentro de un Ministerio fondo de saco (Sanidad, Consumo y Bienestar Social). Perplejidad general.
Por último, debo resaltar el gran respaldo y compromiso de todos los países representados cuando expuse el nuevo proyecto que estamos ultimando en el Foro sobre la necesidad de hablar más sobre las consecuencias de la pornografía. El tabú, al igual que las señales de la «sociedad pornificada», es generalizado. Es un grave problema de todo Occidente. Pero hay esperanza, vistas las reacciones que genera nuestra propuesta, vistas ciertas medidas que ya se están tomando en E.E.U.U. y en el Reino Unido.
A pesar de las dos Europas, a pesar de las corrientes que luchan por alejarnos de la concordia que tanto les costó conseguir a nuestros antepasados, hay espacio para la esperanza. Siempre lo hay. Decía Bécquer que «mientras exista una mujer hermosa,/ ¡habrá poesía!», y bien podría haber añadido que mientras exista una persona comprometida con lo que merece la pena, habrá esperanza.
Hablemos bien de las cosas buenas.
Artículo en: https://www.forofamilia.org/noticias/una-pedagogia-inaplazable/?utm_